2019 trajo múltiples retos para las economías mundiales, señala AllianceBernstein. Hasta ahora, Estados Unidos ha seguido ofreciendo un entorno de inversión estable, un crecimiento relativamente robusto y rendimientos atractivos. Pero, tras una década de expansión, ¿puede el sueño americano seguir siendo viable para los inversores en bonos de Europa?
El año pasado, los inversores se enfrentaron a la continua incertidumbre del mercado en torno al comercio y la desglobalización. Según la gestora, ahora, a medida que las previsiones de crecimiento mundial tienden a la baja, los mercados financieros pueden estar finalmente acercándose a un punto de inflexión. “Para los inversores, esto significa que deben encontrar la manera de mantener el flujo de ingresos y al mismo tiempo proteger sus carteras del efecto de una mayor volatilidad y un crecimiento más lento”, apunta en un artículo.
¿Qué les espera a los mercados en 2020?
Se espera que la economía mundial crezca solo un 2,2% en 2020, el ritmo más bajo en 10 años. Para AllianceBernstein, no es lo suficientemente débil como para llamarlo una recesión y no es comparable con 2009; pero sí representa un desempeño muy débil que podría dejar al mundo más vulnerable a los shocks adversos. “No estamos convencidos de que unas tasas más bajas sean suficientes por sí solas para revertir la desaceleración”, afirma.
En su opinión, tres canales podrían provocar un crecimiento mejor de lo esperado este año: el fin de la tensión comercial, una política monetaria sorprendentemente eficaz y un impulso fiscal proactivo a nivel global. Sin embargo, la gestora se muestra escéptica sobre los tres escenarios.
Por ejemplo, ve la guerra comercial como una manifestación de dos tendencias seculares clave (el populismo y el conflicto geopolítico entre China y Occidente); por lo que no cree que pueda ser resuelta por un tuit o incluso por el fin de la presidencia de Donald Trump. “Y, aunque hace tiempo que pensamos que la carga de apoyar al crecimiento y la inflación se terminará trasladando a la política fiscal, dudamos de que la transición sea lo suficientemente rápida como para marcar una diferencia material en el crecimiento de 2020”.
Oportunidades en bonos estadounidenses
Los bonos estadounidenses pueden proporcionar beneficios de diversificación para los inversores de la zona euro, especialmente porque el coste de cobertura de los dólares en euros es ahora “algo menos punitivo”. En su análisis, AllianceBernstein aboga por una estrategia de bonos estadounidenses que equilibre la seguridad de los bonos gubernamentales de alta calidad con la generación de ingresos del crédito de mayor rendimiento.
En este entorno, hay dos factores esenciales: la capacidad de inclinarse hacia cualquier lado de la balanza dependiendo del entorno de mercado y la diversificación y la flexibilidad en cada lado. “A pesar de las previsiones más débiles, seguimos inclinándonos hacia los activos de crecimiento, dadas nuestras expectativas de un crecimiento económico todavía positivo pero modesto. Y, en el entorno actual, creemos que una cartera con sede en EE.UU. debería diversificarse en varios sectores”, apunta la entidad.
Hoy en día, las empresas estadounidenses afrontan amenazas de factores tan diversos como las guerras comerciales y la creciente supervisión reguladora. Por ello, AllianceBernstein cree que tiene sentido que los inversores centren su exposición crediticia en las partes del mercado mejor posicionadas para soportar estos riesgos; como, por ejemplo, el sector bancario o de consumo de EE.UU.
¿Y qué pasa con el riesgo de las tasas de interés? “En el entorno actual, creemos que es conveniente apostar por una duración inferior a la media para protegerse frente a futuras subidas de tipos”, señala. Asimismo, destaca que mantener ese enfoque equilibrado ha demostrado ser más eficaz que intentar predecir el próximo movimiento en los tipos o en el crédito.
Por ejemplo, durante 2019, “los inversores con infraponderaciones de gran duración se equivocaron por los cambios en la dirección de la política monetaria estadounidense”. La gestora recuerda que muchos fueron sorprendidos con la guardia baja cuando la Fed revirtió su política monetaria y adoptó una postura dovish tras las cuatro subidas previas.
“Sin embargo, la flexibilidad en ambos lados de ese equilibrio también es fundamental”, agrega. Por ejemplo, es importante modificar la exposición crediticia entre distintos sectores para capturar las oportunidades más atractivas, y también lo es ajustar la exposición de la duración para capitalizar las valoraciones. “Aun así, manteniendo el equilibrio y la estructura adecuados, creemos que una cartera de bonos estadounidenses puede producir rendimientos que valgan la pena, al tiempo que se mitigan los riesgos a la baja”, sentencia.