La economía estadounidense se ha recuperado, registra pleno empleo, está alcanzando su objetivo de inflación y hay perspectivas de crecimiento más sólidas. Así lo ve Amundi AM, para quien la coyuntura es algo distinta en Europa, donde la recuperación está dando todavía sus primeros pasos. Con ello en mente, la gestora ha reducido su exposición a renta variable y apuesta por la renta fija a corto plazo.
“Hemos vuelto a niveles anteriores a la crisis”, señaló Myles Bradshaw, director de Renta Fija Global Aggregate de Amundi, al mostrar los indicadores de inflación y desempleo de Estados Unidos en un encuentro con la prensa en Madrid. La entidad considera que, aunque la expansión continúa y el panorama general sigue siendo sólido, el crecimiento del PIB está “desacelerándose” y el próximo año se ubicará en torno al 3,6% a nivel mundial.
Esto -unido a la existencia de tensiones geopolíticas a corto plazo, como la guerra comercial, las divergencias en las estrategias de los bancos centrales de varios países y la incertidumbre en torno a la inflación y la depreciación de divisas- ha hecho que la gestora asuma una postura más conservadora. En ese sentido, ha apostado por diversificar el riesgo y, para ello, cuenta con varios gestores de carteras que adoptan distintas estrategias, contó en el evento la directora de especialistas de producto multiactivo, Reema Desai.
A su juicio, como es necesario estar atentos a los riesgos geopolíticos y sus posibles impactos macroeconómicos, ahora se encuentran en “modo risk off”, construyendo estrategias de valor relativo en distintos activos. En ese sentido, mientras que su riesgo habitual en los mercados bursátiles solía ubicarse entre el 10% y el 50%, actualmente este es del 9%, incluso después de los resultados de las elecciones en Estados Unidos, que Desai calificó de “positivos”.
En ese marco, han puesto un mayor énfasis en activos líquidos, de alta calidad y de mercados desarrollados. De ahí que su apuesta en bonos corporativos haya sido en sectores como los de telecomunicaciones o industriales, todas empresas de las que esperan dividendos sostenibles.
Según Desai, mientras reducen la exposición a renta variable, sí aumentan la duración de su apuesta en mercados como el estadounidense, donde la mantienen alrededor de dos años, una cifra que, en el caso del europeo, es de solo 0,2 años, a la espera de lo que pueda ocurrir en los próximos meses.
“Estamos navegando un ciclo financiero maduro en el que los bancos centrales están recalibrando la política monetaria. Es sabio mantenerse cautelosos”, aseguró, por su parte, la estratega jefe y directora adjunta de análisis económico, Mónica Defend, quien destacó el posicionamiento relativo que ha adquirido Amundi en sus fondos multiactivo. “Todos mantienen esta neutralidad o posición parcial y, dependiendo del fondo, tenemos un presupuesto de riesgo en torno al cual vamos jugando”, señaló.
Emergentes, en pausa
Defend también hizo referencia a la situación en China, donde, en su opinión, este verano ha habido un cambio de actitud y se está convirtiendo en un país “liberal”. “No quieren interferir en materia fiscal, mientras que las autoridades monetarias sí lo están haciendo. Además, hay un plan de inversiones en marcha: vemos un cambio”, afirmó.
Sin embargo, en la mayoría de economías emergentes, Amundi mantiene su estrategia conservadora y una asignación de activos más “defensiva”. “Preferimos países desarrollados, por lo que estamos tomando un descanso en los emergentes”, reveló Defend al apuntar que están realizando una explotación mucho más “selectiva” en estos mercados, donde solo apuestan por bonos de elevada calidad y siempre a corto plazo.