Estados Unidos es la economía desarrollada que más crece, y esto, a pesar de tener un gasto público muy reducido. ¿Qué ha cambiado en el último año en la economía norteamericana? Andrew Feltus, responsable de High Yield y Bank Loans y gestor de los fondos Pioneer Funds – Global High Yield, Pioneer Funds – U.S. High Yield, y Pioneer Funds – Strategic Income, repasa la situación de Estados Unidos y sus mercados de crédito en el Seminario “Embrace New Sources of Return” celebrado recientemente por la gestora en Miami.
“En el último año, la caída del precio de la energía ha supuesto un cambio en el comportamiento de los consumidores. El ciudadano de a pie, ha utilizado el dinero que ha dejado de gastarse en gasolina a pagar su deuda, y a ahorrar”, explica Feltus. En estos momentos, el consumidor norteamericano tiene mucha más flexibilidad y colchón que en 2008. “Los bancos también son mucho más robustos”.
Por otro lado, el empleo y la inflación salarial van relativamente bien, incidiendo de forma positiva en el consumo y los servicios, “que hacen el grueso de la economía de Estados Unidos”.
Feltus acumula una dilatada experiencia en renta fija, incluyendo mercados emergentes y divisas. En esta ocasión, centra su exposición en el fondo Pioneer Funds – Strategic Income.
Energía y liquidez, los puntos negros del mercado de crédito
Así, las compañías que han sufrido son casi en exclusiva las energéticas. “En este sector hay defaults, hay pérdidas de empleo y reducción del beneficio por acción, y no solo afecta a las compañías directamente relacionadas con la industria energética, sino a todas las que le dan servicio de forma indirecta, en especial las relacionadas con shale gas”. La crítica situación de este sector ha contagiado a todo el mercado de crédito high yield en Estados Unidos, que con sus spreads de 600 puntos básicos está descontando una tasa de default del 7,5%, cuando en realidad la tasa de default se encuentra en el 2,5%.
“Realmente, esto parece demasiado”, asegura Feltus. Aunque también agrega que hasta que no esté claro hacia dónde apunta el precio del petróleo, no están contemplando incrementar su exposición al sector energético, puesto que “la valoración es muy atractiva, pero los fundamentales son muy inciertos”.
Un problema añadido que afecta a todo el mercado de crédito es la liquidez. “La liquidez es una basura estos días”, afirma Feltus. “La falta de liquidez es lo que está provocando los spreads de crédito fuera del sector energético, pero si se soluciona el problema, ahora hay una oportunidad para entrar».
¿Es esto suficiente para frenar a la Fed?
Feltus explica cómo históricamente, el peor momento para los mercados son los 3-6 meses antes de que la Fed empiece a subir las tasas, “pero lo malo esta vez es que llevamos casi un año posponiendo las expectativas de la primera subida. La Fed quiere subir tipos, pero no quieren matar el ciclo, que es bastante bueno». Feltus, al igual que muchas otras voces de la industria, cree que probablemente a estas alturas el mercado reaccionaría bien a la primera subida, siempre que el mensaje continúe siendo de subidas suaves.
También apunta que ya hace un año que terminó el programa QE y el balance de la Fed se ha ido contrayendo desde entonces, “así que por ese lado sí ha habido un cierto ‘endurecimiento’ de la política monetaria”. Por su parte, la inflación general está controlada, pero es verdad que si se despieza el índice la energía tiene mucho efecto sobre ese control. De hecho, la inflación del sector servicios está ligeramente por encima del 2% -objetivo de la Fed-. Sin embargo, “la realidad es que en muy pocas ocasiones en la historia de la Fed -solo dos- ha subido tasas con el PIB creciendo por debajo del 4%, y esta es la situación actual”.
Estrategia barbell para alargar la duración
Ante la ralentización económica que se ha visto fuera de Estados Unidos, y las expectativas de inflación cayendo a mínimos desde 2008, el equipo del fondo Strategic Income ha decidido estar menos corto en duración que antes, pero a través de la compra de TIPS –bonos a largo plazo ligados a la inflación-, que deberían beneficiarse de una normalización en las expectativas de inflación. “No hay valor en la compra de Treasuries ahora mismo a no ser que estemos barajando un escenario de recesión, algo que no vemos en este momento”, asegura Feltus.
Un efecto que ser repite en la historia de ciclos alcistas de la Fed es el aplanamiento de la curva, con un efecto mucho mayor sobre la mitad más corta de la curva. Ante estas perspectivas el equipo está utilizando una estrategia barbell en la cartera, con bonos a muy corto plazo de un lado y TIPS del otro, para alargar la duración de la cartera y neutralizar este efecto.
Por último, Feltus se declara un gran fan del dólar. “Tenemos menos exposición a divisas distintas del dólar de la que hemos tenido en nuestra historia”.