Entre el 0,5% y el 1% del Producto Interior Bruto (PIB) peruano se pierde como consecuencia de la corrupción. Esto es el equivalente a casi el 5% del presupuesto general del país. Así lo recogen los estudios de la Universidad de ESAN. La inestabilidad del gobierno, el clima de incertidumbre social y política, además de la falta de visión respecto a las elecciones generales del 2021 se presentan como riesgos importantes que podrían complicar el horizonte de inversiones en el corto plazo, advierte un informe de Zest Capital.
Los últimos cuatro años, desde el inicio del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) el 28 de julio del 2016, han estado marcados por un clima de corrupción, divisiones internas e inestabilidad política. Poco después de su legislatura, salieron a la luz diversos escándalos de corrupción que vinculaban a varios funcionarios públicos con la constructora brasileña Odebrecht por haber recibido sobornos en la adjudicación de obras públicas y en la entrega de dinero ilícito a favor de las campañas electorales de diversos candidatos presidenciales.
El resultado de la crisis política ha sido el paso de dos presidentes, cinco gabinetes ministeriales, la disolución del congreso y, finalmente, la convocatoria nuevas elecciones parlamentarias para el 2021. Todo en menos de cinco años.
¿Cómo se ha visto afectada la economía?
Todo este entorno ha repercutido negativamente en el crecimiento económico del país y en las perspectivas actuales de los negocios, señala el informe de Zest Capital. El índice de confianza de los consumidores aumentó en el segundo trimestre del 2016, después de las elecciones presidenciales ante las buenas expectativas del gobierno de derecha de PPK. No obstante, los numerosos escándalos de corrupción y la incapacidad del gobierno para realizar proyectos y reformas, debido a la falta de apoyo parlamentario, han contribuido a la creciente incertidumbre política y han afectado directamente en la confianza de los negocios, señala el análisis.
El clima de obstruccionismo en el Congreso y la falta de apoyo popular al gobierno también se vieron traducidos en una menor inversión pública, destaca Zest Capital. La ejecución del presupuesto nacional para proyectos, por ejemplo, se ha mantenido por debajo del 70% en los últimos cuatro años. No solo esto, sino que el informe también refleja una tendencia a la baja para su ejecución, que ha disminuido en aproximadamente un 6% anual promedio desde el 2015. El gobierno actual tiene menos de un año para poder compensar la falta de avances de los últimos cuatro años antes de las nuevas elecciones e en un contexto de gran incertidumbre política, aumentando potencialmente los sesgos a la baja para el crecimiento económico del país.
Según un informe de Macroconsult, se espera que se ejecute casi 71,000 millones de dólares en proyectos de inversión entre el 2019 y el 2023. Esto equivale a un promedio de 14,000 millones de dólares al año, lo que representará el 23% de la inversión total y el 5,4% del PIB en dichos años. No obstante, de no realizarse algunos proyectos que de momento se califican con probabilidad media, los flujos de inversión podrían caer hasta 9,000 millones de dólares en promedio, teniendo un impacto sumamente negativo en el crecimiento económico, advierte el análisis.
Según el informe, los sectores con peor desempeño han sido aquellos relacionados con la actividad económica primaria como el sector de pesca, el minero y el de manufactura. El sector no primario continúa fuerte, en particular en el sector de servicios y construcción, pero podría verse afectado ante una desaceleración económica más fuerte.
Y en el mundo, ¿qué ocurre?
En general, nos encontramos en un contexto de desaceleración global, aseguran desde Zest Capital. El Fondo Monetario Internacional rebajó sus perspectivas y ha predicho un menor crecimiento económico para el 2019 y 2020 tanto para Perú como para el resto de las naciones, resultado principal de la guerra comercial entre EE. UU. y China.
La desaceleración global es un riesgo para el crecimiento peruano, exacerbando la desaceleración en las exportaciones y en los mercados primarios, advierte Zest Capital. El cobre, por ejemplo, representa más del 50% del PIB minero metálico, casi el 10% del PIB nacional y el 61% del valor total de las exportaciones peruanas. Debido a que el precio de este commodity está muy relacionado a los indicadores de crecimiento económico globales Perú está sumamente expuesto no solo a factores internos, sino también a la volatilidad y crecimiento del resto del mundo.
¿Qué ha hecho el Banco Central de la Reserva del Perú al respecto?
El Banco Central de la Reserva del Perú (BCRP) es una institución autónoma, encargada de preservar la estabilidad monetaria dentro del país. Ante el contexto discutido, el BCRP decidió recortar la tasa de referencia en agosto de 2,75% a 2,5% con el propósito de estimular el crecimiento económico, citando los riesgos a la baja de la actividad económica mundial, indicadores de la actividad económica primaria negativos y una menor ejecución de la inversión pública en el período enero-julio.
Desde la entidad, no muestran preocupaciones respecto a la inflación, pero sí es probable que existan sesgos a la baja por la posibilidad de un crecimiento de la demanda interna menor al esperado. Desde Zest Capital consideran que las expectativas de inflación probablemente se mantendrán en un rango de 2,1%-2,2%.
Además, toda la región ha seguido una tendencia a depreciarse respecto al dólar. Mientras, el sol peruano se ha mantenido relativamente estable a pesar de todo el contexto internacional. Esto, ha creado una divergencia del sol con respecto a la tendencia de la región.
A medida que aumentan los riesgos económicos, sociales y políticos, es probable que el comportamiento de la moneda se apegue más a la tendencia de los países vecinos, señala el informe de la fintech. Por ejemplo, el peso chileno, que históricamente se ha comportado de manera muy similar al sol, ha sufrido una depreciación como resultado de los recientes problemas sociales.
En conclusión, el informe destaca una serie de riesgos que, de ocurrir, podrían llevar a una desaceleración económica aún más pronunciada. Si este fuese el caso, se dependería de la intervención del Estado a través del uso de la política monetaria y fiscal para contrarrestar un entorno internacional complicado y la creciente incertidumbre política y social, apunta Zest Capital.
Inversiones en Perú, ¿riesgos subvaluados?
Actualmente, Perú cuenta con una cultura financiera poco sofisticada y se caracteriza por tener un mercado sumamente concentrado, con poca información disponible respecto a opciones de inversión, declara el informe. En este sentido, muchas veces se crean sesgos conductuales que llevan a los inversores a tener una asignación de su portafolio poco eficiente sin suficiente diversificación.
Uno de estos sesgos es el de las inversiones locales, que lleva a los inversores a sobreponderar las inversiones provenientes de su propio mercado, señala Zest Capital. Esto se debe a que las inversiones en el mercado local usualmente pueden ser más conocidas, de más fácil acceso o estar sometidos a ciertos beneficios tributarios. Otras veces, los inversores tienden a ser más optimistas sobre el panorama local en comparación con un inversor extranjero, lo que los lleva a subestimar el riesgo que toman, advierten.
En esa misma línea Zest Capital advierte de que estar concentrado en un único mercado puede llevar a duplicar el riesgo. Los ingresos, ya sea de empresas propias o como trabajadores dependientes, están directamente influenciados por el crecimiento económico. Que las inversiones sean únicamente locales exacerbaría las pérdidas ocasionadas por una potencial desaceleración, señala el informe.
De acuerdo con los resultados económicos del tercer trimestre de 2019 de las principales compañías representadas en el mercado bursátil peruano, la tendencia a corto plazo sigue siendo preocupante, según Zest Capital, por todo el contexto mencionado anteriormente. Las compañías de los sectores de infraestructura y minería siguen mostrando un decrecimiento en sus ingresos y utilidades, mientras que los sectores de finanzas y consumo aún se muestran resilientes, pero principalmente gracias a una estrategia de eficiencia operativa. En general las utilidades han caído un 0,8% comparado con el mismo periodo del año pasado.
En este sentido, el informe resalta las últimas noticias respecto a la acogida que han tenido las distintas alternativas de inversión local, sobre todo las que tienen como riesgo subyacente la solvencia financiera de las compañías. El análisis destaca algunos de los fondos de inversión más populares y sus diferentes niveles de riesgo:
1. Fondos de inversiones Inmobiliarias (FIBRA’s/ FIRBI’s)
FIRBI: Es un fondo de inversión en renta de bienes inmuebles, cuya finalidad es realizar inversión en proyectos inmobiliarios.
FIBRA: Es un fideicomiso de titulación para inversión en renta de bienes raíces que tiene como objetivo desarrollar proyectos inmobiliarios, ya sea adquiriéndolos, construyéndolos y después arrendándolos.
El riesgo de este tipo de fondos es la coyuntura económica, por ello, el análisis subraya la importancia de la diversificación ante un contexto de incertidumbre y riesgos potenciales que podrían afectar a la economía. Adicionalmente, estas estrategias suelen contar con menos liquidez y son instrumentos a largo plazo. A pesar de que estos fondos han logrado acortar sus plazos de inversión, es importante tener en cuenta que el horizonte de inversión recomendado oscila entre 3 a 7 años, advierte Zest Capital.
2. Fondos de inversión de factoring
Su objetivo es generar rentabilidad al prestar financiación a corto plazo a empresas a cambio de la cesión de derechos de sus facturas con un descuento para luego cobrarlas en su totalidad. Una gran parte de estas empresas son PYMES, pequeñas y medianas empresas con una facturación anual de 151-1,700 y hasta 2,300 UITs, respectivamente. El riesgo de este tipo de fondos recae en que el inversor “toma” el riesgo crediticio del deudor. En un contexto de desaceleración económica, podríamos ver un incremento en el riesgo crediticio y una mayor probabilidad de impago de las facturas, subraya el análisis de la fintech.
Actualmente, algunas compañías en el mercado han estado teniendo problemas para hacer frente al pago de estas obligaciones. Desde Zest Capital recuerdan que, por lo general, las compañías que recurren a este mecanismo de financiación tienen un elevado nivel de capital de trabajo requerido, con lo que necesitan generar liquidez a corto plazo recurrentemente para seguir operando.
3. Fondos de Leasing Operativo: su objetivo es comprar activos requeridos por empresas domiciliadas en Perú, a fin de otorgar leasing operativo por los mismo durante un período de tiempo. Suelen ser compañías grandes y medianas con grandes requisitos de financiación de activos específicos para sus operaciones, señala Zest Capital.
4. Fondos de deuda privada: su objetivo es otorgar financiación a PYMES que, por algún motivo en especial, tienen acceso limitado a una financiación bancaria tradicional (sobre apalancamiento, investigaciones legales, costo bancario elevado, entre otros). En este sentido, estos fondos brindan líneas de crédito bajo estructuras legales complejas. Sin embargo, a pesar de que toman todo el resguardo posible para mitigar el elevado riesgo crediticio al que se enfrentan, el riesgo principal detrás será el contexto económico del país dado que son compañías que tienen una elevada dependencia a la demanda interna, advierte Zest Capital.
5. Otros fondos: el informe recoge diversos tipos de fondos adicionales, sobre todo en el lado privado de la regulación pero que no son considerados como populares en 2019, pero que están no dentro de lo que en el 2019. Sin embargo, el informe advierte de que siempre se debe tener presente cuál es el riesgo fundamental al que se expone el inversor para el éxito de toda estrategia.
¿Cómo diversificar el riesgo local?
El PIB de Perú representa menos del 0,3% del PIB mundial. Considerando que todo portafolios de inversiones prudente no está concentrado al 100% en inversiones locales, el informe destaca algunas de las opciones de inversión con exposición al mercado internacional disponibles actualmente:
1. Invertir a través de una sociedad agente de bolsa: Según Zest Capital esta opción es la más adecuada para aquellos inversores con bastante conocimiento de los mercados financieros ya que requiere que estos elijan los activos en los que desean invertir. Dependiendo del tipo de acción o índice, la tasa de impuestos a la que están sujetas las inversiones locales puede ser mayor.
2. Fondos mutuos: De acuerdo con Zest Capital, esta alternativa ofrece un abanico de posibilidades de estrategias de inversión, dentro de un marco de renta fija y renta variable. En ese sentido, advierten, se debería tener cuidado para no elegir una estrategia que tenga como foco inversiones locales, sino por el contrario un FFMM con enfoque internacional.
3. Fondos Alternativos:
Estrategia de inversión en notas estructuradas: son productos más sofisticados que pueden ofrecer una protección al capital invertido. Ante una mayor volatilidad en el mercado, este tipo de productos pueden ofrecer retornos atractivos, minimizando la exposición de riesgo del portafolio total. Al ser productos más complejos, dentro de lo que se considera inversiones no tradicionales, lo recomendable según Zest Capital es contar con un fondo o asesor que tenga claro todas las características y riesgos para que nos puedan explicar de una manera transparente.
Productos de capital garantizado: ofrecen un potencial de rendimientos entre el 3% y el 7% anual, pero aseguran la devolución total de la inversión sin pérdida alguna.
Productos ligados al riesgo crediticio: se paga un cupón periódico y dependen de una cartera de activos de renta fija. Ofrecen un potencial de rendimientos entre el 5% y el 7% anual actualmente. Su riesgo depende del riesgo crediticio de las empresas en las que se invierte, advierte el informe. Por lo general, permite tener un excedente de retorno con respecto a invertir directamente en bonos tradicionales. Excelente para una coyuntura como la actual, donde la renta fija tradicional se encarece cada día más, señala Zest Capital.
Productos con barrera de protección: ofrecen rendimientos a la medida, dependiendo de la cartera de los subyacentes se puede obtener retornos de renta condicionada desde 5% hasta 12% anual en dólares.