Para Stefan Hofrichter, Head of Global Economics and Strategy de Allianz GI, hay cinco grandes temas que marcarán el mercado el próximo año: la inflación, las políticas de estímulos, el momento del ciclo, el sentimiento del inversor y las valoraciones. La evolución de estos factores serán determinantes en un entorno en el que Hofrichter espera una mayor volatilidad y disrupción, y una desaceleración del crecimiento económico.
Según explica el responsable de Allianz GI, como consecuencia de este entorno, “el apetito al riesgo de los inversores se ha rebajado algo, aunque sigue siendo alto. Cuando les preguntamos cuál es el principal riesgo que ven, su respuesta es la inflación”. A este riesgo que perciben los inversores, Hofrichter añade tres más: la normalización de la política monetaria por parte de los bancos centrales, China y la alta valoración de algunos activos.
“Con las valoraciones altas y el proceso de normalización monetaria puesta en marcha, puede que no sea el momento de ponerse bravo en renta variable. A largo plazo, seguimos prefiriendo los activos de riesgo sobre los activos gubernamentales, en particular los bonos. En este sentido, para navegar en los mercados de renta fija en 2022 habrá que ser cauto y selectivo. En cambio, encontramos gran atractivo en temas de inversión como la disrupción tecnológica, la ESG y las infraestructuras”, añade Hofrichter.
Según explica, probablemente el crecimiento económico se ralentizará en 2022, debido en parte a la incertidumbre relacionada con el COVID-19 y a los cuellos de botella de las cadenas de suministro. Aun así, “cabe esperar que las acciones y otros activos de riesgo se beneficien de una menguante recuperación post pandémica, pero las valoraciones en muchas regiones son elevadas en comparación con sus niveles históricos, por lo que sería bueno ser activo y selectivo”, matiza.
En este contexto, Hofrichter considera que la diversificación entre diferentes clases de activos, estilos y regiones, particularmente en busca de rentabilidad, será básica. “La sostenibilidad será un elemento de disrupción en 2022 y más allá; las empresas y los países establecerán hojas de ruta claras hacia unas emisiones net zero, y los inversores tratarán de lograr un mayor impacto con su capital”, añade.
Implicaciones para los inversores
De cara a 2022, la gestora considera que los inversores deberían preparar sus carteras para episodios de volatilidad y para una inflación persistente. Por eso propone a los inversores que “abran su mente” y se concentren en el impacto. “No relegue la inversión sostenible a una parte de su cartera, ya que, cada vez más, forma parte integral de una estrategia de inversión próspera. Piense, por ejemplo, cómo la sostenibilidad repercute en nuestros otros dos temas de inversión principales para 2022: China y la ecologización de las economías”, apuntan desde Allianz GI.
Respeto a China, sostiene que, pese a ser un riesgo a vigilar, tiene un importante papel que desempeñar, dado que el mundo trata de alcanzar las cero emisiones netas de carbono y de implementar soluciones energéticas, por lo que resulta esencial que el resto del mundo entienda la evolución de China.
Por otra parte, Allianz GI espera que la “ecologización” de la economía probablemente aumentará las presiones inflacionarias a medio plazo. “Las inversiones verdes pueden ofrecer un potencial de rentabilidad atractivo que resultará vital en el actual entorno de bajos tipos de interés. Creemos que, a medida que el mundo aborde estas cuestiones críticas, estaremos ante una noción más amplia de impacto, incluyendo la forma en la que las empresas gestionan su huella, además de su impronta positiva social en general. Alcanzar estos objetivos críticos de sostenibilidad requerirán grandes cantidades de financiación, que es la razón por la que prevemos que todas las clases de activos (cotizados y no cotizados) de todas las regiones se armonizarán cada vez más con la inversión de impacto”, concluye.