A pesar de que los inversores pueden confiar en que para 2021 habrá una vacuna eficaz contra la COVID-19, para Allianz Global Investors (Allianz GI) la trayectoria de la recuperación económica sigue sin estar clara. En su opinión, se requiere un conjunto de inversiones más amplio y sin limitarse a las regiones, los sectores y las estrategias que se han comportado bien en los últimos tiempos.
Según el informe de perspectivas para el año que viene de la gestora, la recuperación de la recesión provocada por el COVID-19 probablemente se estabilizará en 2021, aunque es posible que se supere la tasa de crecimiento mundial prevista del 5%, dependiendo del éxito que alcancen las nuevas vacunas en todo el mundo.
Desde Allianz GI consideran que la economía mundial se ha recuperado de lo peor de la recesión causada por la pandemia, a pesar de que algunos países siguen luchando contra el aumento del número de infectados y continúan con medidas de confinamiento. “Mucho depende del éxito del despliegue de una vacuna y de tratamientos con fármacos eficaces. Si no se controla la pandemia, las economías podrían tardar años en recuperarse. Esta incertidumbre se refleja en el abanico inusualmente amplio de previsiones de crecimiento para los países de la OCDE, con escenarios para 2021 que oscilan entre el 7% y el -2%”, apunta en su documento de perspectivas.
En su opinión, los países han utilizado estímulos para combatir el coronavirus, y aunque este respaldo ha sido necesario y útil, puede haber pérdidas económicas con dolorosos efectos secundarios a largo plazo, entre los que se incluyen los elevados precios de los activos en algunos mercados (particularmente evidente en el caso de los bonos de deuda pública y de la renta variable estadounidense), el elevado endeudamiento público y privado y el aumento de la volatilidad de la inflación.
Según Allianz Global Investors, hay cuatro temas a tener en cuenta en 2021: una “vuelta a la carga” de la represión financiera y un endeudamiento masivo de los gobiernos podrían elevar los rendimientos a largo plazo; las acciones se podrían beneficiar de las noticias positivas sobre el coronavirus, pero el equilibrio y la selección son fundamentales; parece probable que el dólar se debilite, lo que beneficiaría a los mercados no estadounidenses; y la inversión sostenible proporciona la visión de largo plazo que los inversores necesitan.
Cuatro temas clave
Sobre la represión financiera y el endeudamiento masivo de los gobiernos, considera que podrían elevar los rendimientos a largo plazo. “Habida cuenta del respaldo prometido por los bancos centrales frente al COVID-19, creemos que los tipos de interés a corto plazo se mantendrán en niveles extremadamente bajos durante un futuro previsible. Esto supone básicamente una vuelta a la carga de las políticas de represión financiera, incluyendo bajos tipos de interés, flujos de capital limitados y otras regulaciones, que los bancos centrales aplicaron tras la crisis financiera para favorecer la reducción del endeudamiento de sus economías”, apunta el documento.
En su opinión, la constante intervención de los bancos centrales es necesaria, pero podría dar lugar a una subida de la inflación y otros problemas a medio y más largo plazo. Por otra parte, advierte que una enorme oferta de bonos soberanos —consecuencia directa de una política fiscal extremadamente expansionista— continuará inundando los mercados de bonos en los próximos trimestres.
Para los inversores esto significa que es posible que quieran plantearse invertir en bonos ligados a la inflación —incluyendo valores del Tesoro protegidos frente a la inflación en EE.UU. y Gilts en Reino Unido—. “Cabe esperar que estos activos se beneficien directamente de las expectativas de subida de la inflación, puesto que están diseñados para ayudar a proteger a los inversores frente a la inflación”, matiza.
La segunda reflexión que lanza la gestora es respecto al equilibrio entre las acciones que se puedan beneficiar de las noticias sobre la pandemia y cómo mantener protegida la cartera. En este sentido sugiere que los inversores se planteen construir una cartera de renta variable equilibrada, en lugar de buscar una simple llamada direccional que indique cómo invertir. “Las acciones value todavía se podrían beneficiar de unas perspectivas positivas en 2021 en comparación con los valores growth. Las acciones value resultan mucho más baratas de lo que han sido históricamente. Al mismo tiempo, es demasiado pronto para decir qué trayectoria podrían seguir los títulos value: todavía no hemos observado un catalizador que pueda cerrar la brecha existente entre las acciones value y las growth”, afirma.
Según valora la gestora, una mayor debilidad del dólar podría ser positiva para algunas grandes empresas estadounidenses que obtienen gran parte de sus ingresos en el extranjero, dado que otros países dispondrían de un mayor poder adquisitivo para comprar productos estadounidenses.
Esto supondría dos oportunidades para los inversores. Por un lado, históricamente, cuando el dólar estadounidense se ha mostrado débil, los diferenciales de crédito de mercados emergentes (su exceso de rendimiento respecto de bonos estadounidenses similares) se han contraído mientras que el valor de los bonos ha aumentado. “Esto podría ser un buen presagio para la deuda de mercados emergentes durante el próximo año. Creemos que los inversores deberían tener en cuenta los bonos corporativos asiáticos de alta calidad”, señala el documento. Y, en segundo lugar, la gestora sostiene que “es posible que una debilitación del dólar estadounidense impulse la inflación en EE.UU., lo que podría confirmar nuestras expectativas de pronunciamiento de la curva de rendimientos y dotar de un mayor atractivo a los valores del Tesoro estadounidense protegidos frente a la inflación”.
En último lugar, apunta que una de las claves del próximo para los inversores será la inversión sostenible: “La inversión sostenible no solo consiste en hacer el bien, sino que también ayuda a que los inversores traten de obtener una rentabilidad sólida. Aproximadamente, dos tercios de los gestores activos de inversiones ASG incluidos en la base de datos de eVestment, que replica a los gestores de activos institucionales, han batido al índice de referencia de renta variable global durante los últimos tres años, incluyendo 2020, un periodo extremadamente volátil para la renta variable.