El oro vuelve a captar la atención de los inversores que buscan activos refugio frente al previsible final de ciclo y el aumento de la volatilidad ante los riesgos geopolíticos. En opinión de WidsomTree, el ejemplo de que los inversores esperan una mayor volatilidad fue el aumento de flujos de entrada en ETPs sobre oro en mayo.
De hecho, desde que comenzaron las tensiones comerciales entre Estado Unidos y China, el oro se convirtió uno de los activos que más brilló, ya que aumentó un 0,4% en mayo. “Es probable que los activos defensivos como el oro tengan un buen desempeño en respuesta a los shocks comerciales”, apuntaba Nitesh Shah, director de análisis en WisdomTree, en aquel momento.
Pese haber transcurrido casi unos meses, Shah se reafirma en su visión: “Los inversores han seguido recurriendo a los aspectos defensivos del metal precioso, ante la continuación de la volatilidad de mercado. Una diferencia más notoria, es que el posicionamiento especulativo en los futuros sobre oro, dista mucho de los niveles de pesimismo del cuarto trimestre de 2018, lo cual indica las perspectivas positivas que muchos inversores mantienen sobre él. Asimismo los reembolsos en los fondos cotizados sobre oro (ETFs), han mermado considerablemente, sugiriendo que los inversores no están dispuestos a tomar beneficios a corto plazo. De esta forma mantienen sus posiciones por motivos defensivos y los riesgos latentes”.
WisdomTree ha actualizado sus proyecciones sobre el oro hasta el primer trimestre de 2020 y, en términos generales, considera que su precio actual es débil y que es plausible una subida a largo plazo. “Mantenemos una estimación relativamente conservadores de 1.385 dólares la onza para este horizonte desde los 1.290 dólares la onza actuales”, apunta Shah.
En este sentido considera que “el metal precioso es más propenso a subir, dado que es probable que los bancos centrales hayan culminado los ciclos de políticas restrictivas. Con muy poco margen para realizar recortes de tipos a pesar de esto último, es probable que a los bancos centrales los veamos recurrir a herramientas más creativas en caso de que enfrenten otro shock económico. Dado los efectos distributivos adversos de las medidas de flexibilización cuantitativa, las cuales parecen favorecer un redescuento de los activos financieros, ayudando a Wall Street más que a main street, sospechamos que los bancos centrales estarán bajo presión cuando a futuro les toque reconsiderar las herramientas de flexibilización. Es probable que dichos experimentos sean positivos para el precio del oro. Asimismo el metal tiende a beneficiarse en momentos de incertidumbre”.