El segundo semestre de 2020 seguirá ampliamente marcado por la estela del coronavirus, ante las distintas fases y velocidades de salida por geografías. Así lo consideran los expertos de Bankinter, los cuales defienden que, hasta la obtención de una vacuna, el COVID-19 mantendrá un entorno volátil por el riesgo de rebrotes. «Por tanto, con un 2020 distorsionado por la pandemia, los niveles esperados para 2021 serán la principal referencia para las valoraciones”, explican.
Asimismo, reconocen que entra un nuevo suceso que pronto será protagonista: la carrera hacia las elecciones americanas (que se celebrarán el próximo 3 de noviembre). En este sentido, desde la entidad recomiendan mantener las exposiciones, aunque la velocidad de recuperación del segundo trimestre de 2020 les hace proyectar un comportamiento de consolidación, con subidas más moderadas.
Geográficamente mantienen preferencia por el S&P500 (+15%) ante la mejor situación de partida y velocidad de recuperación de sus beneficios empresariales. Según han explicado, mantienen los rangos de exposición a renta variable (desde 15% perfil defensivo al 70% en el agresivo), como alternativa de inversión dado el entorno de tipos bajos por un período prolongado. “Se cumplieron las expectativas de recuperación en el segundo trimestre de 2020, si bien, la velocidad y las incertidumbres pendientes nos hacen esperar un movimiento más moderado en el próximo trimestre. Hasta la obtención de una vacuna podríamos asistir a correcciones temporales”, explican.
En renta variable creen que el mayor potencial de revaloración corresponde al mercado de EE.UU. (S&P500 +15%). “La mejor situación de partida y la capacidad de decisión de medidas adicionales a corto plazo, junto a la flexibilidad de su mercado laboral y una composición sectorial con mayor exposición a tecnología, nos conducen a mantener la preferencia por el mercado americano”, justifican.
En segundo lugar, siguen expuestos a la recuperación en Europa (DJ EuroStoxx50 +8%), aunque con un potencial más limitado vs EE.UU. Las expectativas de recuperación de beneficios son algo más progresivas y, según relatan, los ritmos de recuperación diferirán por países, aunque la aprobación definitiva del Fondo de Reconstrucción podría suponer un estímulo adicional al entorno europeo.
Para el Ibex35 (+4%) y Nikkei (+5%), mantienen una posición neutral y se mantienen prudentes hacia emergentes que se han visto afectados en una fase posterior por el COVID y con más vulnerabilidades macroeconómicas.
En renta fija, evitan high yield por las altas posibilidades de impago y emergentes por la alta incertidumbre que les rodea.
Sus preferencias son, en primer lugar, bonos corporativos de alta calidad, especialmente en EE.UU. pero también en la UE, ante diferenciales atractivos desde una perspectiva histórica y la seguridad que otorgan las compras de los bancos centrales. Así como, bonos periféricos: porque forman parte del programa de compras del BCE que tiene flexibilidad para mitigar posibles repuntes en las primas de riesgo y porque la TIR es atractiva en relación con los bonos core. Por último, también tienen preferencia por los bonos del tesoro americano, desde Bankinter consideran que es el activo refugio por excelencia. “Preferimos el tramo medio de la curva de tipos (< 5 años) donde el riesgo de duración es limitado”, explican, además de los bancos.
Preferencias sectoriales
Por sectores, sus preferencias se centran, por una parte, en sectores favorecidos por las nuevas tendencias de demanda, principalmente la tecnología (ante el avance en la digitalización y el consumo online) y salud. Asimismo, por negocios que mantendrán a medio plazo sus variables de crecimiento sin grandes cambios, como el lujo o las renovables.
Por último, en sectores favorecidos por entorno de tipos bajos y ahora expuestos a recuperación de demanda, frente a los más defensivos que han actuado de refugio en los momentos de mayor incertidumbre, por ejemplo, entre las utilities, de nuevo renovables o en infraestructuras.