Los mercados habían estado inusualmente tranquilos hasta finales de agosto, cuando el riesgo repuntó. Las grandes rotaciones en las carteras cuando la volatilidad aumenta pueden acentuar los movimientos, lo que hace más difícil navegar en estos mercados. Brian T. Brugman, portfolio manager de Multi-Asset de AB, y su compañero en la firma, Martin Atkin, responsable de Soluciones a Clientes en Estados Unidos, creen que la respuesta a esto se centra más en el lado del riesgo.
Es cierto que la volatilidad se ha moderado un poco, pero sigue siendo mayor de lo que era antes de agosto, y las autoridades políticas han tomado nota de estos cambios repentinos en el riesgo. De hecho, fue una de las razones de que la Reserva Federal de Estados Unidos decidiera mantener sin cambios los tipos de interés en septiembre. Para evitar las repentinas oscilaciones, recomiendan desde AB, los inversores deben tener una visión holística de sus carteras. La atención debe ir más allá de las señales de riesgo.
Las reacciones a la volatilidad del mercado acentúan el movimiento
“Nuestro análisis indica que los factores de riesgo y las decisiones de asignación de activos simplistas basadas en gran medida en las mediciones de la volatilidad pueden crear un ciclo doloroso. El mismo factor que pone en marcha un cambio en la asignación a la renta variable está influenciado por la oleada de ventas, y así, la volatilidad se retroalimenta a sí misma”, explican Brugman y Atkin.
Cada vez hay más evidencias de que un número mayor de managers están adoptando sus decisiones basándose en gran medida en los cambios de la volatilidad del mercado. Tras estudiar los cambios en las asignaciones a lo largo de un periodo, en base a la exposición a la renta variable implícita a través de diferentes categorías de fondos de inversión y examinando tanto los entornos de bajo riesgo y de alto riesgo, AB encontró que las reducciones de las exposiciones a la renta variable se han vuelto notablemente más grande desde la crisis financiera de 2008.
De hecho, apuntan Brugman y Atkin, los cambios a la baja de las estrategias de asignación táctica casi han duplicado su tamaño. No es de extrañar que las estrategias tácticas hagan ajustes, pero el tamaño superior de los movimientos hoy en día es notable. Incluso las estrategias de asignación a nivel mundial han comenzado a hacer reducciones significativas en la renta variable.
“Nuestro análisis también sugiere que los cambios en las carteras no son sólo más grande que antes, sino que también están ocurriendo más rápido cuando la volatilidad sube. Esto fomenta que los picos de volatilidad sean más pronunciados. El episodio agosto confirmó esto: la presión vendedora como consecuencia de una reacción generalizada de aversión al riesgo probable produjo que los primeros días la volatilidad fuera más severa”, dicen los gestores de AB.
El problema de la visión de túnel con la volatilidad
Una razón de las prisas por salir del mercado es que muchas estrategias de gestión de riesgos utilizan exclusivamente los indicadores de volatilidad como un factor simplificado para hacer cambios en la asignación de activos. Dado que este enfoque sistemático es muy común, es normal que cuando la volatilidad repunta, todos traten de hacer lo mismo. Este riesgo de ‘visión de túnel’ puede provocar movimientos más agresivos.
“No creemos que este tipo de factores desencadenantes sea lo suficientemente robusto. Es importante determinar si un cambio repentino en la percepción de riesgo es temporal o de larga duración. Ese conocimiento puede hacer que un portfolio manager sea menos propenso a cometer el clásico error de seguimiento de tendencias y venta en un momento de estrés del mercado”, explican ambos gestores.
Una forma de abordar este problema es, para AB, incluir en el análisis cuantitativo tanto el riesgo como la rentabilidad esperada de todas las clases de activos. También es importante no olvidar los fundamentales, y considerar cómo los factores técnicos en el mercado afectan a la asignación de activos.
“Considerando todas las cosas, pensamos que tiene sentido infraponderar modestamente la renta variable en el entorno actual. La volatilidad es superior a la media, aunque creemos que el pico inicial pudo haberse visto acentuado por la venta indiscriminada de las estrategias de gestión de riesgos”, concluyen.