En las próximas semanas, puede que incluso días, la reforma fiscal aprobada por el Senado estadounidense y la que ha aprobado la Cámara de Representantes pasarán por un proceso de reconciliación que fusione los dos textos en uno. Entonces, y sólo entonces, Trump podrá ver cumplidos una de sus principales promesas de campaña.
El capítulo más conocido de esta reforma es el de la reducción de impuestos a las empresas, que podría quedar en el 22% en lugar del 20% que querían los republicanos, desde el 35% de ahora. Pero otro de los impactos más profundos vendrá del lado de la vivienda, que podría ver rebajada la deducción de intereses hipotecarios,una de las más relevantes para las familias.
Según la propuesta de la Cámara de Representantes, la deducción de intereses hipotecarios incluiría los intereses de préstamos de hasta 500.000 dólares, rebajando la cantidad anterior fijada en un millón de dólares. En este punto, advierte Mike Salice, director de research de Sky Harbour Capital Management, hay que tener en cuenta que las hipotecas ya firmadas quedarían al margen, incluso si se refinancian posteriormente.
“Aunque las hipotecas de este tamaño representan un porcentaje relativamente pequeño del total de préstamos (menos del 5%), la provisión sería desproporcionadamente perjudicial para los estados con altos precios de vivienda como California, Nueva York, Massachusetts, Nueva Jersey o Hawái” , explica la firma en un detallado análisis. La propuesta del Senado dejaría el techo actual de 1 millón de dólares.
Impuestos estatales y locales
En lo que se refiere a los impuestos estatales y locales, ambos planes eliminan la posibilidad de deducir este tipo de gastos de las obligaciones federales, salvo una deducción de impuestos a la propiedad de hasta 10.000 dólares al año. En conjunto, entre el límite a los intereses de las hipotecas, los impuestos estatales y locales, y las deducciones de propiedad aumentarán los ingresos federales en 900.000 millones de dólares a 1,3 billones en el transcurso de los próximos diez años.
Además, ambos planes proponen una duplicación aproximada de la deducción estándar (de aproximadamente 12.700 dólares a 24.000 dólares por familia). Estas medidas, si se promulgan, podrían servir para reducir los precios de la vivienda en Estados Unidos al menos en el corto plazo, cree Salice.
Según datos del IRS, aproximadamente el 30% de los hogares estadounidenses eligen deducciones detalladas, en lugar de las deducciones estándar, lo que equivale a 44 millones de retornos por año. Los resultados varían ampliamente según el nivel de ingresos, con una penetración de retorno de aproximadamente el 21% para hogares con ingresos de entre 25.000 y 50.000 dólares y de casi el 94% para hogares con ingresos superiores a 200.000 dólares, según los datos recogidos por Sky Harbour Capital Management.
¿Deducciones detalladas o estándar?
“Un aumento en las deducciones estándar reduciría el número de hogares que eligen las deducciones detalladas (itemized), lo que a su vez eliminaría el subsidio fiscal efectivo provisto a través de deducciones de interés hipotecario para esos hogares. A medida que disminuye el valor actual de los ahorros fiscales por deducción de intereses hipotecarios, también debería disminuir el valor promedio del hogar”, dice el director de research de la firma.
Además, suponiendo un nivel de impuesto a la renta promedio nacional del 21% (del JCT), una duración hipotecaria efectiva de 15 años, y suponiendo que el aumento en la deducción estándar obligue al 50% de los hogares que actualmente prefieren las deducciones detalladas a cambiar a la deducción estándar, el impacto del valor presente se aproximaría a 12.700 dólares, o aproximadamente el 5% del valor promedio de la vivienda”.
“Como una compensación del viento en contra de la vivienda, una disminución general en el impuesto a la renta personal, junto con una deducción estándar más alta, mejorará el ingreso discrecional para muchos hogares, lo que podría estimular el gasto del consumidor. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que un estudio de la Reserva Federal estima que casi dos tercios de la riqueza total de la familia media estadounidense está compuesto por la propiedad de la vivienda. Como tal, los valores de las viviendas a menudo tienen un impacto desproporcionado en los patrones de consumo personal, como demuestra la alta correlación entre los cambios en el precio de la vivienda y el consumo en los últimos 50 años o más”, concluye
Salice.