Buscar la obtención de rentabilidad con baja volatilidad es uno de los mayores desafíos del mundo de la gestión de activos en términos históricos. Kent Hargis, gestor de AB Low Volatility Equity, explica cómo afrontar este desafío y las oportunidades que se pueden abrir en la actualidad.
¿Qué motivó la creación del fondo y cómo se alinea el actual entorno de mercado con su propósito?
Fundamos esta estrategia porque, tras la crisis financiera mundial, la mayoría de los inversores se centraban en la rentabilidad. Pensamos que la protección contra las caídas era tan importante para el éxito de la inversión como la rentabilidad. De este modo, lanzamos la estrategia para dar más rentabilidad, pero también menos riesgo. Algo que nos enseñaron en la escuela que no puede suceder. Sin embargo, hemos conseguido más rentabilidad y menos riesgo desde que lanzamos el fondo hace una década.
¿Podría explicarnos la filosofía y el proceso de estrategia de inversión del fondo, especialmente en lo que se refiere a mitigar el riesgo a la baja?
Esa es la cara B de la primera pregunta. La filosofía es que compramos empresas con flujos de caja de alta calidad a precios razonables. Así que la calidad impulsa al alza la estabilidad del mercado, proporciona protección a la baja y el precio ayuda a evitar las operaciones masificadas. Creemos o sabemos que esto funciona, porque los inversores infravaloran sistemáticamente los modelos de negocio de alta calidad, y las empresas con flujos de caja estables son capaces de proporcionar una protección a la baja mucho más predecible que otras empresas.
¿Qué pasa con el entorno actual? ¿Por qué puede ser esto relevante para el actual entorno de mercado?
Diríamos que la calidad, la estabilidad y el precio son ideales para hacer frente a los tres principales riesgos actuales. Y estos son, en primer lugar, el aumento de la inflación y de los tipos de interés. Se necesitan empresas de alta calidad, porque este entorno favorece a los titulares que tienen efectivo frente a los disruptores que necesitan cash para financiar el crecimiento futuro. Pensamos que, si es probable que los beneficios o el crecimiento económico se desaceleren, se necesitan empresas estables que tengan menos riesgo de beneficios. Y, por último, con el repunte concentrado del crecimiento de las megacapitalizaciones este año, es necesario contar con el precio porque se quiere mitigar la posible desventaja de esas operaciones masificadas durante el próximo año.
¿En qué se diferencia la cartera de renta variable de baja volatilidad de otras estrategias de inversión?
La mayoría de las estrategias buscan o bien rentabilidad o demasiada rentabilidad, pero no cuidando otros temas. Otras estrategias o buscan más rentabilidad o buscan proporcionar menos riesgo. Creemos que nuestra estrategia es una de las pocas que da más rentabilidad y menos riesgo al mismo tiempo. Nos diferenciamos frente a las estrategias de bajo riesgo, porque ofrecemos calidad, calidad de valor por empresas más baratas y tenemos conocimientos fundamentales para generar más rentabilidad que las estrategias de bajo riesgo. Y luego proporcionamos sistemáticamente la protección a la baja, por lo que tenemos menos riesgo. Esto es especialmente notable en 2022, donde todas esas estrategias de calidad no protegieron tan bien.
¿Qué tipo de perfil de inversor es el más adecuado para esta cartera?
Un inversor que quiere batir al mercado, pero es consciente y preferimos tener un viaje más suave y menos riesgo. Es una estrategia para dormir bien por la noche, que busca un mayor rendimiento con el menor riesgo. Es una opción intermedia.
Tal y como comenta, el análisis fundamental es muy importante. ¿También considera un sector en concreto a la hora de seleccionar activos para la cartera? ¿Cómo es su posicionamiento?
Es una estrategia de bottom up. Y nuestras sobreponderaciones están donde encontramos los modelos de negocio de más alta calidad. A veces puede ser en sectores de mayor rentabilidad, como el tecnológico y el financiero, que han sido nuestras mayores sobreponderaciones. Pero también puede ser en empresas mucho más defensivas, o en sectores de más protección como materias primas y atención sanitaria. En esas áreas, buscamos empresas mucho más innovadoras y aquellas que vayan a impulsar fuentes inesperadas de rentabilidad al alza en relación con sus sectores.
¿Cómo ve el entorno actual para construir las carteras?
Creo que en el entorno actual, aunque los tipos más altos no es probable que conduzcan a una recesión, las condiciones crediticias se endurecerán. Y de nuevo, esto favorecería a aquellos que tienen una fuerte generación de flujos de caja, en primer lugar. Y, en segundo lugar, aunque no pensamos que haya una recesión, sí vemos que el crecimiento económico, especialmente en términos nominales, se desacelerará este año. Por último, hay un largo camino por recorrer desde los niveles actuales de inflación hasta el objetivo a largo plazo del 2% de la Reserva Federal en términos de posicionamiento. Lo que diría es que, con el importante rendimiento superior de las empresas de crecimiento de gran capitalización este año, creemos que esas valoraciones se han estirado. Mientras que con el bajo rendimiento de las defensivas este año, consideramos que ahora se puede conseguir estabilidad con una mayor protección.
¿Nos puede dar ejemplos de algunas compañías que tengan peso en su cartera?
Microsoft es un buen ejemplo. Es el que tiene mayor peso en la cartera. Pensamos que es el proveedor de tecnología más diversificado del mercado. Como muchas franquicias líderes, desde la nube a Office pasando por Windows. También vemos que es la empresa con mejor USP para aprovechar la inteligencia artificial. Es uno de los pocos nombres que es capaz de ofrecer IA en sus aplicaciones, su infraestructura, su plataforma, son capaces de hacer esto en todas partes, hoy, o en el próximo año. Y ya han demostrado la generación de ingresos mediante el registro de IA generativa en su plataforma de codificación GitHub, donde una parte significativa de la codificación actual ya se realiza utilizando IA generativa, algo que introdujeron hace más de seis meses.