Casi la mitad del mundo celebrará elecciones este 2024. En total, habrá elecciones en 74 países, los 27 de la Unión Europea y otros 47 de todo el mundo, lo que llevará aproximadamente a 4.000 millones de personas a pasar por las urnas. Estados Unidos, Reino Unido, India, Taiwán, Indonesia, Corea del Sur, México, El Salvador, Uruguay, Panamá y República Dominicana, Venezuela, la UE, Ucrania, Rusia y Sudáfrica son algunos de estos escenarios.
Para los mercados, las elecciones estadounidenses y en algunos mercados emergentes son las que más peso tienen. En global, uno de los aspectos que más preocupa es el auge del populismo, una tendencia que arrastramos desde hace un par de años. “Las consecuencias económicas de la globalización y de las políticas neoliberales hicieron que muchos europeos se sintieran inseguros y vulnerables, creando un ambiente propicio para la retórica populista. Los partidos populistas se presentaron como defensores de los valores tradicionales y explotaron el miedo a la inmigración, el cambio cultural y la erosión de la identidad nacional. Los partidos de centro tradicionales fueron percibidos como alejados de las preocupaciones de los ciudadanos de a pie, lo que allanó el camino para que los partidos populistas surgieran como la alternativa anti-establishment”, señala Saxo Bank.
Con el foco en EE.UU.
Según David Page, responsable del Equipo Macro Research de AXA IM, dada la importancia económica y geopolítica de EE.UU. y los caminos divergentes que los dos candidatos presidenciales más probables podrían tomar, es probable que las elecciones estadounidenses sean las más importantes de este año para el mundo.
“Las encuestas sugieren que en una revancha Biden vs Trump ganaría Trump, pero no son fiables a tan largo plazo. La evolución económica favorece al actual presidente. Además, hay que tener en cuenta que las elecciones al Congreso también serán importantes, ya que las matemáticas electorales para el Senado favorecen a los republicanos”, apunta Page.
En relación al impacto económico, Page señala que un segundo mandato del presidente Biden probablemente llevaría a un Congreso dividido. “Esto impediría la aprobación de leyes importantes y podría caracterizar su segundo mandato por la intransigencia política y los riesgos persistentes de cierres”, apunta.
Por su parte, comenta que un segundo mandato del expresidente Trump bien podría ver un Congreso unificado, y esperamos que evite la expiración de sus recortes fiscales del primer mandato a finales de 2025, lo que probablemente aumentaría aún más el déficit. Además, Trump ha sugerido aranceles del 10% empujando a EE.UU. aún más hacia el proteccionismo, lo que sugiere una vuelta a las guerras comerciales, y tememos inestabilidad geopolítica con Ucrania, Oriente Medio y China.
“Por lo demás, la nueva administración tendrá que centrarse en dos grandes desafíos. El primero es el endeudamiento público, ya que ni Biden ni Trump han discutido un plan a largo plazo para reducir los grandes déficits, que se prevén del 98% del PIB en 2023, 107% al final del próximo mandato presidencial y al 134% en 2040. Y el segundo, la política climática. Biden, por su parte, ha invertido mucho capital político y físico en incentivar la transición energética limpia de EE.UU, pero el partido republicano ha dado dos veces un vuelco a objetivos climáticos acordados internacionalmente”, señala Page.
¿Y cómo es la inversión en años electorales en EE.UU.? Según Matt Miller, economista político de Capital Group, aunque la volatilidad de los mercados puede aumentar en años electorales, lo cierto es que el partido político que acaba ganando las elecciones ha influido poco en la rentabilidad de los inversores a largo plazo. “Desde 1936, la rentabilidad anualizada a diez años de la renta variable estadounidense (según el índice S&P 500) obtenida al inicio de un año electoral fue del 11,2% cuando el Partido Demócrata ganó las elecciones y del 10,5% cuando el vencedor fue el Partido Republicano.
Para Eric Papesh, especialista de producto de renta variable en T. Rowe Price, si la historia nos sirve de guía, deberíamos esperar rendimientos positivos del mercado de renta variable estadounidense este año. “Aunque los mercados tienden a comenzar los años electorales en una posición más débil, ya que los aspirantes compiten por la nominación a principios de marzo, en los años en que un presidente en ejercicio se presenta a la reelección, esa debilidad no persiste”, explica.
De hecho, según este experto, en los últimos 60 años, el mercado de renta variable estadounidense no ha caído durante un año electoral en el que el presidente en ejercicio se presentara a la reelección. “Los presidentes en ejercicio tienen un fuerte incentivo para estimular la economía antes de las elecciones y es probable que la administración Biden utilice las herramientas a su disposición”, añade.
India: Modi busca su tercer mandato
Si ponemos el foco en India, la democracia más grande del mundo con 900 millones de votantes registrados, la gran pregunta es si Modi logrará un tercer mandato como primer ministro. Según explica Avinash Vazirani, gestor de inversiones y renta variable india de Jupiter AM, estas elecciones se celebran en un momento interesante.
“Dado que el gobierno está firmemente comprometido con el crecimiento, creemos que este hecho es positivo para la continuidad de las reformas y el desarrollo a medio plazo. Así, las reformas de este último mandato han sido determinantes para el buen comportamiento reciente de la India”, indica Vazirani.
Según el gestor, mientras el resto del mundo debe lidiar con unas condiciones financieras muy restrictivas y una inflación pertinaz, el crecimiento del PIB de la India alcanzó el 7% en el periodo de cuatro trimestres cerrado el tercer trimestre de 2023, impulsado por el crecimiento del consumo privado y la inversión, unas infraestructuras públicas digitales de primer nivel mundial y una economía que está formalizándose a un ritmo mucho más rápido del que se esperaba.
“En muchos aspectos, la India es la economía digital más avanzada del mundo, sostenida por unas cuantiosas inversiones públicas en el denominado «India Stack», que es de titularidad pública. La rapidez y comodidad de esta economía digitalizada ha incorporado al sistema financiero formal enormes cantidades de operaciones, con el resultado de que no solo ha mejorado la inclusión financiera, sino que también ha generado ingresos fiscales para la administración pública”, destaca.
Desde el punto de vista de la inversión, Vazirani apunta varios aspectos que no pueden pasar desapercibidos a los inversores: la sólida posición fiscal del gobierno, la excelente situación demográfica de la India, la inflación moderada, el saludable crecimiento económico y los factores técnicos favorables en forma de un conjunto creciente de inversores que acceden al mercado.
“Los que invierten en acciones indias que conviene prestar atención a las empresas que están bien posicionadas para beneficiarse de estas tendencias, especialmente la transición del capital desde la economía informal a la formal. La amplitud de las oportunidades que ofrece la bolsa india es grande, con más de 400 empresas con una capitalización bursátil superior a 1.000 millones de dólares, por lo que los inversores activos disponen de un rico conjunto de oportunidades para seleccionar”, concluye el gestor de Jupiter AM.
Otros mercados emergentes
Por último, desde Principal Investment apuntan que hay tres procesos electorales en los mercados emergentes que los inversores deberían tener en cuenta: México, Indonesia y Sudáfrica.
“Si bien la competencia presidencial en Estados Unidos está recibiendo mucha cobertura mediática, señala que hay tres elecciones en importantes mercados emergentes que podrían alterar significativamente el entorno político y económico de esos países, entre los que se incluye México. Por ello, como inversores en mercados emergentes, recomienda que a los tres procesos electorales señalados se les debe de prestar mayor atención”, advierte Damien Buchet, Director de Inversiones en Finisterre Capital, una subsidiaria boutique de Principal Global Investment.