Tras el referéndum del Brexit, la situación de incertidumbre política que se ha vivido en Europa ha hecho que los inversores de renta variable buscaran una menor exposición a esta región. En consecuencia, sus valoraciones se encuentran en niveles relativamente baratos en comparación con otras regiones. Según explica Ann Steele, gestora de senior de la estrategia Pan European Equities de Columbia Threadneedle Investments, la renta variable europea cotiza con unos múltiplos precio beneficio adelantados de 13,8 en la Eurozona y de 12,5 en Reino Unido y ofrece una rentabilidad por dividendo del 3,8% y 4,4%, respectivamente. Se trata de unas cifras especialmente atractivas si se contrastan con los niveles de la renta variable estadounidense, que muestra un ratio precio beneficio de 16,8 y una rentabilidad por dividendo del 1,9%.
“Recién alcanzado un acuerdo de resolución para el Brexit, la incertidumbre política se está aminorando en Europa. Desde un punto de vista legal el acuerdo cuenta con un plazo de 11 meses para ser completado. La Unión Europea ya aceptado que tendrán que suavizar ligeramente las condiciones, y dado que el acuerdo tiene que implementarse dentro del plazo convenido, se terminará por encontrar un amplio y simple acuerdo”, comenta Ann Steele.
En octubre de 2021, Alemania celebrará elecciones federales a las que Angela Merkel no se presentará y se espera que el partido verde alemán gane fuerza, por lo que es muy probable que tenga un mayor peso en un gobierno de coalición. En la opinión de Steele, esto será una cuestión favorable para los mercados porque se verá un incremento del gasto fiscal. “Alemania tiene un amplio superávit presupuestario que puede utilizar en la construcción de nueva infraestructura y reparación de puentes y carreteras ya existentes”, dice.
Según la visión de Steele, el único interrogante que podría considerarse como viento en contra sería la posible reelección de Trump y la imposición de nuevos aranceles. “Se han abierto tres guerras comerciales a la vez. A Europa ya se le han impuesto una serie de aranceles, ¿podría imponerse nuevos aranceles? No se sabe. Pero haber alcanzado un acuerdo “fase 1” implica que se alcanzará un acuerdo “fase 2” en algún momento. Estas negociaciones se están dando en plena campaña presidencial, por lo que será un tira y afloja que puede durar años, pero al final se llegará a un acuerdo. Los inversores han comenzado a considerar las posibilidades que ofrece la renta variable europea. Reconoce que el mercado está barato, sólo queda saber cuál será el factor que empuje a vender Estados Unidos para invertir en Europa, ¿será el dólar, serán los resultados de las elecciones presidenciales?, agrega dejando las respuestas en el aire.
Exposición a Reino Unido tras el Brexit
Ahora que Reino Unido ya no es miembro de la Unión Europea de forma oficial, la clave para invertir en este mercado es pasar de invertir en acciones de empresas de gran capitalización con una fuente de ingresos internacional, a empresas de pequeña y mediana capitalización con una fuente de ingresos más doméstica. “Las empresas que reúnen estas características suelen encontrarse en el índice FTSE 250, en el rango de empresas de pequeña y mediana capitalización. Sus valoraciones se encuentran más atrasadas que las acciones del FTSE 100 de gran capitalización. Nuestra estrategia tiene capacidad para invertir en todo tipo de capitalización, siempre que se den las condiciones de liquidez necesarias, se debe producir esa rotación. En particular, las empresas de construcción en Reino Unido siguen siendo atractivas, cotizando en unos ratios PE de una sola cifra y con una rentabilidad por dividendo del rango del 7% al 9%”, afirma.
La importancia de los factores ESG
Si hace 20 años, el mercado lo dominaban los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), y acabamos de tener una década dominada por las empresas FANGs (Facebook, Apple, Netflix y Google – Alphabet-), los próximos 10 años serán de la inversión con factores ESG (medioambientales, sociales y de buen gobierno). “La gestión pasiva tendrá un menor rendimiento que la gestión activa porque los factores ESG ganarán peso en la inversión. Este cambio llegará desde la regulación. Christine Lagarde, en su primer discurso al frente del Banco Central Europeo, ha manifestado su intención de integrar la lucha contra el cambio climático en la política monetaria y considerar los factores ESG en las actuaciones del banco central. Básicamente se trata de un discurso dirigido a los políticos en el que se les dice: entiéndalo. Además, estamos viendo como la financiación de aquellas empresas contaminantes tendrán un mayor coste de financiación”, explica.
La inversión con criterios ESG es la que contempla un universo de inversión más amplio. Le siguen los fondos de sostenibilidad y los de inversión de impacto, que reducen el universo de inversión con unos criterios más estrictos. Una estrategia que contempla factores ESG puede invertir en una empresa que contamina pero que cuenta con objetivos de mejora. El compromiso de los inversores es asegurarse que la empresa contaminante cumple con esos objetivos de mejora.
En los últimos cinco años, Columbia Threadneedle Investments ha estado construyendo un equipo especializado en factores ESG en Europa, Reino Unido y Estados Unidos, que examina los aspectos no financieros de la inversión. “Invertimos en los dos lados de la moneda, consideramos los factores financieros y los ESG. En la actualidad la mayoría de los gestores están utilizando la clasificación de MSCI ESG, pero nosotros hemos creado nuestro propio sistema de clasificación de inversión responsable. Si existe algún error en los ratings de MSCI, éstos son solo actualizados una vez al año, después de haber expuesto el caso y de plantear porque debe realizase un cambio de criterio en la clasificación. Este proceso puede tomar 3 o 4 años, pudiendo crear una burbuja en las valoraciones. Cabe esperar que se creen nuevos índices de sostenibilidad como el índice Dow Jones Sustainable y habrá nuevos índices desarrollados por MSCI. Se espera que la regulación en Europa sea extremadamente estricta.
Un ejemplo en la estrategia:
La estrategia Pan European Equities de Columbia Threadneedle invierte en Sika, una empresa de materiales innovadores para la construcción de origen suizo. En diciembre de 2014, la empresa recibió una oferta externa por parte de la firma francesa Saint Gobain para comprar la participación familiar de las acciones no públicas de la empresa. El estilo de gestión de Saint Gobain no era compatible con que Sika pudiera mantener una gestión independiente de su negocio. En ese momento, el precio de las acciones de Sika cayó bruscamente y en respuesta Ann Steele se comunicó con el consejo de administración y el presidente de la empresa para comentarles que seguían apoyando una gestión independiente de la firma.
Unos días después, Michael Larson, director de inversiones de la Fundación Bill y Melinda Gates, se puso en contacto con Steele. Con esta llamada surgió la idea de formar un consorcio de inversores junto con Fidelity para luchar contra esta adquisición. “Nos ha llevado tres años y medio, pero ha merecido mucho la pena. Hemos conseguido una rentabilidad superior al 290% desde diciembre de 2014 hasta 14 de mayo de 2018, fecha de la resolución. La estructura de gobierno se ha normalizado y las acciones correspondientes a la participación familiar se han vendido o cancelado. Sika está buscando ahora oportunidades de crecimiento orgánico y de adquisiciones que les permita incrementar sus ventas a una escala global. Este es un buen ejemplo de compromiso y de gobierno corporativo que reamente ha funcionado. La inclusión de factores ESG en nuestro proceso de inversión no es solo una nueva tendencia, es algo que hacemos y que nos tomamos muy en serio”, concluye.