Durante la caída y el repunte por el coronavirus, las acciones growth superaron a las acciones value por un margen récord. Ahora, las primeras parecen caras, pero eso depende de cómo se mire. ¿Es probable que estas tendencias continúen? ¿Cómo deberían posicionarse los inversores en los diferentes estilos? AllianceBernstein responde en este artículo.
La renta variable de crecimiento de Estados Unidos repuntó durante gran parte del 2020. Uno de los ejemplos más extremos es Apple, que ahora vale más de dos billones de dólares. Hasta el 18 de agosto, el Russell 1000 Growth Index avanzó un 23,4%, superando al Russell 1000 Value Index en un 34%. Durante los últimos 12 meses hasta el 31 de julio, las acciones growth estadounidenses superaron a las acciones value por un margen histórico, incluso más que el rendimiento superior registrado antes de que estallara la burbuja de las puntocom en el 2000.
“Ahora, los inversores intentan averiguar si estas tendencias del mercado persistirán en medio de desafíos que van desde la batalla contra el COVID-19, las elecciones estadounidenses y las tensiones entre China y EE.UU.”, afirma la gestora.
Sectores que impulsan el rendimiento
¿Qué hay detrás de estos patrones de rendimiento? AllianceBernstein hace hincapié en que cada índice se inclina hacia diferentes sectores o temáticas. Actualmente, el de crecimiento sobrepondera las acciones de consumo discrecional y tecnología.
Mientras, el índice de valor se encuentra fuertemente concentrado en sectores cíclicos como el financiero, el industrial y el energético; y todos ellos afrontan grandes desafíos debido a la recesión por el coronavirus y a otras fuerzas macroeconómicas. “Su rendimiento suele estar muy influido por las políticas gubernamentales, la dirección de los precios del petróleo (que ahora se están estabilizando) y los tipos de interés (que no es probable que aumenten en el futuro previsible)”, señala.
¿Son demasiado caras las acciones growth?
Las valoraciones también son complicadas. Según la gestora, basándose en la métrica precio/beneficio futuro para 2022 (quizás el método de valoración más popular), las acciones value se negocian con un descuento de valoración del 85% frente a las acciones growth, que se negocian a 25,7 veces los beneficios estimados para 2022. A valor nominal, las segundas parecen más caras.
“Sin embargo, cuando se tiene en cuenta el mayor nivel de crecimiento que se espera de estas empresas, esas valoraciones son en realidad mucho más razonables”, apunta. De hecho, sobre la base del precio/beneficio a crecimiento (PEG) para 2022 (cuando se espera que los beneficios se estabilicen después del colapso de este año), el índice de valor es dos veces más caro que el de crecimiento.
Hace casi dos años, AllianceBernstein identificó tendencias similares y argumentó que una elección simplista entre valor y crecimiento era “inapropiada” después de un mercado alcista de nueve años y en una etapa tardía del ciclo económico de Estados Unidos. “Si bien las condiciones de mercado y macroeconómicas han cambiado drásticamente desde que comenzó la pandemia, creemos que la afirmación sigue siendo cierta hoy en día”, asegura.
Dicho esto, a su juicio, es probable que la volatilidad permanezca elevada y los riesgos de mercado son muy superiores hoy en día, dadas las valoraciones y los riesgos macroeconómicos y regulatorios (como la posible legislación para la industria tecnológica). “Para muchas empresas -en particular, dentro del universo value-, las preocupaciones sobre la solvencia son bastante mayores de lo habitual debido a la pandemia”, advierte.
La gestora considera que los inversores selectivos pueden encontrar candidatos atractivos en ambos estilos. En su opinión, las empresas con balances sólidos y bajos niveles de deuda que no dependen del ciclo económico para su crecimiento son buenos candidatos growth para salir de la crisis.
“Por el lado del value, las acciones con valoraciones atractivas que tienen balances y flujos de caja de mayor calidad merecen ser consideradas”, añade. Con todo, cree que los inversores deberían mirar más allá de los índices de estilo para encontrar estrategias activas que busquen las fuentes de rendimiento potencial más prometedoras a lo largo de la crisis del coronavirus y la recuperación a largo plazo.
AB American Growth Portfolio
Teniendo esto en cuenta, AllianceBernstein recomienda su AB American Growth Portfolio, que busca obtener un crecimiento del capital a largo plazo invirtiendo principalmente en acciones de empresas estadounidenses de alta capitalización y gran calidad. Estas son seleccionadas por el equipo de gestión según su potencial de crecimiento.
“Nuestro enfoque en las ventajas competitivas, los modelos de negocio transparentes, los rendimientos económicos atractivos y la sólida generación de flujos de caja guía la cartera hacia empresas que dependen menos del impacto del mercado a corto plazo y que son más capaces de generar crecimiento sostenible a largo plazo”, afirma.