En los últimos años, el lema “No hay alternativa” a la renta variable -TINA, por sus siglas en inglés- ha dominado la narrativa de los mercados. Las recientes subidas de tipos por parte de la Reserva Federal han provocado que una gran parte del mercado de renta fija vuelva a mostrar rendimientos positivos, sugiriendo un nuevo mantra para los inversores: “Hay alternativas razonables” -TARA, por su acrónimo-.
Según explica Antony Vallée, responsable de renta fija en Alken Asset Management, en Estados Unidos, el nivel real de consumo se ha mantenido robusto. El consumo en servicios vuelve a situarse por encima del consumo de bienes duraderos, aunque todavía por debajo de los niveles pre-pandémicos. Sin embargo, el nivel de pasivos de los hogares en proporción a la renta personal disponible está repuntando: las hipotecas, los créditos al consumidor y otras obligaciones que habían disminuido durante la pandemia han ganado terreno en los últimos 18 meses. Aun así, el patrimonio neto de los hogares estadounidenses sigue mostrando una tendencia alcista, situándose cerca de los 155 billones de dólares.
Se espera que las presiones inflacionistas continúen por algunos meses más. Los principales factores que explican el incremento de la inflación son un mercado laboral cada vez más ajustado y la subida de precios en las materias primas provocada por la recuperación de la demanda y la escasa capacidad de producción. Tanto en Estados Unidos como en Alemania los costes laborales muestran una tendencia alcista y el número de ofertas de empleo sigue creciendo de forma exponencial desde la pandemia. Aunque la demanda de trabajadores en Estados Unidos es diez veces superior a la de Alemania.
Desde marzo de 2020, el índice Bloomberg Commodity, que mide las variaciones en el precio de las materias primas, ha experimentado un incremento del 120%. Esta cifra se sigue situando lejos del súper ciclo de las materias primas que se produjo entre 2000 y 2009 y del incremento experimentado por las materias primas durante la crisis del petróleo que comenzó en 1973.
En consecuencia, las expectativas sobre los tipos de interés han aumentado considerablemente. El nivel esperado para el tipo de interés de los fondos federales para febrero de 2023 supera el 3.80%. Algo que ya se refleja en las valoraciones de los activos, que se sitúan ahora cerca de los mínimos alcanzados en los últimos 10 años, en especial en Reino Unido y Europa. Mientras que la volatilidad, medida por el índice VIX, se mantiene ligeramente inferior a los niveles en los que comenzó el año.
Oportunidades en renta fija
En este contexto, desde Alken Asset Management presentan dos de sus estrategias –Alken Fund Global Sustainable Convertible y Alken Fund Sustainable Income Opportunities– como soluciones para navegar el entorno actual de los mercados.
La estrategia Alken Fund Global Sustainable Convertible trata de proporcionar un crecimiento del capital a través de valores convertibles de grado de inversión emitidos por empresas de alta calidad a nivel global que han adoptado un enfoque de desarrollo sostenible. En lo que va de año, el mercado de bonos convertibles ha estado bajo presión, reflejando la debilidad de los mercados de renta variable causada por la desaceleración del crecimiento y la subida de los tipos de interés.
En este entorno, la estrategia Alken Fund Global Sustainable Convertible ha obtenido un rendimiento resiliente gracias a su enfoque en nombres de calidad -alrededor del 70% de los activos están invertidos en deuda convertible con grado de inversión – y valor a pesar de la volatilidad en los mercados de renta variable. Así, la reciente corrección experimentada por el sector tecnológico presenta atractivas oportunidades en renta fija, muchos de los bonos convertibles emitidos recientemente cotizan ahora con rendimientos atractivos, incluso con descuento, en relación con su calificación crediticia.
Por su parte, la estrategia Alken Fund Sustainable Income Opportunities busca proporcionar ingresos y crecimiento del capital invirtiendo en deuda corporativa cotizada y bonos convertibles emitidos por empresas a nivel global, en base a un proceso de selección que sigue un enfoque de desarrollo sostenible.
En mayo, los mercados de crédito se mantuvieron volátiles debido a la incertidumbre sobre el crecimiento y el giro producido en materia de política monetaria. Los datos de inflación de abril, que señalaron un posible pico, cambiaron las expectativas de los inversores sobre el ritmo de las subidas de los tipos de interés hacia finales de mes, pero las presiones sobre los precios siguieron aumentando.
Los bonos con grado de inversión se recuperaron a medida que los rendimientos retrocedían, mientras que el segmento high yield se vio presionado por el deterioro de las expectativas de crecimiento.
El rendimiento se vio afectado por la ampliación de los diferenciales de crédito, compensada por los tipos subyacentes y los factores de renta. En cuanto a los sectores, la energía, los servicios públicos y la industria tuvieron un buen comportamiento, mientras que los sectores de consumo fueron los que más se resintieron.
Las valoraciones actuales reflejan el debilitamiento de las perspectivas económicas, a pesar de que los fundamentos empresariales siguen siendo sólidos y las tasas de impago se mantienen en mínimos históricos. En consecuencia, el equipo gestor de Alken mantiene una posición conservadora para reflejar los vientos en contra del crecimiento y las persistentes presiones inflacionistas. En su opinión, centrarse en emisores con grado de inversión y en bonos convertibles de baja sensibilidad a la renta variable, manteniendo la liquidez, es la estrategia óptima en este entorno.
Las subidas de tipos de interés están altamente descontadas por el mercado y están surgiendo oportunidades en el segmento de larga duración, pero se requiere una cuidadosa selección.
El proceso de selección ESG de Alken Asset Management
Con el fin de garantizar un rendimiento constante, gestionar los riesgos ESG y trabajar por un sistema financiero más sostenible, Alken Asset Management aplica tres filtros sobre las empresas emisoras de deuda: un filtro de exclusión, un segundo de selección y un tercer filtro de integración.
En el filtro de exclusión, aquellas empresas cuya producción esté relacionada con las armas controvertidas, el tabaco, la combustión de carbón para la generación de energía, la exploración y producción de petróleo son desechadas de la cartera. En el filtro de selección, las empresas deben cumplir con los requisitos internos de Alken en materia de gobernanza y de derechos humanos. Además, las empresas son clasificadas en base a sus credenciales ESG. Por último, en el filtro de integración, Alken AM aplica su metodología para evaluar las fortalezas y debilidades ESG de las empresas, sirviéndose del análisis realizado por proveedores de datos ESG ajustando el tamaño de la posición en la cartera al nivel de riesgo ESG. Además, en Alken Asset Management establecen un compromiso con las empresas en las que invierten, revisando las posibles controversias que puedan aparecer y formando asociaciones colaborativas, participando activamente en los procesos de votación de las juntas generales de accionistas.