Después de unos años de dudas y desconfianza sobre el mundo emergente -situación desatada por el cambio de rumbo de política monetaria en Estados Unidos, y por el nuevo contexto de crecimiento en China-, los últimos tiempos han sido muy propicios para estos mercados… especialmente en Asia. En concreto, las bolsas asiáticas han subido más de un 25% en los últimos doce meses: el retorno total a un año de las acciones en Asia sin Japón ha sido del 26,5%, del 48% en Pakistán, y de cerca del 30% en Taiwán o Corea, con China e India subiendo más del 25%. En este contexto, Raymond Chan, CIO de Renta Variable de Asia Pacífico de Allianz Global Investors, explica las previsiones de la gestora de cara al futuro: lejos de quedarse satisfecho con ese rally, vaticina mayor potencial para el activo, según indicó en la conferencia anual de la gestora celebrada recientemente en Berlín.
“Hace un año predominaban los miedos, las dudas sobre China, el renminbi y las preocupaciones sobre el impacto global del menor crecimiento en el país. Ahora, el crecimiento se ha estabilizado, no se habla ya del riesgo de depreciación de la divisa china, los beneficios corporativos han mejorado y e incluso las firmas estatales dan dividendos… lo que ha llevado a una subida de las acciones en China, que ha batido a otros mercados”, explica.
Pero el experto matiza que hablar de bolsa asiática no es solo hablar de China: en todo el continente (sin Japón), las revisiones de beneficios corporativos han sido positivas y están en su nivel más alto desde 2011 (en sectores como la energía, los materiales, la tecnología, Internet…), de forma, que según el experto, esa mejora y las valoraciones relativamente baratas del activo –además de otros factores como la infra exposición de los inversores a nivel mundial o la reducción de la volatilidad– apoyan el potencial de estos mercados. Un potencial alcista que desafía las predicciones de los gestores más agoreros y que explica que, para Chan, no sea demasiado tarde para comprar bolsas asiáticas. “Los inversores están poco posicionados en Asia, los fundamentales han mejorado y las valoraciones son atractivas… es momento de invertir en acciones en Asia”, resume.
Valoraciones y fundamentales que atraen a los inversores
Chan comenta que las valoraciones de la renta variable asiática aún son atractivas, especialmente frente a los países desarrollados (con un descuento cercano al 30% con respecto a EE.UU.), y explica el atractivo de los fundamentales: así, frente al foco de la deuda en estos mercados, los balances de las compañías que cotizan en bolsa (excluyendo las financieras) son resistentes y muestran unas posiciones de caja neta mayores a las de EE.UU. (donde algunas compañías se han endeudado para realizar operaciones de recompra de acciones especialmente el año pasado) y Europa. “Las empresas asiáticas son ricas en liquidez”, dice Chan, matizando la necesidad de separar a las compañías que cotizan en bolsa de las que no (que son las que acumulan más problemas de apalancamiento, incluso en China).
En cuanto a las posiciones de los inversores en emergentes, Chan también habla de una fuerte infraponderación de Asia en los últimos cinco años, frente a posiciones neutrales en otros momentos. En su opinión, en un contexto en el que las bolsas de EE.UU. no darán tantos retornos, es momento de llevar el capital hacia otros lugares como Europa o Asia. “Me posicionaría sobreponderando más Europa y Asia, e infraponderando EE.UU.”, dice, pues augura un menor potencial alcista en la bolsa americana que en esas regiones.
Otro aspecto a favor es la reducción de la volatilidad, desde niveles del 50% al 10%: si vuelve, dice Chan, no será por la misma razón que en 2015 porque las condiciones son ahora más sanas en China que hace un año y medio y el Gobierno, con sus medidas y reformas, ha reducido las fuentes de volatilidad y atajado las preocupaciones de los inversores. «China tiene sufieintes herramientas para gestionar la economía: si se ralentiza, puede estimularla tomando más deuda y si va demasiado rápido, puede enfriar el crecimiento para prevenir el exceso de crecimiento. La clave es estabilizar la economía, no crecer ni muy rápido ni muy lento”, explica.
En resumen, es un buen momento para invertir en las bolsas asiáticas, gracias a las atractivas valoraciones, el buen momento en los beneficios empresariales y la infraponderación de los inversores. Como mayores interrogantes figuran la estabilización de la deuda –aunque la situación es mejor de lo que se cree-, la evolución del dólar –un dólar débil favorece a la región, pero podría dispararse con las políticas de la Fed, aunque hasta ahora eso no ha pasado- y los factores geopolíticos, que habrá que vigilar.
¿Y la geopolítica?
Sobre esos factores –y considerando que, en general, en Asia, los políticos siguen hacienda y están comprometidos con las reformas, el foco principal está en Corea del Norte, y en las políticas de Trump. Chan explica que en Corea no habrá guerra porque a los vecinos no les interesa: China, por ejemplo, no quiere ver una situación de refugiados en sus fronteras ni quiere ver una Corea del Norte demasiado fuerte pero tampoco desaparecida -pues le interesa como fuerza entre el país y Corea del Sur-, y presionaría restringiendo sus provisiones de petróleo a Corea del Norte.
Con respecto a Trump, aún no se han materializado los riesgos y, teniendo en cuenta que China es comprador de tecnología, productos agrícolas y energía estadounidense, no sería una buena idea generar una situación problemática que empeorara el déficit del gigante americano. “Trump ha dejado de llamar a China manipulador de divisa”, recuerda Chan, que modera su preocupación.
De hecho, para el experto, centrarse en la política (Trump, elecciones en Francia…) ha hecho a los inversores perderse los rallies del mercado en los últimos doce meses. “Ahora las preocupaciones en Corea del Norte podrían hacer perder otros rallies», advierte. «Centrarse en la política hace que los inversores se pierdan los rallies: no repitamos la historia en bolsa asiática con temas como Corea del Norte o Trump. Como inversor es mejor guiarse por los fundamentales, el crecimiento de los beneficios, las valoraciones… y en este sentido no es tarde para invertir en Asia”, apostilla.
¿Dónde están las oportunidades?
En este contexto, para encontrar las oportunidades de inversión será clave la selección, teniendo en cuenta que los índices aún tienen un fuerte sesgo hacia sectores de la vieja economía, más tradicionales. En Allianz Global Investors ven oportunidades de crear alfa en industrias como el consumo, los servicios o la tecnología. “Los sectores de la nueva economía tendrán más retornos”, y habla de las STATs en Asia (Samsung, Taiwan Semi, Alibaba y Tencent). La otra clave donde mirar son las small y midcaps, con un gran potencial de apreciación con respecto a los grandes nombres, revalorizados el año pasado. Como tercera idea, y por geografías, habla de la oportunidad de aprovechar el descuento que ofrece el mercado coreano, en un contexto en el que las empresas aumentan el dividendo (“incluso las empresas coreanas pagan ahora dividendo, algo que nunca ha pasado”, dice el gestor) y ofrecen bajas valoraciones (un descuento del 13% frente al resto de Asia) por razones de gobierno corporativo.
Oportunidades en high yield
Además de oportunidades en las bolsas asiáticas, David Tan, CIO de Renta Fija de Asia Pacífico en la gestora, explicó en el evento el atractivo de la deuda high yield en el continente –que ha visto su universo expandirse y diversificarse con fuerza, que solo ha ofrecido un año de retornos negativos en la última década -en 2008-, que presenta menores ratios de defaults que otras regiones emergentes (en torno al 2%-3%) y que presenta resistencia ante el hecho de que el 80% del mercado está en manos de inversores domésticos-. Sin olvidar que el retorno medio ofrecido por el high yield en Asia en los últimos 10 años ha sido del 8,6% anual.
La apuesta es por deuda con baja duración y emitida por compañías dinámicas, ideas que recoge en su estrategia. “Hay una joya oculta en la renta fija asiática. El continente debería estar separado y no considerarse parte del universo emergente en este activo”, apostilla el gestor.