Alex Crooke, director de Global Equity Income de Janus Henderson Investors, cree que las rentabilidades por dividendos siguen siendo convincentes y que los inversores prestarán más atención a las valoraciones este año, con rotación hacia las áreas más cíclicas de los mercados.
¿Qué lecciones aprendió en 2017?
Una de las principales lecciones de 2017 fue que las subidas de tipos de interés no impidieron obtener ganancias en los mercados de renta variable. Después de ver cómo Estados Unidos iba gradualmente moviendo al alza los tipos de interés, al cierre de año el Reino Unido fue uno de los primeros mercados europeos en seguir esa pauta. Pese a esto, las cotizaciones bursátiles siguieron aumentando paralelamente al crecimiento económico, anulando así el efecto de la restricción de la liquidez.
En segundo lugar, los acontecimientos políticos quizás no sean tan importantes para los mercados como han sugerido los medios de comunicación. Se ha oído hablar mucho sobre las elecciones europeas y los cambios fiscales en Estados Unidos, pero el interés en los fundamentales que determinan los mercados ha sido más importante. Vimos una fortísima recuperación de los beneficios durante 2017, un factor que vino determinando en buena medida por el comportamiento de las Bolsas.
¿Qué temas pueden determinar la evolución de los mercados en los que invierte en 2018?
De cara a este año los principales temas de 2017 deberían persistir, ya que la actividad económica y el crecimiento siguen el punto de mira. Estamos viendo un entorno más coordinado; Europa se está expandiendo, al igual que Asia, y EE.UU. continúa arrojando algunos datos de crecimiento estables. Como consecuencia de esto, vemos una mejora de las condiciones que sustentan los beneficios empresariales, lo cual impulsa el comportamiento de las cotizaciones de las empresas cuyas ganancias han sido objeto de drásticas revisiones al alza.
Lo que cabría esperar a medida que nos adentramos en 2018 es que las valoraciones cobren una importancia creciente, mientras los inversores van perdiendo interés por los títulos que han experimentado un mayor crecimiento. Creemos que los inversores se preocuparán más por saber dónde se encuentran los títulos con valor atractivo dentro de los mercados.
¿Qué sectores serán los más beneficiados?
También esperamos ver una ampliación del liderazgo del mercado a medida que siguen endureciéndose las políticas sobre tipos de interés, con un alejamiento de los mercados respecto a algunos títulos defensivos, con primas más caras y un mayor interés por los cíclicos: empresas que se benefician de la actividad económica y del crecimiento, por ejemplo, las financieras e industriales.
Con suerte, las propias empresas comenzarán a invertir en el futuro, por lo que también deberíamos asistir a un repunte de los planes de inversión en inmovilizado, donde diversas empresas estarán preparadas para beneficiarse de cualquier incremento de beneficios que logren en esta área.
¿Cuáles son las principales cuestiones para este año y los posteriores?
Creemos que los inversores comenzarán a cuestionarse algunas de las valoraciones que presentan los títulos con mayor crecimiento. Todavía no ha habido un debate sobre cuáles serían los impuestos correctos que deberían cargarse a esas empresas y cuál es su potencial de margen de beneficios en el transcurso de los próximos tres-cinco años. De momento, las revisiones al alza de los beneficios están impulsando las cotizaciones, aunque creemos que las valoraciones cobrarán cada vez más importancia.
¿Dónde ve actualmente los riesgos en su clase de activos y dónde las oportunidades más atractivas?
Por lo que respecta a las oportunidades, creo que residen en las rentabilidades por dividendo que ofrecen las bolsas. Los mercados del mundo entero ofrecen, en términos medios, una rentabilidad de entre el 2% y el 2,5% y es muy fácil descubrir en esos mercados los títulos mejor remunerados que rentan entre un 3% y un 3,5%. Las bolsas de Asia y algunas partes de Europa rentan en torno al 4%. Esos niveles de rentabilidad por dividendo parecen muy atractivos comparado con los que ofrecen la deuda privada y los bonos del Estado.
¿Y comparado con otras clases de activos?
El nivel absoluto de rentabilidad por dividendo sigue siendo muy interesante para los inversores cuando se compara con otras clases de activos. Los títulos financieros, especialmente los bancos, nos parecen inversiones sumamente interesantes en este momento. Vemos que el volumen de pérdidas está empezando a moderarse y que los márgenes de los bancos van mejorando a medida que aumenta la rentabilidad sobre recursos propios (ROE).
En los bancos de mayor calidad el ROE generado está aumentando a tasas de dos dígitos próximas al 10-15%, mientras que las valoraciones parecen convincentes. Esta combinación de valoraciones asequibles y mejores niveles de rentabilidad resulta sumamente atractiva para los inversores, y creemos que debería traducirse en un aumento de las cotizaciones.
¿Algún otro sector con oportunidades?
Otro sector que nos gusta, aunque se encuentre un poco desfavorecido, es el petrolero. Asistimos a una subida del precio del petróleo en la segunda mitad de 2017 y, aunque podría retroceder a niveles más moderados a lo largo de 2018, las compañías que operan en el sector han ido acometiendo reformas. Estamos viendo un aumento de los flujos de caja y una moderación de la inversión en inmovilizado
Si esa tendencia continúa en 2018, seguramente veremos la llegada de dividendos con amplio respaldo; en el sector podrían encontrarse unas rentabilidades por dividendo de entre el 5% y el 6% sustentadas en activos de alta calidad. En nuestra opinión, esas rentabilidades podrían acercarse a cerca dell 3% y el 4% (lo que implica que las compañías están infravaloradas), de modo que las empresas del sector petrolero podrían experimentar un fuerte rebote de su cotización en 2018.