Las elecciones en EE.UU., el Banco Central Europeo (BCE) y su ritmo de recortes de tipos, y la compleja geopolítica son, en opinión de Jordi Nadal, director general adjunto en Arquia Banca, solo algunos de los factores que explican la incertidumbre actual del mercado. Lo que también tiene claro es que, pese a esa incertidumbre, sigue habiendo oportunidades de inversión. “Apostamos por los fondos como instrumento clave para el ahorro finalista, y nos sentimos orgullosos de nuestros vehículos de inversión y de la gestión que estamos haciendo, considerando nuestras rentabilidades”, apuntaba Nadal durante el último evento de la entidad.
El primer mensaje que lanza la firma es que el mercado ha experimentado cambios sustanciales que no pueden pasar desapercibidos a los inversores. “La primera sensación es que los mercados siguen la misma tendencia que en 2023, es decir, que están positivos en todas las clases de activos, y que los fondos puros y mixtos tendrán un buen comportamiento. Es cierto que este año ha empezado igual, sobre todo la tendencia se ha mantenido en renta variable, pero sí ha habido algunos cambios que debemos mencionar”, afirma Josep Bayarri, director de Inversiones en Arquia Gestión.
En su opinión, la principal diferencia es que “en 2023 el movimiento al alza del mercado de renta variable estuvo concentrado en algunos valores, en especial en los tecnológicos, en los 7 Magníficos, lo que arrastró a todo el mercado. Este año el crecimiento está siendo más transversal”, explica. Para Bayarri, estamos viendo sectores, “sobre todo cíclicos”, que lo están haciendo bien, y “esto se deriva de pensar que 2024 iba a ser un año duro al estar los tipos de interés altos y de creer que las economías lo iban a pasar mal”, añade. Su conclusión es que todo ello se nota en las valoraciones.
La segunda diferencia tiene que ver con lo que hagan los bancos centrales, ya que el mercado ha ido moderando las expectativas sobre el número de recortes de tipos. “La lucha contra la inflación está encauzada. Sin embargo, la última milla para llegar a ese 2% será la más costosa. Los bancos centrales están esperando a bajar tipos porque no quieren que se produzca un rebote de la inflación”, explica.
Claves de inversión
Frente a este escenario, desde Arquia Banca apuestan por las duraciones cortas, en el caso de la renta fija, y por los valores cíclicos, en el caso de la renta variable. Pero sobre todo, según Bayarri, estar invertidos y dejarse asesorar. “Mi mensaje para el inversor es estar invertido: para ello disponemos de diferentes clases de productos que se adaptan a sus objetivos y perfiles. Y dejarse asesorar. Creo que siempre hay que tener algo invertido en bolsa porque genera riqueza a largo plazo, sobre todo mientras las economías funcionen. Estamos trabajando en un producto nuevo, que pronto empezaremos a vender, y que es una renta fija garantizada, para aquellos clientes que quieren meterse en bolsa sin riesgo de perder capital”, señala el director de Inversiones en Arquia Gestión.
A la hora de centrarse en renta fija, Ramón Cirach Boet, gestor de Arquia Banca, explica que, al inicio del año, el contexto macroeconómico -economías fuertes e inflación pegajosa- hizo pensar que veríamos hasta seis bajadas de tipos, pero por ahora solo se ha hecho una y ha sido el BCE. “El entorno no es tan positivo para la renta fija como habíamos imaginado al inicio de año, ya que esperábamos que continuara la tendencia de finales de 2023. Sin embargo, nuestro fondo de renta fija flexible ha proporcionado un retorno neto del 3%, superando a la mayoría de los fondos comparables”, destaca Cirach.
El gestor desvela que su fórmula ha sido sencilla: “Por un lado, hemos optado por duraciones cortas. En concreto, preferimos los tramos cortos y medios de la curva, que es donde vemos más valor y menor sensibilidad a los tipos de interés. Y, por otro lado, por el crédito. Creemos que los spreads de crédito respecto a la deuda soberana se están estrechando, y nos estamos beneficiando de ello”.
Respecto a la renta variable, Xavier Carulla, como responsable de Renta Variable, destaca el peso que han tenido y siguen teniendo las grandes tecnológicas, pero apunta a que hay oportunidades más allá de los 7 Magníficos. “Los cambios en los tipos no afectan a estas grandes compañías porque no están endeudadas; por el contrario, el sector bancario, sí. La banca y la banca privada se benefician de este nuevo entorno”, afirma.
En su opinión, este era un sector realmente defensivo, pero el actual entorno y todo el trabajo que han hecho desde la gran crisis financiera les han dado un matiz cíclico que ahora se puede aprovechar. “Nuestra conclusión es que los drivers para la renta variable este año son las elecciones de EE.UU., porque históricamente se han producido subidas de mercado con independencia del candidato que gane; la reducción progresiva de los tipos de interés; y la publicación de los resultados trimestrales”, añade Carulla.
Por último, desde la óptica de la gestión discrecional de carteras, la entidad explica que, por ahora, se puede dividir este primer cuatrimestre en dos etapas. “Una primera etapa más continuista respecto a las tendencias de 2023 y orientada a duraciones controladas para evitar el riesgo y a las acciones quality-growth. A partir de marzo, que la inflación se ha moderado y el entorno macro mejorado, hemos introducido algo más de ciclicidad en las carteras. En general, nos hemos posicionado en Europa y bajado la ponderación en EE.UU. y en tecnología. Además, para gestionar los riesgos geopolíticos, inflacionarios y de política monetaria, hemos optado por carteras diversificadas geográficamente y sectorialmente”, concluye Isabel Sánchez Burgos, gestora de carteras.