Alken dedica el 80% de su tiempo a analizar, contactar y reunirse con las compañías en las que piensa invertir. Este hecho es el que, según Antoine Badel, socio y responsable de análisis de la gestora, les diferencia de sus competidores y les empodera para poder hacer una panorámica sobre el mercado y sus oportunidades; muestra de ellos es su fondo de European Opportunities.
“Buscamos información que haga diferenciarse nuestras inversiones y nuestra decisiones de inversión. La principal consecuencia es que todas nuestras posiciones en la cartera son de alta convicción”, insiste Badel antes de empezar a explicar como es la “historia del mercado” europeo.
Sobre Europa, Badel destaca que los PMIs han mejorado considerablemente en dos años, experimentando una importante recuperación. Muestra de ello, por ejemplo, explica que el crédito ha mejorado y comienzan a aumentar en la dirección adecuada, aunque aumente solo un 3%. Para este analista, lo que significa esto es que las empresas están reconstruyendo su balance, lo cual es positivo.
Reconoce que la principal preocupación de Europa, y en concreto de la zona euro, es la evolución de la inflación. Su preocupación viene por la relación tan estrecha que ha establecido el Banco Central Europeo (BCE) entre sus decisiones de política monetaria y la evolución de este indicador. “La inflación va a ser una de las presiones que tendrá que soportar el mercado, pero no será mucho; por lo que veremos un normalización monetaria lenta y contralada. Lo preocupante es si comienza haber inflación, pero el crecimiento se detiene”, matiza.
Este análisis del entorno se traduce en una clara conclusión: “No creemos que tengamos que ser muy defensivos ahora mismo, aún hay recorrido para los activos cíclicos. Las empresas, en máximos de su capacidad en Europa, están obligados a invertir; algo similar veremos en la economía asiática y estadounidense”, afirma Badel.
Entre las posiciones que Badel considera con más oportunidades y que, por lo tanto, mantiene en la cartera de su fondo europeo se encuentran el consumo discrecional, la tecnología de la información, la industria, los materiales y el consumo estratégico. En cambio, mantiene una exposición baja a los sectores de salud, telecomunicaciones, finanzas, real estate y utilities.
“En particular, no nos gusta el sector financiero porque creemos que los tipos de interés están subiendo tarde. Además, es una industria que no se está transformando del todo. Solo tenemos algunos valores muy específicos e interesantes, como algunas star-up de bancos o pagos”, apunta Badel. En el caso del sector salud, el gestores y expertos analista reconoce que todavía tienen que investigar y profundizar más para buscar “que empresas son realmente las que se diferencian”.
En su opinión, esta visión de mercado y selección de activos provoca “una cartera muy diferente a los índices europeos y que a otros fondos competidores, pero que nos permite dar rentabilidades atractivas”, concluye.