Los recientes episodios de volatilidad en los mercados han subrayado el impacto de un dólar fuerte en América Latina, dicen desde el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés). En un informe reciente, el primero en una serie dedicada a sondear este fenómeno en los distintos mercados emergentes, la entidad delineó los distintos factores que han impactado a las divisas de la región. Uno en particular le ha pesado a la categoría: el carry trade.
El documento –firmado por Marcello Estevão, Managing Director y economista jefe; Martín Castellano, Head of LatAm Research; y Jonathan Fortun, economista de la entidad– señaló que “el desarme de estrategias de trading populares, como los carry trade, donde los inversionistas obtienen ganancias de los diferenciales de rendimiento entre monedas, ha exacerbado la depreciación de las divisas emergentes”.
En esa línea, el IIF indicó que estas operaciones se han vuelto menos atractivas, a medida que los factores idiosincráticos, incluyendo un alza en la incertidumbre política por procesos electorales y tensiones sociales en muchos países, han inyectado volatilidad a los activos emergente, lo que se refleja en cambios en las tasas de interés locales.
“Por ejemplo, la reciente debilidad del peso mexicano fue impulsada por el desarme de un considerable carry trade de divisas que llevaba muchos años creciendo, gatillado por las preocupaciones que surgieron tras la reciente elección de México, sobre una mayor intervención del Estado en la economía y controles y contrapesos políticos más débiles”, explicaron.
Además, acotaron, estas situaciones han tenido efectos a lo largo de las monedas latinoamericanas, lo que resalta la interconexión de los mercados.
Desarrollar herramientas
Mirando hacia delante, los desafíos se verán a lo largo del vecindario, según escribieron los economistas de la entidad. “Estos países todavía están lidiando con las implicaciones más amplias en medio de procesos de desinflación difíciles, espacio fiscal limitado y una elevada dependencia a los precios de los commodities”, señalaron.
Eso sí, el IIF destaca que el panorama es heterogéneo en la región, con países más impactados por el alza del dólar, como Argentina, con su demandante deuda externa; y otros que tienen más espacio para maniobrar, como Chile, con una economía más estable y fuentes de financiamiento más diversificadas.
Considerando este contexto, y con la expectativa de que el dólar no pierda su corona como divisa de uso global –lo que no ven como probable–, el llamado del IIF es a que los países latinoamericanos desarrollen herramientas para lidiar con las fluctuaciones.
“Aunque hay crecientes desafíos, incluyendo diferenciales de tasa más estrechos en EE.UU., el dominio del dólar en la arquitectura financiera internacional parece continuar, entregando fuertes incentivos para que los países emergentes desarrollen mecanismos para lidiar con ello, como políticas macroeconómicas sólidas y consistentes, amortiguadores externos y estrategias de diversificación de comercio e inversión”, indicó la entidad en su informe.
Por ahora, el IIF también destacó que lo que está dibujando la respuesta de América Latina a las fluctuaciones del dólar son las diferencias a nivel de estructura económica, exposición a la deuda externa y la dinámica de comercio exterior de los principales países. “El desarme de carry trade y la utilización del dólar como arma han complicado aún más el panorama financiero global”, acotaron.