La última década propició una alta rentabilidad para la mayoría de las clases de activos, pero, en la del 2020, AllianceBernstein espera que las rentabilidades del mercado sean menores y el riesgo, más difícil de manejar. En un artículo publicado en su página web, destaca que, mirando hacia el futuro, un enfoque multiactivos disciplinado será “especialmente valioso” para identificar oportunidades y ayudar a mitigar los contratiempos.
“Los buenos tiempos pueden estar llegando a su fin”, advierte la gestora al apuntar que los mercados se enfrentarán a profundos cambios en la próxima década. Entre los desafíos estructurales, destaca la demografía adversa en las economías desarrolladas y en China, el lento crecimiento de la productividad y el arrastre tanto del consumo como de la inversión por unos endeudamientos sin precedentes. Los obstáculos cíclicos se caracterizan por las altas valoraciones (tras una década de política monetaria relajada y de expansión impulsada por el crédito), las presiones populistas y el aumento de los riesgos geopolíticos.
Aunque AllianceBernstein cree que esto no significa que una venta masiva de activos esté a la vuelta de la esquina, espera menores rentabilidades en la mayoría de las clases de activos en los próximos 10 años. “Mientras tanto, los riesgos de pérdidas proliferarán y se incrementarán a medida que los responsables de las políticas luchen por encontrar respuestas eficaces a estos problemas intratables”, señala.
Con un enfoque multiactivo, los inversores pueden transitar por este terreno más delicado utilizando una amplia gama de herramientas para construir una cartera, y replantearse cómo generar ingresos al tiempo que gestionan los riesgos. Centrándose en 2020, la gestora aboga por cinco estrategias para hacer frente al entorno cambiante:
1. Ser más cauteloso con las acciones
El crecimiento de las ganancias se está debilitando a nivel mundial y, en 2020, se estima que se ubicará por debajo del 10%. Además, gran parte de esas escasas ganancias “serán impulsadas por las recompras y las actividades de financiación corporativa, no por el crecimiento de las ventas”, advierte AllianceBernstein.
Asimismo, señala que los márgenes de beneficios corporativos parecen haber alcanzado su punto máximo, particularmente en Estados Unidos, en medio del aumento de los costes laborales unitarios “que pueden obligar a las empresas a ser más cautelosas a la hora de contratar y gastar”. En Europa, las valoraciones de las acciones son más atractivas, y un euro débil debería apoyar a un gran número de empresas de la Eurozona orientadas a la exportación.
“Las revisiones al alza de los beneficios y la mejora de las perspectivas de las empresas también favorecen la exposición selectiva a las acciones de los mercados emergentes, incluidas las acciones clase A de China”, añade.
2. Resistir el impulso de deshacerse de la duración
Antes, la exposición a los tipos de interés se consideraba la piedra angular de la mitigación de las caídas. Sin embargo, las tires muy bajas y negativas de los bonos gubernamentales en todo el mundo han planteado dudas sobre cuánta protección puede ofrecer la duración en un escenario de riesgo.
No obstante, para AllianceBernstein, las perspectivas inciertas para el crecimiento y los retornos de los activos de riesgo justifican un enfoque de gestión del riesgo que compense parte de la exposición a la renta variable con la exposición a los tipos de interés. “Incluso en Europa, donde las tires son bajas, la duración puede ayudar, en parte porque la curva es más pronunciada que la de EE.UU., lo que proporciona un mayor potencial de rendimiento”.
3. Considerar las estrategias alternativas
Las estrategias alternativas ofrecen una mayor diversificación y características atractivas de rentabilidad/riesgo. Con unas perspectivas para 2020 inciertas en el mejor de los casos, “los inversores que se inclinen por estrategias que capturan la volatilidad y brindan protección frente al aumento de los riesgos pueden obtener primas atractivas e impulsar las rentabilidades”.
Según la gestora, también valdría la pena considerar estrategias de arbitraje de fusiones, ya que las empresas están luchando por encontrar oportunidades de crecimiento orgánico, y los bajos costes de los préstamos pueden realzar el atractivo de las adquisiciones estratégicas para impulsar el crecimiento.
4. Dejar de seguir la tendencia
El crecimiento y los riesgos geopolíticos podrían dificultar que los mercados establecieran tendencias duraderas. Por tanto, “los inversores deberían evitar dar demasiada importancia a las señales de esas tendencias, como la volatilidad o el momentum, y reevaluar frecuentemente sus estrategias de gestión de riesgos”.
En opinión de AllianceBernstein, un período de confusión con oscilaciones risk-on/risk-off es el camino más probable a seguir, por lo que “tiene sentido poner más énfasis en las señales que captan los fundamentos subyacentes del mercado”. Estas incluyen las valoraciones, la calidad de los balances de las empresas, los estímulos y la inflación.
5. Ampliar los horizontes de ingresos
Generar ingresos cuando más de 12 billones de dólares de deuda con grado de inversión registran rendimientos negativos también será un gran desafío. Para evitar asumir un riesgo excesivo, la gestora recomienda a los inversores ampliar sus horizontes. “Dentro de la renta fija, eso significa adoptar un enfoque global y multisectorial”, señala.
Con todo, considera que la aplicación de estos cinco principios en una estrategia multiactivos es una buena manera de iniciar la nueva década. “Recurrir a diversas partes de los mercados de capitales puede ayudar a los inversores a capturar motores de retorno resistentes y, al mismo tiempo, reducir los riesgos que traerá la década de 2020”, sentencia.