El adiós de Janet Yellen de la presidencia de la Reserva Federal marca el comienzo de una nueva era en la normalización de la política monetaria tras una década de intervención en la economía cuyos resultados son un crecimiento sólido, un desempleo en mínimos y una inflación bajo control en EE.UU. Una vez iniciada la senda de subidas de tipos de interés, el consenso de los expertos espera que este año la tendencia continúe con tres subidas más en el precio del dinero hasta dejarlo en el 2%. Sin embargo, puede que esto se quede corto teniendo en cuenta la fortaleza que exhibe la primera economía del mundo.
En opinión de Alex Fusté, economista jefe del Grupo Andbank, «la Fed podría subir hasta cinco veces los tipos de interés este año y el mercado no se lo va a tomar, los inversores no nos pondríamos nerviosos y, de hecho, sería un mensaje positivo de que hay ciclo económico y éste es sólido». El riesgo para la Fed está precisamente en quedarse por detrás de la curva ante la falta de presiones inflacionistas. «Esto podría obligar al banco central a tener que actuar precipitadamente después. Lo que acostumbra a tener efectos indeseados en los mercados”, señala Fusté.
Durante la presentación del informe de ‘Perspectivas Económicas y Estrategia de Inversión de Andbank para el primer semestre de 2018’, Fusté ha explicado que al crecimiento esperado del 2,5% este año se úne el impulso de la reforma fiscal de Donald Trump por lo que, «si nos equivocamos es porque el crecimiento será mayor. El riesgo de sobrecalentamiento es mayor», afirma.
Ante el riesgo de que la Fed vaya por detrás de la curva en su senda de subidas de tipos de interés, desde Andbank apuntan al cambio de paradigma de la economía estadounidense. «EE.UU tradicionalmente ha vendido deuda al exterior y, con los dólares recibidos, ha venido construyendo una posición en capital (equity) en empresas en el extranjero, pero de capital norteamericano. Como los dividendos recibidos del exterior superan a los intereses que paga por su deuda, podemos decir que EE.UU han venido funcionado como un colosal y rentable hedge fund». Debido a que el coste de la deuda se está elevando, Donald Trump está variando este esquema hacia una industrialización de la economía estadounidense.
Ese es, a juicio del experto, el principal motivo que les hace no ser tan positivos con Wall Street y encontrar más valor en Europa. De hecho, la economía de la zona euro mejora sus estimaciones de crecimiento para este año, hasta situarse en el 2,2% y, en cuanto a la inflación se espera que vaya subiendo «poco a poco» para finalizar en 2018 en torno al 1,4% interanual.
Por su parte, el BCE podría anunciar en su reunión del mes de junio los próximos pasos con respecto al programa de compras de activos. No obstante, la política de reinversión no se discutirá hasta 2019. Marian Fernández, responsable macro de Andbank España, prevé que “el fin del QE (Quantitative Easing) podría producirse en el tercer trimestre de este año y la primera subida de tipos se llevaría a cabo hacia mediados del año 2019”.
En este contexto, España crecerá dentro de un rango razonable, comprendido entre el 2,4% y el 2,7%, en función de los avances en materia de integración europea, laxitud fiscal y los ritmos de crecimiento en Asia (que explican 0,75% de cada 1% del crecimiento mundial). «Este año prevemos que la economía española vaya de menos a más, con una estimación de crecimiento que se mantiene en cotas altas. Puede ser que vaya más rápido de lo que esperamos”, ha explicado Fernández.
En renta fija, desde Andbank solo ven valor en crédito IG (grado de inversión) estadounidense dentro de los mercados desarrollados. Fuera de ahí, los inversores en deuda tendrían que ir hacía mercados emergentes, sobretodo asiáticos.