Las perspectivas de crecimiento económico global permanecen contenidas. Sin embargo, según Aberdeen Standard Investments (ASI), algunos de los riesgos políticos que plagaron las economías y los mercados en 2018 parecen haberse suavizado, al menos a corto plazo. Esto se ha visto acompañado por el tono ‘dovish’ de la Fed, lo que ha generado algo de alivio a los mercados y se ha visto reflejado en los movimientos de los precios de los activos.
En declaraciones a Funds Society, ASI asegurado que su perspectiva general a medio plazo para las clases de activos tradicionales (bonos gubernamentales desarrollados, bonos corporativos y renta variable) permanece intacta: “creemos que afrontan un entorno de retornos desafiante dadas las valoraciones actuales”. Por ese motivo, se sienten “cómodos” con su exposición relativamente moderada a renta variable y ven oportunidades atractivas en otras partes.
En los mercados tradicionales de crédito, tienen algunas preocupaciones sobre el hecho de que el nivel de los spreads de crédito en la oferta no es proporcional al riesgo en este punto del ciclo. Por ende, cuentan con una exposición directa insignificante al crédito corporativo y aseguran que aguardarán “pacientemente” a que llegue un punto más atractivo para reinvertir.
Asimismo, siguen viendo los ABS como un buen instrumento para contar con una “atractiva compensación riesgo-retorno”.
La gestora considera que los bonos emergentes en divisa local son “los más atractivos entre las clases de activos más grandes y líquidas” gracias al rendimiento nominal y real que ofrecen en relación al de los mercados desarrollados. Esto se apoya en las valoraciones baratas de las divisas y los fundamentales subyacentes “decentes”.
Por último, también ven atractivos en un amplio rango de activos alternativos de nicho, como son las finanzas de litigios, las regalías sanitarias y el arrendamiento de aviones.
“La economía y la política están interconectadas; siempre lo han estado y siempre lo estarán”, asegura ASI, antes de advertir que, sin embargo, la naturaleza de esa conexión “cambia con el tiempo”. En ese sentido, prevé que la incertidumbre geopolítica continuará moviendo a los mercados de ahora en adelante.
En concreto, ve grandes probabilidades de que se produzca un enfrentamiento entre Italia y la Unión Europea, de que salga adelante un Brexit duro y de que se intensifique el conflicto entre Estados Unidos e Irán.
La gestora destaca que el análisis a futuro es una parte clave de su estrategia de gestión de riesgo, ya que le sirve para asegurarse de que mira más allá de las simples medidas cuantitativas del riesgo de inversión. En ese sentido, algunos escenarios que han abordado son el de una guerra comercial, el del rápido incremento de los tipos de interés y el de una crisis de liquidez.
A su juicio, su análisis refuerza el foco que ponen en la diversificación a través de su estrategia multiactivos –que incluye productos como el Aberdeen Standard SICAV I – Diversified Income Fund– y, además, les da una base útil para analizar “las hipótesis de desafíos en torno a las correlaciones de clases de activos y la liquidez individual del mercado”.
El objetivo de ese análisis es considerar cómo podrían responder sus fondos en varios escenarios extremos, que incluyen problemáticas geopolíticas (la guerra en Oriente Medio), económicas (el aterrizaje forzoso de China), políticas (las políticas proteccionistas), de mercado (la venta masiva de letras del tesoro estadounidense) y medioambientales (ciberterrorismo).
“Aunque un análisis del entorno es un ejercicio altamente subjetivo y no existen las respuestas correctas, creemos que, si invertimos tiempo para pensar en estos escenarios podemos tener una idea más clara de cómo nuestras carteras pueden desempeñarse en una variedad de condiciones de mercado y algunas de las sensibilidades clave en ese sentido”, asevera ASI.