Amundi celebró el pasado 25 de enero una nueva edición de “La Noche Amundi”, su fórum anual de inversiones en el Auditorio Rafael del Pino, en Madrid. Un encuentro con clientes para compartir visiones y abordar los retos y oportunidades de cara a 2024. En su bienvenida, Marta Marín, consejera delegada de Amundi Iberia, destacó tres prioridades estratégicas de la firma respondiendo a los principales desafíos de la industria.
En primer lugar, la cercanía al cliente en el desarrollo de soluciones rentables y servicios adaptados, poniendo a su disposición todos los recursos de la firma y destacando el conocimiento y análisis económico del Amundi Investment Institute. En segundo lugar, el compromiso con la inversión responsable en interés de clientes y la sociedad, financiando la transición energética y apoyando los objetivos Net Zero con el desarrollo, entre otros, de la gama Net Zero Ambition en las principales clases de activos. Por último, el posicionamiento como actor tecnológico con Amundi Technology, la línea de negocio que ofrece soluciones a inversores institucionales (ALTO PMS y ALTO Sustainability); y bancas privadas y distribuidores (ALTO Wealth).
Un mundo con mayores tensiones
En la primera mesa, Anna Rosenberg, directora de Geopolítica en el Amundi Investment Institute, abordó el realineamiento geopolítico al que estamos asistiendo; desde un mundo bipolar en torno a Estados Unidos y China hacia una realidad más compleja donde varios países se abstienen de tomar partido, usando su posición para negociar mejores condiciones con ambos. Esto conduce hacia un escenario global con mayores tensiones, mayor proteccionismo y guerras económicas, mientras que disminuye la influencia de Estados Unidos y Europa.
Rosenberg también analizó la importancia de las elecciones en 2024, donde más de 4.000 millones de personas están llamados a las urnas en EE.UU., Taiwán, Reino Unido, Indonesia, México e India entre otros. Sobre las elecciones estadounidenses, Rosenberg aclaró que serán las más importantes del año, aunque sus implicaciones no se sentirán probablemente hasta 2025. Mientras que una victoria de Biden implicaría continuismo, una victoria de Trump traería consigo cambios relevantes a nivel comercial especialmente con China y a nivel defensa.
Por último, la experta analizó los escenarios posibles de los principales conflictos internacionales. En cuanto a Israel y Hamas, prevé que se mantenga una crisis limitada localizada en Gaza y Cisjordania, siendo el mayor riesgo de escalada una posible implicación de Irán y Estados Unidos. Sobre Ucrania, la incertidumbre se centra en los posibles efectos de una victoria de Trump en EE.UU. a nivel defensa y sobre la financiación a Ucrania.
En este escenario, considera que hay tres tipos de países podrían verse favorecidos por el realineamiento geopolítico. Por un lado, países que podrían ganar influencia política como India, Turquía o Brasil. Por otro, países que se beneficiarían de las tendencias de diversificación (respecto al gas ruso, como Estados Unidos, Qatar o Angola; con “tierras raras”, como Latinoamérica; y respecto a la diversificación de las cadenas de suministro diversificando respecto a China y Taiwán, en mercados como Vietnam, Malasia, Indonesia, Marruecos o México). El tercer grupo serían aquellos países que negocian nuevos acuerdos de defensa e inversión con Estados Unidos, como Filipinas.
Un posicionamiento dinámico en 2024
A continuación, Víctor de la Morena, CAIA, director de Inversiones de Amundi Iberia, compartió las convicciones de inversión de Amundi para 2024. A nivel crecimiento, Amundi prevé una desaceleración del crecimiento global hasta tasas de en torno al 2,4% frente al 3,1% de 2024, más notable en países desarrollados que emergentes, con el destacable freno de China que no consigue recuperar las tasas pre-covid fundamentalmente por la falta de dinamismo de su demanda interna y la crisis del mercado inmobiliario. En este contexto, se espera que en los próximos años el crecimiento chino se sitúe en niveles del 3%-4%, dejando protagonismo a países como México, Brasil, India o Indonesia. En el mundo desarrollado, Amundi prevé un crecimiento anémico por debajo del 1% tanto en Europa como en Estados Unidos. Este último mostró a finales de año una fortaleza inesperada que ha llevado a revisar al alza las estimaciones, manteniendo sin embargo las expectativas de una leve recesión en el primer semestre del año para retomar el crecimiento en el segundo.
En cuanto a la inflación, se espera que tanto en EE.UU. como en Europa se alcancen los objetivos del 2% a finales de año, aunque puedan existir repuntes puntuales. Esta progresiva desaceleración de los precios permitirá a los bancos centrales girar sus políticas de tipos a favor del crecimiento y comenzar un ciclo de recortes en torno a mayo-junio; si bien los tipos podrían mantenerse altos durante más tiempo si las economías siguen mostrando fortaleza, especialmente la americana. Este entorno de las carteras va a exigir un posicionamiento muy ágil y dinámico en 2024.
Así, a comienzo del año, Amundi muestra cautela en los activos de riesgo, infraponderando la renta variable y crédito de baja calidad; y son más positivos en deuda pública y tanto crédito como renta variable de calidad, no cíclica y value. A medida que avance el año, la inflación confirme su desaceleración y los bancos centrales comiencen a bajar tipos de interés, se podría ir añadiendo riesgo a las carteras en renta variable y reduciendo duración. En renta variable, sería el momento de pasar de compañías defensivas a cíclicas, de grandes compañías a compañías de menor tamaño; de Estados Unidos a Europa y emergentes; y considerar el estilo growth y high yield de forma selectiva.
Oportunidades en renta fija
A continuación, Cristina Carvalho, directora de Negocio Institucional de Amundi Iberia, moderó la mesa de Renta Fija en la que participaron Jonathan M. Duensing CFA, director de Renta Fija Americana de Amundi US y Ray Jian, director de Renta Fija Emergente, que analizaron el protagonismo de la renta fija en las carteras en 2024, siendo selectivos, dinámicos y poniendo el foco en la calidad.
Sobre las previsiones de la Fed en un contexto de menor inflación, Jonathan Duensing destacó que históricamente la Fed no ha mantenido el tipo de los fondos federales en niveles máximos durante mucho tiempo, pudiendo empezar a recortarlos en el segundo trimestre del año. En la búsqueda de oportunidades, destaca la importancia de ser selectivos y poner el foco en la calidad y las valoraciones, buscando oportunidades con retornos atractivos ajustados al riesgo, como financieras en crédito IG y crédito titulizado.
Por su parte, Ray Jian destacó que se prevé que el diferencial de crecimiento de emergentes frente a desarrollados se sitúe en 2024 en niveles máximos a cinco años, pudiendo beneficiarse técnicamente también de la infraponderación de estos mercados en los últimos años. Recordó que la deuda de los mercados emergentes suele presentar atractivas oportunidades al término de los ciclos de ajuste de la Fed y destacó Latinoamérica, donde los tipos de interés reales alcanzaron máximos de una década sin disposición de sus bancos centrales por recortar tipos antes que la Fed, favoreciendo el carry y la duración. Los principales riesgos a vigilar son mayormente geopolíticos, en particular la crisis de Oriente Medio.
Activos y selectivos en renta variable
En la mesa de Renta Variable participaron Fabio Di Giansante, director de Renta Variable Europea y Julien Albertini, Porfolio Managerde First Eagle Amundi International Fund, moderados por Blanca Comín, directora de Wealth y Banca Privada de Amundi Iberia.
Fabio Di Giansante señaló la importancia de ser activos y selectivos, poniendo el foco en el análisis fundamental, las valoraciones y el timing, tras los años de Quantitative Easing. Añadió que el mercado cada vez reacciona de forma más rápida, lo que hace necesario ser dinámicos y ágiles a la hora de construir carteras equilibradas enfocándose no solo en las oportunidades sino también en cubrir riesgos. Destacó el atractivo de Europa desde el punto de vista de valoración respecto a Estados Unidos; especialmente de aquellas compañías europeas con más del 50% de ingresos son globales. A nivel sectorial, destacó la transición energética, la inteligencia artificial, infraestructuras y sectores defensivos como el farmacéutico y medtech; o determinados bancos globales a nivel más táctico.
Julien Albertini recordó que el futuro es incierto, así que ponen el foco en el margen de seguridad -la diferencia entre el precio y el valor-, en lugar de hacer previsiones macroeconómicas. Actualmente ven poco margen de seguridad en Estados Unidos y, dado el riesgo geopolítico, los inversores podrían experimentar algunas decepciones. El equipo de First Eagle busca construir carteras resilientes con negocios de calidad, difíciles de replicar, con ventajas competitivas y a precios razonables. En este sentido, destacó el potencial actual del sector inmobiliario, especialmente inmobiliario comercial con el activo correcto, en la localización correcta y el precio adecuado.
ESG, ETFs…
El evento continuó con la presentación de algunas ideas de inversión por Julia Salazar, Sales Manager especialista en ESG de Amundi Iberia, como Amundi Funds Pioneer Strategic Income, una estrategia de renta fija multi-sector activa y diversificada gestionada por un equipo experimentado liderado por Jonathan Duensing; o First Eagle Amundi Sustainable Value Fund, replica la estrategia del reconocido First Eagle Amundi International Fund con un foco ESG.
Juan San Pío, director comercial de Amundi ETF, Indexing & Smart Beta para Iberia & Latinoamérica, repasó la posición de Amundi ETF como proveedor líder en Europa, con más de 300 ETFs y 200.000 millones de euros bajo gestión a cierre de 2023.
A modo de conclusión, Thierry Ancona, director de la División de Distribución, miembro del Comité Ejecutivo de Amundi y presidente del Consejo de Administración de Amundi Iberia, destacó la cercanía de la firma con los clientes de la Península Ibérica como aliados de crecimiento y desarrollo conjunto. También destacó la resiliencia de Amundi, gracias a un modelo de negocio diversificado y la capacidad para satisfacer las necesidades de los clientes.
Así, Amundi gestiona 2 billones de euros en 35 países con más de 1.000 clientes institucionales, 600 distribuidores y 100 millones de clientes particulares, a quienes ofrece soluciones de inversión y servicios cada vez más personalizados.