A una velocidad vertiginosa y en plena visita del FMI para desbloquear un nuevo tramo de su préstamo, las noticias alarmantes se acumulan: con un dólar otra vez disparado, el Banco Central está forzando a las empresas exportadoras a liquidar divisas, mientras sigue subiendo el riesgo país.
Fuentes del Fondo Monetario Internacional han afirmado que el nuevo tramo de su préstamo, valorado en 5.400 millones de dólares, ya fue aprobado por el organismo. Ese desembolso es vital para que las autoridades argentinas puedan hacer frente a los próximos tramos de vencimiento de la deuda.
La oposición, favorita de las elecciones de octubre, manifestó el martes duras críticas contra el FMI, asegurando que el préstamo de la entidad está siendo utilizado para financiar una salida de capitales: “Entre junio de 2018 y julio de 2019, salieron del sistema 27.500 millones de dólares en concepto de Formación de Activos Externos de libre disponibilidad (fuga de capitales argentinos), aproximadamente y unos 9.200 millones de dólares por inversiones extranjeras especulativas (reversión de inversiones de capitales golondrina)”, anunció el Frente para Todos en un comunicado.
El Banco Central argentino informó que sus reservas brutas bajaron a 57.473 millones de dólares, perdiendo 8.836 millones de dólares desde que se dio a conocer el resultado de las elecciones primarias que anuncian una dura derrota para el presidente Mauricio Macri en octubre.
En este contexto, con un dólar que en la mañana del jueves alcanzaba los 60 pesos, el Banco Central limitó el financiamiento en pesos a grandes empresas exportadoras para impulsar la venta de dólares. Las autoridades apuntan a las compañías exportadoras de materias primas, aunque los expertos son escépticos y consideran que la medida llega algo tarde, ya que la liquidación de las cosechas están muy avanzada.