Marta Campello, socia y gestora de fondos en Abante, recuerda que «la renta variable ha tenido el mejor arranque de ejercicio desde los años 70». Campello también destaca el “espectacular comportamiento de la renta fija y el rally de los bonos de gobierno» y explica que las razones del buen comportamiento de ambos activos tienen que ver, por un lado, con la macroeconomía y el alejamiento de los temores de una gran recesión y, por otro, con la microeconomía y los mensajes más dovish de los bancos centrales.
Perspectivas y posicionamiento para los próximos meses
Tras las caídas que se intensificaron en la recta final de 2018, en Abante comenzaron 2019 enfocados en renta variable. En su cartera modelo tenían una exposición a renta variable del 65%, que han ido reduciendo a lo largo del semestre hasta llegar a estar neutrales, al 50%.
Su posicionamiento para el segundo semestre del año sigue siendo favorable para la renta variable. «En un entorno de tipos bajos, con unos datos macro algo más débiles e inflaciones bajas, creemos que el mejor activo para invertir a largo plazo es la renta variable, pero siendo más prudentes», explica Ángel Olea, socio y director de inversiones de Abante.
En renta fija continúan infraponderados al 35%. En este último mes han aprovechado las subidas para ir reduciendo el peso en la parte de crédito de sus carteras, al tiempo que se encuentran muy conservadores desde el punto de vista de la duración.
De cara a los próximos meses y al hablar de las carteras de sus clientes, desde Abante consideran fundamental la gestión táctica del riesgo, apostar por carteras globales y diversificadas y por una buena selección tanto de activos como de gestores, para aprovechar todas las oportunidades que les brinda el mercado.