Con las rentabilidades crediticias a día de hoy por debajo de su media histórica, Pioneer Investments cree que considerar el posicionamiento en el mercado de deuda subordinada puede ser una solución para los inversores en renta fija. Este tipo de activo está evolucionando de manera muy importante alcanzando un mercado que supera ya los 100.000 millones de euros con emisiones de múltiples sectores.
Invirtiendo en títulos de deuda subordinada emitidos en su mayoría por emisores con categoría investment grade, los inversores tienen el potencial de conseguir rentabilidades más altas mientras se incurre en un ligero aumento del riesgo crediticio. Al invertir en este mercado, los inversores no se ven forzados a buscar ganancias en rentabilidad a costa de un aumento en duración.
“Con la dificultad cada vez mayor para encontrar rentabilidades, los inversores pueden optar por bonos con mayores vencimientos o emitidos por compañías con diferenciales de crédito más amplios, pero sabiendo que el potencial aumento de rentabilidad puede que no esté compensado por los riesgos subyacentes asociados a esta estrategia, sean la subida de tipos o el aumento de riesgo de impago”, explica Tanguy Le Saout, director de Renta Fija Europea de Pioneer.
Según los análisis de la firma la deuda subordinada suele tener diferenciales entre dos y cuatro veces mayores que los títulos de deuda senior, y pueden ofrecer rentabilidades al menos entre dos y tres veces más altas que los bonos senior emitidos por compañías de calidad crediticia similar.
Con la vista puesta en este objetivo, Pioneer Investments ha lanzado una estrategia dedicada a invertir de manera global en bonos subordinados, cuyo objetivo es obtener rentabilidades similares a las ofrecidas por el mercado high yield, pero invirtiendo en deuda de emisores con calidad crediticia investment grade. Gestionada por Tanguy Le Saout y Vianney Hocquet, portfolio manager, la estrategia invierte tanto en deuda subordinada de instituciones financieras como en híbridos corporativos de emisores con buenos ratings.
“Creemos que tener un enfoque de asignación flexible entre híbridos corporativos como en bonos subordinados de financieras, debería permitir a la cartera localizar oportunidades a nivel mundial en el mercado de deuda subordinada, ofreciendo a los inversores acceso a algunas de las mejores ideas a nivel sectorial y geográfico con una gestión apropiada de la liquidez de nuestra cartera”, dice Hocquet.
Con el apoyo de un equipo independiente en análisis de crédito global formado por 25 personas, Le Saout y Hocquet deciden dónde posicionarse en las diferentes clases de activo, áreas geográficas y ratings, gracias a un análisis riesgo-rentabilidad. Existe un sesgo fuerte a centrarse en bonos subordinados emitidos por compañías sólidas después de analizar al emisor y su estructura.
“La estructura de deuda es tan importante como la elección del emisor”, según Hocquet. “Aplicando una selección rigurosa de deuda en la que invertir y un análisis de la documentación de las emisiones nos ayuda a mitigar los riesgos asociados a títulos subordinados. Elegir activos entre diferentes tipos de estructura nos permite ser flexibles en términos de estar expuestos a riesgos, adaptarnos a futuros desarrollos regulatorios y no estar atados a estructuras con altas probabilidades de impago y a los riesgos inherentes en nuevas emisiones de deuda subordinada de instituciones financieras como son los “CoCo’s” (Bonos Convertibles Contingentes), que poseen diferentes riesgos comparado con emisiones más antiguas.”