Aunque el mercado de renta variable ha caído en China este año incluso más que en el resto del mundo, la baja asignación de fondos globales al país asiático, las valoraciones baratas y el gran crecimiento de algunas de sus empresas convierten al actual en un momento idóneo para invertir, ha asegurado Nicholas Yeo, Head of Chinese Equities y gestor principal de la estrategia China-A Shares Equity de abrdn.
En un reciente desayuno en Madrid que tituló “China: a Contrarian Call”, Yeo habló de las principales preocupaciones de los inversores, como la situación política, económica, el mercado inmobiliario o la política de Covid cero y sus consecuencias.
A nivel político, una vez concluido el Congreso del Partido Comunista Chino, el presidente Xi Jinping se encuentra en el cénit de su poder. “No sabemos lo que esto puede significar a largo plazo, pero a corto plazo ha desaparecido la facción rival de Xi y tenemos un liderazgo colectivo que ya no es tan colectivo”. En su opinión, esto es positivo porque existía una paralización en la ejecución de la política económica en China a nivel del funcionariado de los niveles intermedios, ante la incertidumbre de quién controlaría el poder. Algo que ahora se ha resuelto.
Además, los rumores apuntan a que el nuevo primer ministro del país podría ser Li Qiang, el jefe del Partido Comunista de Shanghái y que se ha convertido a sus 63 años en número dos del Comité Permanente del Politburó. El primer ministro es quien diseña la política económica en China, y Li es conocido por su postura aperturista en lo que respecta a los negocios, “por lo que podría ser una sorpresa”, añadió Yeo.
Las tensiones con EE.UU.
Yeo destacó asimismo que del Congreso del Partido salieron como mensajes el objetivo de hacer de China un país con una amplia clase media próspera, de una mayor distribución de la riqueza, y como meta para alcanzar este proyecto se estableció 2035. Como otra prioridad se estableció aumentar la seguridad nacional, pero no solo en términos militares, sino en lo que respecta a ser más autosuficiente en semiconductores y energía. “Y por eso China se ha convertido en la Arabia Saudí de las energías renovables. Solo mediante la innovación China podrá convertirse en una superpotencia”, dijo Yeo.
Así que la competencia con EE.UU. es algo que se vende muy bien en la política interna de ambos países, pero una invasión de Taiwán impediría a China conseguir la prosperidad que se ha fijado como meta. “Porque sería una guerra civil -explicó Yeo-, y porque se vería afectado todo el mercado de semiconductores, del que el 80% se reparte entre Japón, Corea, Taiwán y China. Una guerra en el estrecho de Formosa haría palidecer la actual crisis energética causada por la guerra de Ucrania. Por eso pensamos que no hay riesgo de una guerra inminente, y como prueba de ello no hay más que ver lo sonriente que estaba Xi al estrechar la mano de Biden en la reciente cumbre del G20 en Indonesia”.
Mercado inmobiliario y covid cero
El desapalancamiento del mercado inmobiliario comenzó ya en 2018. “China quiere evitar una burbuja como la que se produjo en Japón en los años 90 y ha iniciado un proceso para conseguir un aterrizaje suave”, indicó el experto, mediante la nacionalización de las promotoras privadas, que son las que están muy endeudadas y las que han hecho multiplicarse la especulación. Lo hace siguiendo las reglas de mercado, dejando que entren en bancarrota y quedándose con su cuota de mercado. Mientras que las empresas públicas de desarrollo inmobiliario contaban tradicionalmente con un 30% del mercado de vivienda residencial, ahora en cambio controlan el 70%, añadió.
Por otra parte, también buscan reducir el peso del mercado inmobiliario en el PIB del país, aprendiendo también de lo que ya hicieron Japón y Corea, y centrándose en el desarrollo tecnológico.
Sobre la política de Covid cero, ha habido una flexibilización pero continuará en vigor al menos hasta después de la próxima primavera porque China no tiene suficientes camas en los hospitales como para hacer frente a un contagio incontrolado de coronavirus. La flexibilización será gradual y habrá muchas medidas que seguirán en vigor, como el uso de mascarillas, señaló Yeo. Además, la “fábrica del mundo” no puede trabajar desde casa, así que tampoco pueden asumir un cierre completo del país.
¿Por qué invertir ahora?
Yeo defendió la oportunidad de invertir en China precisamente por la situación a contracorriente del país con respecto al resto del mundo, con presiones deflacionarias, espacio para aplicar estímulos fiscales precisamente por estas presiones y recorte de tipos de interés. “Se trata de un mercado a punto de volver a despegar después de su caída”, afirmó.
Si bien el renminbi se ha depreciado respecto del dólar, no lo ha hecho en comparación el resto de divisas de la cesta, por lo que hay espacio para que la moneda sea competitiva, dijo.
abrdn cuenta con el Aberdeen Standard SICAV I – China A Share Sustainable Equity Fund y el Aberdeen Standard SICAV I All China Sustainable Equity Fund, a los que se sumó en julio de este año el Aberdeen Standard SICAV I – China Next Generation, un fondo de compañías de pequeña y mediana capitalización.
La estrategia China A Share Sustainable se basa en una selección bottom-up de acciones de alta convicción, gestionada de manera activa y con una perspectiva de calidad a largo plazo, que reúne entre 30 y 40 posiciones. El equipo de gestores realiza una investigación de primera mano y elige las compañías en base a su calidad, con énfasis en los aspectos ESG y de stewardship. La filosofía del fondo, artículo 8 del SFDR, es de buy and hold.
Por su parte, el All China Sustainable, también artículo 8 del SFDR, aspira a superar al índice de referencia (MSCI China All Shares) con una combinación de crecimiento e ingresos. El proceso de inversión es similar, también enfocado al largo plazo y la calidad, pero incluye tanto acciones onshore como offshore.
Los temas de inversión en los que la gestora encuentra las mejores oportunidades son el consumo y especialmente el aspiracional, que tiene un peso de casi un 40%; digitalización, por la búsqueda de esa mayor autonomía en chips y software –China está sustituyendo todo el software estadounidense por versiones locales-; salud y bienestar, vinculados al envejecimiento de la población y sus necesidades; y finalmente verde, que reúne todo lo relacionado con las renovables y los vehículos eléctricos.
“El mercado de acciones A de China está muy deprimido por los malos resultados macroeconómicos, las tensiones por Taiwán, por Rusia. No falta mucho tiempo para que se produzca un rebote”, subrayó Yeo.