Argentina está limitando el acceso de capitales extranjeros a sus notas de corto plazo por miedo a que un aumento de las entradas en el mercado de divisas pueda desestabilizar la cotización de la moneda, después de que firmas como Citigroup, JP Morgan Chase & Co y Bank of America Corp recomendaran la compra de los bonos.
Algunos de las notas a corto plazo que el banco central vende cada semana, títulos conocidos bajo el nombre de LEBACs, estarán solamente disponibles para inversores con cuentas de custodio locales y sólo serán cotizadas en el mercado local, según una nueva regulación que comenzó a ser efectiva el pasado martes 17. Este mismo día, la autoridad monetaria argentina recortó la tasa de interés por tercera vez consecutiva en un mes durante la subasta semanal, reduciendo el atractivo para inversores que buscan beneficiarse de unas tasas de interés que llegaron a alcanzar un máximo de un 38% en el año.
Las autoridades argentinas buscan limitar aquellas inversiones que en el corto plazo pudieran impulsar ganancias excesivas en el peso argentino, ya que, si ese sentimiento cambia, una salida repentina de las posiciones en esta deuda a corto plazo podría provocar una fuga desordenada en la moneda local.
El Banco Central de la República de Argentina, utilizando la principal herramienta a través de la cual se fijan los tipos de interés, comenzó a operar en los mercados internaciones el año pasado, cuando el gobierno de Macri puso fin a la mayoría de los controles de capital.
Cada martes, el Banco Central vende notas con vencimientos comprendidos entre los 35 días y los 252 días, en una subasta semanal. Argentina anunciará qué vencimientos serán sólo disponibles para inversores locales cada lunes.