El BCE acabó 2018 poniendo fin a su programa de compras de activos, tras casi cuatro años de duración. Después de haber ido reduciendo progresivamente las compras mensuales de deuda -desde los 80.000 millones de euros al mes con que se estrenó el programa en marzo del 2016 hasta los 15.000 millones actuales- el BCE, según lo previsto, anunció en diciembre el fin del programa de adquisición de activos en un intento de normalizar su política monetaria.
Ese será su gran reto para 2019: continuar con la normalización de su política monetaria. En principio, pese haber puesto fin al programa, el BCE realizará compras por valor de 200.000 millones este año con las reinversiones de vencimientos de deuda que tiene previstos, es decir a un ritmo de 17.000 millones al mes de media.
Las gestoras y analistas estiman que después del verano o de cara a terminar el 2019, el BCE podría anunciar una primera subida de tipos. Pero todo dependerá de cómo evolucione la economía de la eurozona, puesto que la institución mira con cuidado que sus pasos no dañen la economía ni fortalezca en exceso el euro.
¿Cómo sabremos cuáles serán sus pasos? Por ahora el BCE ha pasa a considerar la orientación a futuro la “principal herramienta” que usará en sus comunicados de política monetaria, según acordó su Consejo de Gobierno durante la última reunión de la autoridad monetaria, celebrada entre el 12 y el 13 de diciembre de 2018.
Para descubrir sus siguientes pasos, habrá que estar atentos a las siguientes reuniones sobre política monetaria que realice el consejo del BCE:
- 24 de enero
- 7 de marzo
- 10 de abril
- 6 de junio
- 25 de julio
- 12 de septiembre
- 24 de octubre
- 12 de diciembre
Una de las reuniones más interesantes será la del 24 de octubre, cuando Mario Draghi, actual presidente, deje su cargo. Entre los nombres que se barajan para sustituirle se encuentran el gobernador francés Francois Villeroy de Galhau; el ex gobernador finlandés, Erkki Liikanen.