Personas, tecnología y nuevos productos son los tres factores que, según Santiago Satrústegui, presidente y consejero delegado de Abante Asesores, les han llevado a registrar un crecimiento del 20% en activos bajo gestión y clientes, en lo que va de año. Fruto de este crecimiento, la firma ha contratado a 30 personas más y ahora muda su sede.
Un 2017 que considera que está sumergido en un entorno extraño, pese a lo aparente. “Estamos en tasas de volatilidad mínimas e inferiores a las que tuvimos en periodos previos a la crisis, una situación de tipos bajos, valoraciones altas y además los números son buenos y los crecimientos positivos, incluso en Estados Unidos y ahora en Europa. Sin embargo, entre los inversores está la sensación de que en cualquier momento puede ocurrir algo, que sigue habiendo riesgos importantes en el mercado. Es curioso que con menos volatilidad haya esa sensación de que algo grave puede pasar. La percepción del riesgo no se corresponde con los números, pero afecta a los inversores”, explica.
Otro de los elementos que más marca el entorno es la implementación de MiFID II, que considera que marcará un antes y un después en la industria. En su opinión la oportunidad que plantea la nueva normativa permite poner al cliente en el centro de la estrategia de negocio. “El problema hay que resolverlo desde la persona, poniendo al cliente en el centro. Eso es lo que hemos hecho nosotros desde Abante desde hace 15 años, por lo que estamos totalmente preparados para en entorno MiFID II”, defiende.
Dentro de su filosofía de negocio y de lo que exige esta nueva norma, Satrústegui explica que una de los factores que están impulsando es el tecnológico. Según explica el responsable de la firma, “estamos desarrollando un proyecto tecnológico que tendrá como resultado una herramienta para ser más eficiente en nuestra relación digital con el cliente y ofrecer también resultados más eficientes en las inversiones”.
En su opinión, la tecnología va a permitir a las firmas del sector a llegar a un cliente más pequeño, que se puede quedar desatendido por lo complejo y caro que puede resultar el asesoramiento.
Nuevos productos
Además del personal y la tecnología, Satrústegui destaca la innovación en sus productos de inversión como el otro gran factor que les está impulsando. En concreto destaca el lanzamiento de una nueva gama de fondos de fondos de índices, que replican índices pero que están muy seleccionados y delimitados. “Lo que planteamos en esta gama de fondos de fondos es tener la opción de elegir bien en qué índices se quiere estar. La gestión pasiva está muy bien hasta que te planteas cuál es la combinación de índices más eficientes para capturar rentabilidades”, señala.
El segundo lanzamiento que presenta Satrústegui está dentro de los fondos de autor con que cuenta la firma. Se trata del fondo Quant Value Small Caps, un fondo de inversión de bolsa global gestionado por el astrofísico Narciso Benítez, que se aprobará la próxima semana por las autoridades regulatorias.
La estrategia del fondo se basa en la selección de valores pequeños mediante un algoritmo que mide treinta parámetros, para detectar dos de las principales anomalías del mercado (value y momentum), dando prioridad a la robustez de los resultados con un sistema original que ha desarrollado y probado por el astrofísico en los últimos cinco años.
Este fondo y el algoritmo fue creado por el propio Benítez para gestionar sus ahorros, generando una propuesta que Abante considera muy interesante. “Ser gestor en España es muy complicado y desde Abante queremos ayudar a los que son buenos a desarrollar su propio proyecto. Creemos que Txitxo Benítez es un gestor que tiene muchísima proyección y que necesita un periodo de incubación para que pueda replicar a mayor escala lo que ha hecho hasta ahora”, argumenta Satrústegui.
La idea detrás del sistema es utilizar la sofisticación matemática justa y analizar 45 indicadores de 12.000 compañías en los principales mercados mundiales -excepto China-, de las que solo el 1% se consideran oportunidades de compra. El fondo tendrá en cartera, de media, unas 50 compañías y, por definición, se va a separar del índice de referencia (MSCI World Total).