Los fundamentales de la economía estadounidense siguen siendo muy sólidos, y también los de algunas small caps: de ahí que Amy Zhang, gestora del fondo Alger Small Cap Focus, de La Française, no se amedrente ante el actual entorno marcado por la volatilidad y los eventos geopoíticos, y confíe en el potencial de una estrategia que busca oportunidades en las empresas cotizadas de pequeña capitalización estadounidenses y se centra sobre todo ahora en el sector de salud y tecnología.
En un momento en el que hay dudas sobre la continuidad del rally en renta variable, ¿ofrecen las small caps un potencial mayor de revalorización que el resto del mercado?
Sí, así lo creemos porque los fundamentales de las empresas de pequeña capitalización son fuertes e, históricamente, han mostrado beneficios por acción superiores a las compañías de gran capitalización. Además, desde un punto de vista fundamental, las small caps estadounidenses han estado más expuestas a la economía doméstica que a la internacional, especialmente las compañías que tenemos en cartera. Además, el escenario de bajos tipos de interés ha favorecido su crecimiento.
Se dice también que estamos al final de ciclo… y las small caps están muy ligadas al ciclo… ¿es esto un factor en contra?
En general, puede ser, pero en nuestro caso invertimos muy poco en empresas cíclicas, preferimos invertir en compañías que tienen motores de crecimiento fuertes y seculares, lo que ofrece una oportunidad de inversión a largo plazo, especialmente a finales de ciclo. De hecho, creemos que la mejor forma de beneficiarnos del crecimiento futuro es tener exposición a la innovación. En este sentido, sectores como el tecnológico tienen una muy buena posición en nuestra cartera porque creemos que la mejor forma de que una sociedad progrese es mediante la innovación. En general, las empresas de pequeña capitalización pueden estar ligadas al ciclo, pero nosotros nos fijamos en los drivers idiosincráticos de cada compañía, aislándola del ciclo económico.
¿Pensáis que hay motivos para seguir siendo positivos con la renta variable, en general?
Depende de dónde se invierta. Por ejemplo, la guerra comercial va a continuar porque no tiene una fácil solución, pero para eso mantenemos una buena posición defensiva, por ejemplo, con posiciones en el sector de la salud a través de empresas que fabrican material médico. En este sentido, nuestra cartera no debería verse impactada de forma directa por este conflicto, pues este tipo de empresas se benefician de su exposición a las tendencias de la sociedad, como el envejecimiento o la búsqueda de la mejora de la calidad de vida. En cambio, no tenemos posiciones en empresas de hardware o semiconductores, pero sí en compañías de software que quedan al margen de la guerra comercial. En resumen, el grueso de la cartera está invertido en empresas de salud y tecnológicas y creemos que puede seguir superando el rendimiento anual de los mercados porque la macroeconomía no les afecta necesariamente.
¿Es entonces más importante pensar en los fundamentales que en la macro?
Para nosotros, los fundamentales de la empresa son más importantes. Somos inversores agnósticos de benchmarks, lo que significa que nuestra estrategia busca hacerlo bien, tanto en mercados alcistas como bajistas. Siempre hay ruido en el mercado, pero tenemos drivers especialmente fuertes, seculares e idiosincrásicos, que son esenciales para nosotros. Así que estamos bastante aislados del ruido del mercado y disponemos de las herramientas a largo plazo, gracias a la selección de valores y a una cartera centrada en el crecimiento y la calidad.
Por sectores, ¿alguno donde encontréis especialmente oportunidades?
Somos selectores de compañías bottom-up, pero dicho esto, el tipo de compañías que miramos tiene que tener beneficios e ingresos en el largo plazo, balances y cash flow fuertes, capacidades y una fuerte gestión. Así pues, el grueso de nuestra cartera está invertido en empresas de los sectores de la salud y de software, que son en cierto modo defensivas, pero también tenemos posiciones en empresas de consumo relacionadas con el crecimiento de la población y el desarrollo industrial, que son más cíclicas, pero en las cuales hemos encontrado oportunidades de crecimiento interesantes estando además algunas, infravaloradas. En esencia, somos selectivos, aunque el sector salud incluye varias cosas, desde material médico, diagnóstico, instrumentos, etc, no invertimos en biotecnología, sino en diagnóstico e instrumentos clínicos. Por otro lado, el software, en cierto modo, también es defensivo. Existe incertidumbre en el sector del hardware debido a la guerra comercial, que sin embargo no afecta tanto al software, ya que está más aislado. En general, creo que nuestra cartera está muy bien posicionada.
Y por países, ¿en qué mercados estáis encontrando más oportunidades?
El fondo está centrado en EE.UU., una economía que sigue mostrando fortaleza, aunque se haya ralentizado algo su crecimiento, pero los fundamentales de la economía estadounidense siguen siendo muy sólidos. Nuestra estrategia de crecimiento está funcionando muy bien, el entorno atrae a los inversores de crecimiento. En resumen, estamos bien posicionados.
¿Qué rentabilidades puede esperar un inversor en este activo?
Es una estrategia de largo plazo, con horizonte a tres y cinco años, y confiamos en continuar ofreciendo rendimientos atractivos en este periodo, superando al benchmark.