Los mercados frontera no suelen emitir demasiados bonos, por lo que podría decirse que las oportunidades para invertir en estos países son “infrecuentes”. Aberdeen Standard Investments destaca que, sin embargo, la rentabilidad tanto de los bonos corporativos como de los gubernamentales en estos mercados es “muy alta” y ofrecen claras ventajas de diversificación.
La entidad gestiona actualmente 13.000 millones de dólares en deuda de países emergentes y, de ellos, 195 millones proceden de su estrategia de mercados frontera, que lleva en marcha desde septiembre de 2013. El gestor senior de inversiones en deuda de mercados emergentes de la gestora, Kevin Daly, analiza en un vídeo el potencial de lo que define como “pequeños mercados emergentes en desarrollo”.
Aunque no emitan demasiados bonos, “son países que están extendidos por todo el mundo”, haciéndose notar en el norte y centro de Asia, en Centroamérica y el Caribe, y en África subsahariana. Esto presenta “multitud de oportunidades para diversificar a través de un amplio rango de países y empresas”, señala Daly al hacer hincapié en el gran rendimiento que pueden ofrecer estos activos.
Al abordar los riesgos, apunta al ámbito político, ya que estos países suelen tener sistemas gubernamentales dominados por un partido único, y al riesgo de liquidez. Por ello, admite que la gestora siempre realiza una investigación exhaustiva a la hora de invertir en estos países para, por ejemplo, “tratar de afrontar el riesgo político que puede impactar en la rentabilidad de estos bonos”.
Con todo, en los últimos años, Aberdeen Standard Investments ha visto una mejora en el ritmo de crecimiento de los mercados frontera y considera que ofrecen “beneficios de diversificación muy atractivos” para los inversores, que suelen estar subexpuestos a estos países. “Vemos buenas oportunidades de retornos tanto en bonos en moneda fuerte como en divisa local y también en bonos corporativos en moneda fuerte”, añade Daly.
Ghana y Mongolia
Dentro de estos mercados, Daly destaca concretamente Ghana y lo define como “improving credit”, es decir, un país con un crédito con potencial de mejoría. “Hemos visto un fuerte rendimiento desde que cerró un acuerdo con el FMI hace unos años: el déficit fiscal se ha reducido, los niveles de deuda están cayendo y el crecimiento se mantiene muy fuerte”, asegura. Con todo, ve “buenas oportunidades” en sus bonos en dólares y en divisa local.
Otro buen ejemplo es, a su juicio, Mongolia, ya que, también debido a un programa del Fondo Monetario Internacional, ha registrado “un sólido rendimiento fiscal”, el crecimiento ha comenzado a incrementarse y los niveles de deuda se están estabilizando. “De hecho, están comenzando a caer”, a lo que se unen los “fuertes retornos” que se han visto en el país en los últimos años.