Volatilidad, incertidumbre, complejidad y competencia. Son las palabras que Andrew Milligan, responsable de estrategia global de Aberdeen Standard Investments, utiliza para describir el momento desafiante al que se enfrentan los inversores actualmente. Una volatilidad que, añade, ha vuelto a los inversores más defensivos y una complejidad que, sostiene, viene derivada de la disrupción que afecta también a la industria de gestión de activos.
«En un entorno de bajos rendimientos, crecimiento económico bajo y riesgos políticos, los inversores tienen que diversificar para encontrar rentabilidad», señalaba Milligan durante el reciente European Press Day de Aberdeen Standard Investments en Edimburgo.
Respecto a la posibilidad de una recesión económica, Milligan reconoce que es la pregunta más importante para los inversores. A este respecto, destaca que si bien el sector manufacturero está en una recesión modesta, hay otros sectores que se mantienen firmes. «El sector servicios lo está haciendo bien, porque el bajo desempleo apoya el gasto en consumo. Sin embargo, hay una gran divergencia porque la producción industrial y el comercio mundial están débiles», afirma. La gestora escocesa no anticipa una recesión en 2019 y 2020, pero reconoce que «la eficacia de los estímulos todavía no se ha visto y la volatilidad puede aumentar por las tensiones y los errores políticos. «Las carteras siguen en posición táctica y buscando elementos de diversificación», explica este experto.
Y sí, las políticas de nuevo expansivas de los bancos centrales serán efectivas, pero, en su opinión, habría que matizar que el recorte de tipos de interés es un recurso más fácil que implementar una política fiscal que apoye el crecimiento económico. «Los gobiernos van a tener que hacer más en materia fiscal en los próximos años», asegura. «Los bancos centrales están forzando a los inversores a asumir más riesgo», añade.
Foco en la renta variable estadounidense y japonesa frente a la europea
En este contexto, las carteras de Aberdeen Standard Investments siguen en una posición táctica y buscando oportunidades. La preferencia por la renta variable se fundamenta, según Milligan, en dos datos. Por un lado, la rentabilidad por dividendo está por encima de la rentabilidad de la renta fija y la volatilidad de las acciones se sitúa actualmente en el 20%, es decir, no es demasiado agresiva. En cuanto a las valoraciones, Milligan cree que son relativamente atractivas, si tenemos en cuenta que el sentimiento de los inversores está deprimido.
En renta fija, sin embargo, hay pocos argumentos para defender este activo en términos de precio. «Las valoraciones no apoyan la mayoría de los bonos gubernamentales y Australia es la única excepción ante la expectativa de recorte de tipos de interés», señala.
Pese a la preferencia por la renta variable, las carteras están reduciendo su nivel de riesgo y se centran en identificar los activos que están en precio. «Tenemos un moderado riesgo en nuestras carteras a través de una variedad de activos soportados por las valoraciones», señal Milligan. Respecto a la renta variable europea, no se muestran muy positivos dado que los beneficios empresariales no están creciendo. «Hay algunas compañías europeas en las que se puede invertir, pero no hay crecimiento. Es difícil encontrar compañías en Europa en las que se pueda invertir. Las valoraciones, además, hay que tomarlas con cuidado porque Europa apenas tiene empresas tecnológicas y el argumento de las valoraciones altas no funciona igual en la renta variable europea que en la estadounidense».
Respecto a una de las más importantes tendencias de la industria, la ISR o inversión socialmente responsable, Amanda Young, responsable global de análisis de inversiones ESG, destaca que la inversión sostenible, además de una oportunidad de inversión, representa un gran desafío desde el punto de vista comercial. «Nuestro gran desafío es encontrar clientes más allá de Europa. Esto puede cambiar porque los fondos de pensiones no encuentran activos en los que invertir», afirma Young.
Private markets, activos que proporcionan ingresos estables
Además de la preferencia por los mercados emergentes, la renta variable estadounidense y la japonesa, desde Aberdeen Standard Investments tienen clara su apuesta por los activos reales, tanto en su vertiente de private equity como en proyectos de infraestructuras o sector inmobiliario. «En un mundo de bajos rendimientos, preferimos mayor asignación a activos privados y alternativos aunque nos preocupa el elevado endeudamiento. Claramente, son los que ofrecen mejores retornos en este momento del ciclo». destaca Milligan.
Para Nalaka De Silva, responsable de private markets de Aberdeen Standard Investments, la clave de esta clase de activos es que proporcionan a los inversores ingresos estables y aportan una prima de iliquidez generando alfa y reduciendo la volatilidad de las carteras. «Es un activo para grandes inversores que buscan diversificar sus carteras», señala.
Buena muestra del protagonismo que están adquiriendo los mercados privados en las carteras de los inversores institucionales es el tamaño del universo de inversión tanto público como privado. «Desde 1996 el universo de inversión de los mercados públicos se ha reducido un 46% en EE.UU.», destaca De Silva.
Entre los activos reales con mejores pronósticos para los próximos años está el sector inmobiliario en los segmentos de residencias de estudiantes y para la tercera edad, hoteles, plantas industriales urbanas, oficinas y salud. «Son fuentes de crecimiento a largo plazo por la combinación de distintas fuerzas globales como la demografía y la sostenibilidad», afirma Anne Breen, responsable global de estrategia e inversión en real estate de Aberdeen Standard Investments. En residencias de estudiantes, por ejemplo, el potencial se fundamental en la creciente demanda de alojamientos de calidad frente a los campus universitarios.
Actualmente, los inversores institucionales asignan en torno a un 15% de sus carteras a private markets, pero Breen pronostica que este porcentaje se está incrementando y podría alcanzar el 30% en los próximos años.