El crecimiento, la política monetaria y la geopolítica: son los tres factores principales que Amundi Asset Management cree que van a generar riesgos y oportunidades a lo largo de 2019, según su directora de estrategia y directora adjunta de análisis y estrategia macro, Monica Defend. La actitud de la gestora a la hora de gestionar carteras es “táctica” y “flexible” y, actualmente, tras la caída en renta variable registrada en diciembre, cree que, si se los selecciona con cautela, los activos de riesgo pueden ofrecer un perfil riesgo-beneficio superior al de la renta fija. Además, ve buenas opciones en emergentes y prefiere la renta variable al crédito.
La ralentización de la economía en el último trimestre del año no pilló a Amundi AM por sorpresa y, ahora, espera que se mantenga durante los primeros meses de 2019, junto a un crecimiento moderado del PIB sincronizado a nivel global, la consiguiente recuperación de algunas inversiones y una inflación contenida. En concreto, prestarán especial atención a China, no solo por su crecimiento interno sino por el derrame que puede tener este hacia otros países de Asia, algo que ven probable si efectivamente las medidas monetarias y fiscales del país tienen éxito y logran hacer frente a la desaceleración de 2018.
El segundo asunto clave para este año es, a su juicio, la política monetaria, especialmente la que implementen la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo. En concreto, de la primera esperan una subida este año, mientras que no creen que el segundo pueda realizar movimiento alguno e iniciar la normalización en 2019, sino que, lo más probable es que tenga que esperar hasta 2020. “Es un momento delicado para el BCE”, apunta Defend.
Por último, señala el tercer tema fundamental para este año y que, a su juicio, es el más desafiante de todos: la situación política global. Las elecciones europeas, las consecuencias del cambio político en México y Brasil, los comicios en países emergentes como India o el Brexit son algunos de los temas que Defend cree que van a continuar generando incertidumbre en 2019. Sobre este último, ve difícil pronosticar el desenlace, por lo que asegura que lo importante es estar preparado y proteger las carteras.
El “movimiento” ocurrido en diciembre cambió su visión, ya que, a su juicio, abre una ventana de oportunidades en el lado de los activos de riesgo. Los mercados emergentes pueden ser los que más se beneficien de estas circunstancias. Allí, para Amundi AM, parece haberse producido una “re-alineación de constelaciones”, al debilitarse el dólar y reducirse los tipos en Estados Unidos, lo que puede llevar a un reposicionamiento táctico sobre esas economías. Sin embargo, la gestora advierte de los riesgos idiosincráticos de los emergentes y el calendario electoral que les espera, por lo que apuesta por ser selectiva y apuntar a países concretos con historias de valor relativo, como es el caso de China.
Mientras, la incertidumbre en torno a la política monetaria y la geopolítica le lleva a posicionarse sobre/entre las curvas y sobre las divisas. Dadas las circunstancias, se mantendrán cortos en la Eurozona “core” y largos en Estados Unidos.
Para Amundi AM, las dinámicas de la deuda serán el principal catalizador de un posible deterioro de las condiciones financieras, por lo que ve fundamental buscar formas de endeudamiento sostenible en todas las clases de activos.
Defend también ha hecho hincapié en la necesidad de mantener la mirada puesta en los fundamentales micro, especialmente los ingresos y los márgenes de las empresas, ya que, bajo su punto de vista, los mercados han estado “sobrerreaccionando” al riesgo de recesión. Como sí piensa que se va a mantener la ralentización durante los próximos meses, insiste en apostar por un posicionamiento cauteloso en los activos, con el sesgo del riesgo siempre presente.
Por su parte, el director de renta variable temática de Amundi AM, Vafa Ahmadi, considera que, después de una década en la que la volatilidad había sido aplastada por la expansión cuantitativa (EC), ahora ha arrancado un nuevo régimen. “No estoy diciendo que haya una crisis, pero existe una revisión del riesgo y de la volatilidad”, asegura. En ese sentido, destaca que no es un año en el que los inversores quieran estar expuestos a negocios de alta volatilidad porque todavía no se sabe la dirección que puede tomar el mercado.
Por ese motivo, considera que, en fondos temáticos, lo más acertado es centrarse en dos fondos: el CPR Food for Generations y el Silver Age. Ambos, a su juicio, son fuentes de crecimiento permanente y reducida volatilidad. El primero por el crecimiento demográfico y el desarrollo económico que están aumentando la demanda de alimentos e impulsando cambios de hábitos; y el segundo por la transformación tecnológica a nivel mundial.