Una vez superado el shock inicial del Brexit, la mayoría de los mercados de riesgo han estado casi ignorando los resultados del referéndum, opina Neil Dwane. Sin embargo, mirando al futuro, el estratega global de Allianz GI advierte a los inversores de que deben esperar que el Brexit ralentice la economía global, lo que significa que globalmente, las políticas monetarias seguirán en la banda baja o bajarán más. Por el contrario, la volatilidad seguirá alta siguiendo los movimientos de los sentimientos políticos.
Según el experto, serán los valores de gran capitalización británicos los que se beneficien claramente de la caída de la libra esterlina a corto y medio plazo. La renta variable local podría seguir débil, al tiempo que la economía británica se ralentiza y aumenta la incertidumbre, pero muchos de activos del país –propiedades y corporativos- serán más atractivos en terceras monedas.
Por lo que respecta a Europa, “ésta podría ser quien más perdiera pues sus activos son ahora más vulnerables a los riegos políticos”, dice Dwane, quien piensa que los Bancos Centrales sostendrán la renta fija a lo largo de 2017, mientras que la renta variable seguirá débil a causa de la incertidumbre relacionada con el Brexit, especialmente el sector financiero al que hay que sumar los temores sobre la salud del sector bancario.
Los activos estadounidenses y asiáticos se verán menos afectados por el Brexit, según Dwane. Con la Fed tomando una senda diferente a la de los Bancos Centrales europeos, el mercado de renta variable estadounidense debería continuar divergiendo, aunque el experto también espera ver volatilidad adicional al acercarse el mes de noviembre y las elecciones presidenciales.