Con un crecimiento global sincronizado, que se espera que continúe durante el resto del año, no debería haber ninguna razón por la que 2018 no fuera un buen año para la renta variable europea. Así lo afirma Ann Steele, gestora senior de la estrategia Threadneedle Pan European de Columbia Threadneedle Investments.
En el último ciclo, las acciones europeas han conseguido menores rendimientos con respecto al resto de la renta variable mundial porque sufrieron la crisis de la deuda soberana además de la crisis financiera global, retrasando su recuperación. En el continente europeo, el proceso de curación realmente no comenzó hasta 2015, pero son varios los motivos para ser optimistas. Según señala Steele, el consenso del mercado espera que el crecimiento del PIB para Europa se situé entre un 2,5% y un 2,6%. Además, el desempleo en el largo plazo en Europa ronda el 9%, mientras que hoy en día la cifra se sitúa en el 7% y en algunos países como Alemania gira en torno al 3%. “El mercado de trabajo ha avivado la recuperación, esto es una cuestión positiva para el mundo y ciertamente para Europa”, comenta Steele. “Tuvimos problemas políticos, problemas bancarios, pero sentimos que 2018 va a ser un buen año para la renta variable europea. Proyectamos un crecimiento del 12% al 15% en el crecimiento de los beneficios, teniendo en cuenta que renta variable europea cotiza con unos ratios precio-utilidad de 14x y una rentabilidad por dividendo de 3,2x, unos múltiplos relativamente más baratos que otras áreas globales. Es por lo que pensamos que los inversores deberían sobreponderar Europa”.
En últimos datos publicados, el indicador PMI (Purchasing Manager’s Index) alcanzó niveles de 58,6. Por lo general los sectores cíclicos tienden a tener un mejor rendimiento en un mercado en el que los indicadores PMI están aumentando, hasta alcanzar niveles de 60, y a partir de ahí dejan de tener un desempeño superior. “Creemos que todavía hay mucho espacio para el crecimiento. No creemos que un incremento salarial en Europa vaya a ser un problema masivo en la región. De hecho, en Reino Unido, no hay prácticamente ningún incremento salarial. Aunque la inflación esté comenzando a aumentar, será un incremento gradual y lento, porque sigue habiendo capacidad dentro del sistema. Hasta que no desaparezca este exceso de capacidad, no se verá una inflación desenfrenada”, añade.
Un momento positivo para los sectores cíclicos
Dado el actual escenario de beneficios positivos, Steele cree que los sectores cíclicos seguirán siendo muy atractivos y que continuarán obteniendo un rendimiento superior. “Tengo la capacidad de gestionar una cartera con unas 50 posiciones. Esto me permite ser bastante agresiva en la exposición a sectores dentro de la estrategia. En la actualidad, la cartera tiene 52 acciones, con un fuerte posicionamiento hacia las acciones cíclicas. Para comenzar, tenemos una sobreponderación en la totalidad del sector financiero, incluyendo bancos, aseguradoras y empresas financieras diversificadas. Creemos que los balances financieros han mejorado significativamente. El préstamo bancario ha comenzado a repuntar y con cada ciclo de recuperación el sector financiero se ve beneficiado”.
“En otra área en la que tenemos una sobreponderación son los sectores industriales, que claramente tendrán un papel en un rally cíclico. Dentro de este rubro estarían, por ejemplo, empresas como Volvo. Sin embargo, tengo una posición más neutral en energía, que he aprovechado para aumentar el peso en el sector tecnológico. Existe un espacio de excelencia en el sector de la tecnología europea. Durante bastante tiempo Arm Holdings, una multinacional de semiconductores y diseño de software que fue comprada por SoftBank Group”, comenta.
Según Steele, se debe ser cuidadoso en la selección de empresas de crecimiento en Europa, pues no serán compradas por los gigantes tecnológicos estadounidenses. “Podemos ver crecimiento en acciones como SAP o ASML Holding, que con sede en los Países Bajos es una empresa proveedora de chips. Entre sus principales clientes están Intel, Samsung o TSMC. El crecimiento en los próximos tres años será espectacular para esta compañía. Siempre que encuentro ideas reales de convicción, las incorporo en la cartera, en concreto esta es la cuarta posición mayor dentro de mi cartera”.
La brecha entre Europa y Estados Unidos
La renta variable europea se encuentra alrededor de un 25% más barata que la estadounidense y el ciclo está bastante más retasado. La continuidad del impulso en el ciclo de Estados Unidos dependerá del programa de gasto en infraestructura de la administración Trump. “Tras las recientes declaraciones en Davos, el dólar se depreció repentinamente y el euro se apreció ligeramente. En realidad, la Fed está elevando tasas en Estados Unidos, mientras que el Banco Central Europeo sigue manteniendo su programa de relajamiento cuantitativo. Creemos que el dólar está sobrevalorado y que debe regresar un poco”.
Si el euro llegara a apreciarse fuertemente esto podría suponer un problema para Europa que es principalmente un área exportadora. “Draghi seguirá siendo el presidente de la autoridad monetaria europea hasta finales de 2019. El BCE es muy pragmático, si hubiera una amenaza para el crecimiento económico en Europa, que sigue siendo muy frágil, muy probablemente intervendría con una política monetaria de de apoyo”.
Los riesgos políticos
Una cuestión que podría afectar a los rendimientos de la renta variable europea es la incertidumbre política que a la que todavía se encuentra expuesta la región. “El 4 de marzo habrá elecciones en Italia. Existe representación de partidos políticos contrarios a la Unión Europea, que no representan una amenaza inmediata pero que prometen unas pensiones más generosas y un mayor gasto para conseguir movilizar el voto y eso es precisamente lo que no queremos que los gobiernos hagan. Debemos ser cuidadosos con las promesas y concesiones por encima de la realidad”.
Además, Angela Merkel continúa teniendo problemas para formar gobierno y aunque el partido SPD haya lanzado el mensaje de que estarán encantados de formar una gran coalición, lo que sucede ahora es que los votos dependerán más de las juventudes que recientemente se han unido al partido, que por lo general están en contra de esa gran coalición. “Puede que se llegue a un acuerdo antes de Semana Santa y si no lo consiguen habrá nuevas elecciones en Alemania”, señala.
Por supuesto las negociaciones del Brexit seguirán creando ruido de fondo. “En las elecciones del año pasado no ganaron un claro mandato, pasando de Brexit duro a un Brexit blando, algo que en mi opinión será mejor para Reino Unido y Europa. Las dos partes deberán ser más flexibles, tomando entre cuatro y seis años para negociar los términos de negocio, por lo que está discusión seguirá en pie por muchos años”.
En cuanto a España, Steele cree que lo está haciendo fenomenalmente bien. “El problema en Cataluña es un ruido que resuena de fondo, pero al final del día las personas votan con su cartera. Siendo una de las principales áreas industriales, necesitan mantener sus empleos por muy pasionales que se sientan respecto a la independencia. Cuando vuelva a suceder una crisis, se alegrarán de ser parte de España”, concluye.