Tras décadas de advertencias, muchas de las inversiones en infraestructuras y tecnología del agua más importantes del mundo aún no se han realizado. Según Allianz GI, esto puede ser una importante oportunidad para los inversores que además se encuentran con un entorno donde la urbanización y el crecimiento poblacional son tendencias claras, y que conllevan un mayor uso de recursos hídrico.
A estas tendencias se suman otras como el mayor uso de agua en los procesos industriales, las prácticas agrícolas de alto rendimiento y los cambios en el estilo de vida de los consumidores. Es cierto que se trata de tendencias lentas pero, según Allianz GI, “poderosas”.
En este sentido, estas tendencias generan oportunidades de inversión dobles: desarrollo de nuevas infraestructuras y mantenimiento de las que ya existen. Según explica Andreas Fruschki, analista de Allianz Global Investors, invertir en agua es muy diferente a invertir en otras materias primas, ya que el agua en sí no es un activo negociable.
“Si bien las precipitaciones son gratuitas, el agua limpia del grifo es un bien de alto valor social y extremadamente sensible a los factores ambientales. Como resultado, se necesitan grandes inversiones a lo largo de toda la cadena de suministro de agua para proporcionar a las ciudades y las regiones agrícolas agua limpia, y es aquí donde se puede generar el valor para los inversores. Los pozos de recolección, las estaciones de bombeo, las soluciones de filtración y el tratamiento de las aguas residuales son todas partes críticas del complejo sistema de agua dulce y residual. También son fundamentales las tecnologías que reducen la pérdida de agua, y mejoran aún más su calidad en la cadena de suministro”, apunta Fruschki.
¿Cómo invertir en agua?
Para la gestora, invertir en las empresas que ofrecen estas soluciones es una oportunidad porque se beneficiarán de la creciente necesidad de mejorar la infraestructura hídrica mundial, además gozarán del apoyo social y político continuo para sus productos y servicios.
Según Fruschki, “una buena manera de enfocar la inversión en agua es con una concentración de nombres y acciones de alta convicción en la cartera, empresas con exposición a las áreas más estables de la industrial del agua. La integración de los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en el proceso de inversión también puede agregar el potencial de rendimiento mejorado asociado con la inversión socialmente responsable. Además, la selección activa de acciones de compañías relacionadas con el agua también podría ayudar a reducir el carácter cíclico y la volatilidad”.
El uso de criterios ESG será clave para que esta inversión tenga un impacto en el entorno. “El verano excepcionalmente cálido que ha afectado a grandes partes del planeta ha puesto de relieve la precariedad de un recurso finito, el agua limpia y potable, que con frecuencia damos por hecho. Al ayudar a cerrar la brecha entre el suministro y la demanda de agua, los inversores pueden ayudar a abordar un problema estructural crítico al tiempo que añaden potencial de crecimiento a sus carteras”, concluye Fruschki.