La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) es un organismo regional de las Naciones Unidas que acaba de publicar su Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2016, en el que se recalca “la urgencia de movilizar la inversión, tanto pública como privada, para promover la recuperación económica de la región y satisfacer los desafíos que impone la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.
Los expertos de esta entidad internacional aseguran que “la capacidad de los países para acelerar el crecimiento económico depende de los espacios para adoptar políticas que apoyen la inversión. Estas políticas deben acompañarse con esfuerzos para cambiar la conversación entre el sector público y las empresas privadas. Aumentar la productividad es también un desafío clave para avanzar en una senda de crecimiento dinámico y estable”, ha señalado Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL. Popular ha recogido en su blog los puntos más significativos del informe, que se explican a continuación.
Comportamientos divergentes
En el ámbito regional, la CEPAL pronostica para América del Sur una caída del -2,1% en 2016, “afectada principalmente por una menor demanda externa y una importante desaceleración de la demanda interna, que refleja una significativa caída en la inversión doméstica”. Sin embargo, Centroamérica crecerá un 3,8% “gracias al impulso derivado de una mejora en sus términos de intercambio, producto de un menor precio de los hidrocarburos, la recuperación de su demanda externa e interna y un aumento de los ingresos por remesas”, mientras que la zona del Caribe sufrirá una contracción del 0,3%.
Según los datos que maneja la CEPAL, en este ejercicio se prevé que seis países de la zona entren en recesión: Venezuela (-8%), Surinam (-4%), Brasil (-3,5%), Trinidad y Tobago (-2,5%), Ecuador (-2,5%) y Argentina (-1,5%). Paralelamente, el crecimiento en esta región estará encabezado por República Dominicana (6%), Panamá (5,9%), Bolivia (4,5%), Nicaragua (4,5%) y Costa Rica (4,3%).
Buscando soluciones
En su Estudio Económico 2016 la CEPAL urge a retomar la senda del crecimiento y movilizar los flujos financieros para el desarrollo. “Para ello se requiere cambiar las estructuras tributarias de los países para mejorar la recaudación y la progresividad, fortalecer el impuesto sobre la renta, tanto de personas como de empresas, y combatir la evasión y elusión fiscal, que alcanzó 6,7 puntos del PIB regional en 2015, con un monto total estimado de 340.000 millones de dólares”, afirma el documento de trabajo que acaba de publicarse.
Asimismo, el informe señala que “es necesario promover coaliciones renovadas público-privadas y políticas que creen incentivos adecuados para canalizar el financiamiento hacia los objetivos de desarrollo. Además, se debe potenciar la inclusión financiera como una política de inserción productiva mediante la creación de mercados y nuevos instrumentos innovadores”, concluye el documento de este organismo regional de la ONU.
El informe indica que la economía mundial mantendrá bajos niveles de crecimiento, que serán acompañados por una lenta expansión del comercio, factores a los que se suman el deterioro en los precios de exportación de los productos básicos de la región y la mayor incertidumbre y volatilidad financiera internacional, que han aumentado tras la decisión del Reino Unido de salir de la Unión Europea, un hecho que ha generado mayores riesgos acerca del comportamiento del crecimiento global.