La rentabilidad de las acciones europeas ha superado la de los mercados de renta variable estadounidenses en los últimos meses, después de varios años de bajo rendimiento. ¿Es este el comienzo de una tendencia más larga? Según AllianceBernstein, todavía es demasiado pronto para decirlo, pero algunos acontecimientos en desarrollo podrían indicar un cambio en la suerte de un activo ampliamente rechazado.
El índice MSCI Europe ha ganado un 4,7% (en euros) del 1 de septiembre al 31 de octubre, frente al 4% del S&P 500 (en dólares). Hasta ahora, el rendimiento superior ha sido modesto y podría revertirse rápidamente. “Pero las señales macroeconómicas, los impulsores de beneficios regionales e incluso una posible disminución del riesgo político pueden ayudar a detener la marea de salidas de las acciones europeas”, asegura en un artículo el gestor senior de carteras de renta variable en la entidad, Nicholas Davidson.
Perspectivas económicas: vuelta desde el límite
Las señales de mejora en las perspectivas económicas podrían favorecer a las acciones europeas. Los mercados están actualmente valorando muchas noticias económicas negativas, pero algunos comentaristas están detectando señales de que la reciente desaceleración en el crecimiento económico podría estar tocando fondo. Por ejemplo, los servicios en general siguen pareciendo resistentes. “Dada la cantidad de pesimismo en los mercados, creemos que cualquier sorpresa al alza en los datos económicos podría respaldar una recuperación acelerada de la renta variable”, apunta el análisis.
“Sin duda, las ganancias de las empresas estadounidenses aún parecen mejores que las de sus pares europeos, y un mayor porcentaje de firmas estadounidenses está superando las previsiones de consenso”. Sin embargo, advierte que las compañías que cotizan en bolsa en Europa, especialmente fuera del Reino Unido, tienen en promedio ganancias que son más sensibles al ciclo económico que aquellas de mayor capitalización en Estados Unidos. Por ello, AllianceBernstein considera que cualquier supresión del pesimismo económico tenderá a beneficiar más al mercado europeo.
Desde un punto de vista técnico, tras las salidas masivas de las acciones europeas en los últimos años, muchos inversores están considerablemente infraponderados en Europa. En lo que va de 2019, más de la mitad de las salidas de acciones globales provienen de los mercados europeos, a pesar de que sus valores representan solo una quinta parte del MSCI All Country World. “Si esta tendencia se invierte, creemos que podría conducir a un poderoso rally”, apunta Davidson.
Temores de riesgo político exagerados
Estos catalizadores potenciales a menudo se ven eclipsados por los temores de riesgo político, lo que ha hecho que muchos inversores sean cautelosos con Europa desde la crisis financiera de 2008. Sin embargo, AllianceBernstein cree que estos riesgos han disminuido en Europa. “Si bien no se puede descartar un Brexit sin acuerdo, parece mucho menos probable que en verano”, a lo que se une que “el nuevo gobierno italiano está adoptando un enfoque menos conflictivo hacia las normas europeas sobre política fiscal que su predecesor”. Con todo, los mercados de bonos están mostrando mucha menos preocupación por una posible ruptura de la Eurozona que en los años de la crisis de 2011-12.
Si bien el sentimiento por aspectos políticos puede tener un gran impacto en el rendimiento del mercado a corto plazo, la valoración es el motor más poderoso a largo plazo. El descuento de las acciones europeas frente a EE.UU. parece amplio y, según la gestora, gran parte de esta disparidad refleja la diferente composición sectorial de ambos mercados.
“Los inversores están felices de pagar más por las acciones relacionadas con la tecnología de rápido crecimiento que están más representadas en los índices de renta variable de gran capitalización de EE.UU., mientras que la mayor ponderación de los bancos en Europa reduce las valoraciones europeas en promedio”. Incluso ajustándose a estas diferencias sectoriales, Davidson cree que hoy las acciones europeas parecen más baratas de lo habitual frente a las estadounidenses.
En relación a los bonos, el caso de la valoración de las acciones europeas es aún más claro. A finales de octubre, el MSCI Europe ex UK tenía una rentabilidad por dividendo del 3,2% frente al –0,41% del Bund a 10 años. Es improbable que la política monetaria relajada del BCE cambie pronto, “lo que debería continuar brindando un poderoso apoyo a los mercados de renta variable europeos”.
Mirar más allá del índice
Para aprovechar al máximo las oportunidades disponibles en las acciones europeas, AllianceBernstein recomienda a los inversores mirar más allá del índice. “Muchos siguen prefiriendo las acciones seguras, lo que está generando grandes distorsiones de valoración en el mercado europeo”. La brecha extrema en la valoración entre acciones europeas con menor beta y menos volátiles y sus contrapartes con mayor beta más expuestas al ciclo está creando oportunidades en compañías con flujos de efectivo atractivos y precios equivocados, tanto en sectores cíclicos golpeados como en las partes del mercado más resistentes económicamente.
“No estamos abogando por un gran cambio táctico en la exposición de los inversores a la renta variable regional: a largo plazo, las exposiciones globales bien diversificadas tienen sentido. Pero, para los inversores que actualmente tienen poca o ninguna exposición, creemos que el potencial creciente para un mercado de renta variable europeo revitalizado merece hoy más atención”, sentencia el análisis.
AB Eurozone Equity Portfolio
Con todo, AllianceBernstein recomienda estrategias como AB European Equity Portfolio o AB Eurozone Equity Portfolio. Esta última busca generar un crecimiento del capital a largo plazo invirtiendo sobre todo en acciones de empresas europeas (sin el Reino Unido) que ofrecen buen potencial de retornos a largo plazo y valoraciones atractivas basadas en un análisis estratégico de los negocios y los flujos de efectivo.