Los dividendos seguirán siendo este año un gran aliado para las carteras de los inversores, según demuestra Allianz GI en su último informe titulado Dividend Study 2023. La gestora sostiene que, desde los efectos de la pandemia en 2020, se ha producido una recuperación de los dividendos que se ha alargado hasta el año pasado.
“Aunque la proporción de valores que pagan dividendos en el STOXX Europe 600 no ha vuelto a su nivel anterior a la pandemia de 2019, durante el año pasado siguió creciendo y casi ha alcanzado la marca del 90%. Del mismo modo, el S&P 500 prácticamente ha recuperado el terreno que había perdido durante la pandemia, mientras que lo mismo ocurre con los mercados asiáticos medidos por el índice MSCI Asia ex Japan. La evolución en Europa fue más desigual según los países, pero la tendencia general indica una nueva vuelta a la normalidad en 2022. En la mayoría de los países estudiados, la proporción de valores que pagan dividendos casi había alcanzado de nuevo los niveles anteriores al COVID-19”, señala en el citado informe.
Para no llevar a error de interpretación, el informe matiza que los dividendos pagados en 2022 proceden de los beneficios generados en 2021. En este sentido, reconoce que no reflejan directamente la situación de los beneficios de las empresas en 2022. Aun así, teniendo en cuenta todo lo ocurrido en los últimos años, la gestora destaca que la disposición a repartir dividendos fue sorprendentemente alta.
“En un año 2022 complicado desde el punto de vista económico y geopolítico, los beneficios empresariales han resistido bien en todos los sectores. Además, la política de dividendos de muchas compañías está orientada a unos pagos constantes, a veces incluso en continuo aumento. Por lo tanto, las empresas incluidas en el MSCI Europe están en condiciones de pagar todavía algo más en dividendos en 2023 que el año anterior. Prevemos un nuevo máximo histórico de 387.000 millones de euros”, señala Jörg de Vries-Hippen, director de Inversiones de Renta Variable Europea en Allianz Global Investors.
Los dividendos en las carteras
Para la gestora, el hecho de que el pago de dividendos haya vuelto a la normalidad puede interpretarse como una prueba de la importancia que las empresas conceden a una política de dividendos estable y fiable. Pero, ¿en qué medida contribuyen los dividendos al rendimiento total de las inversiones en acciones? ¿Y qué lecciones podemos aprender del pasado?
Para Hans-Jörg Naumer, director de Global Capital Markets & Thematic Research y autor del Allianz GI Dividend Study 2023, los dividendos contribuyen al rendimiento y la estabilidad de las carteras de renta variable. “Los dividendos aportan estabilidad a muchas carteras de renta variable, especialmente en años de evolución negativa de los precios de las acciones, como en 2022. En esos años, los pagos de dividendos pueden compensar, al menos parcialmente, y a veces incluso totalmente, las pérdidas de los inversores por los precios de cotización. Además, según nuestros cálculos, la volatilidad media de los precios de las compañías que pagan dividendos es significativa y sistemáticamente inferior a la de las que no los pagan: para el mercado bursátil europeo en general estamos hablando de una diferencia de más de 10 puntos porcentuales”, explica Naumer.
En segundo lugar, el experto argumenta que la contribución de los dividendos al rendimiento es particularmente evidente a largo plazo en Europa, donde la cultura del dividendo es tradicionalmente más fuerte que en Norteamérica y Asia. “En el periodo de 25 años comprendido entre 1978 y 2022, casi el 35% del rendimiento total de la renta variable en Europa fue atribuible a los dividendos. En Norteamérica y Asia, las cifras correspondientes rondaron el 26,5% y el 30,5% respectivamente”, señala.
Por último, aunque reconoce que los dividendos no sean capaces de capear todas las tormentas, por ejemplo, como pudo verse durante la pandemia; sin embargo, en muchos casos muestran un nivel de fiabilidad que es muy de agradecer, especialmente en tiempos de perturbación y agitación. “En consecuencia, contribuyen en gran medida a la rentabilidad global de las inversiones de capital”, afirma.
En resumen, según el análisis que hace la gestora en este informe, y mirando al pasado, los dividendos han demostrado que contribuyen sustancialmente al rendimiento de las carteras de renta variable, que tienen a ser más consistentes y que las empresas que pagan dividendos también han demostrado ser menos volátiles en el pasado que las acciones de empresas que no pagan dividendos.
Otro hecho interesante que revela el informe es que, a pesar de que los rendimientos nominales de los bonos del Estado han vuelto en gran medida a terreno positivo, los rendimientos de los dividendos (en diciembre de 2022) en muchos países siguen siendo superiores a los tipos de interés de los respectivos bonos del Estado a 10 años.
“Por último, los dividendos pueden ayudar a los inversores a ser más listos que ellos mismos al reducir la sensación de pérdida que conlleva una inversión. Al fin y al cabo, hay un flujo constante de recompensas en forma de dividendos. Puede que los dividendos no sean capaces de capear todas las tormentas, como la COVID-19, pero son capaces de ayudar a proporcionar un grado de fiabilidad que es especialmente bienvenido en una era de perturbaciones. De este modo, pueden contribuir significativamente a la rentabilidad total de una inversión”, concluye Naumer.