En Abante han arrancado 2021 dándole una vuelta a sus carteras y fondos de inversión. Según explican desde la firma, una primera decisión ha consistido en realizar un cierto trasvase de riesgo entre las dos principales masas de activos.
“A los precios actuales nos parece que la renta fija de mayor riesgo tiene poco atractivo, poco retorno y mucho riesgo y, sin embargo, nos parece que hay una parte del mercado de renta variable, tradicionalmente considerado como más estable y resiliente, que a los precios actuales tiene mucho atractivo”, explica Marta Campello, socia y gestora de fondos en Abante, que añade que, en este escenario, “preferimos tener buenas compañías, estables, con negocios crecientes y resilientes que nos paguen dividendos interesantes”.
Por esta razón, la entidad ha empezado el año ligeramente infraponderada en renta fija y sobreponderada en renta variable, con ese enfoque de calidad. En la parte de renta variable han pasado de tener un enfoque geográfico a realizar un análisis más temático y por ideas.
“Pensamos que la pandemia no ha afectado más a unas zonas geográficas que a otras desde el punto de vista de composición de la economía en concreto, sino que se ha traducido de una manera u otra por la composición sectorial de esas economías. Los sectores que han funcionado bien lo han hecho en todo el mundo -por ejemplo, la tecnología ha subido tanto en China como en Europa y Estados Unidos- y, por eso, creemos que nos encontramos en un momento en el que tiene más sentido diseccionar el mundo por sectores y por ideas, y no tanto geográficamente”, resalta la gestora de Abante.
Así, afrontan estos primeros meses del año con el 75% de su cartera de renta variable posicionada para capturar la rentabilidad del mundo a largo plazo, con menos volatilidad que el mercado y con un enfoque claro de calidad. “Cuando hablamos de calidad, nos referimos a marcas que son líderes en sus industrias, que tienen bajos niveles de deuda, activos intangibles valiosos y flujos de caja estables y que, a lo largo del tiempo, son capaces de beneficiarse de ese efecto del interés compuesto que supone que tengan ROEs muy estables y que, además, están cotizando a múltiplos atractivos”, señala Campello.
Tal y como explican, estrategia quality la están jugando a través de fondos globales -con distintas estrategias de diferentes sectores y gestores-, acompañados de estrategias core en Estados Unidos, Europa y Japón y, así, tienen exposición a grandes compañías de consumo básico, farmacéuticas y firmas de lujo como Nestlé, Roche, Nike o VISA. Así como a otros sectores como tecnología y salud, que en 2020 se erigieron como los sectores de calidad por excelencia.
Según relatan, el otro 25% de la cartera de renta variable tiene un posicionamiento más táctico, con “ideas que se pueden desviar significativamente de sus índices y con las que aspiramos a una mayor rentabilidad”, explican desde Abante. “En este enfoque, una de nuestras principales ideas tiene que ver con la recuperación económica. A pesar de los retrasos que estamos viendo en la vacunación, sobre todo en Europa, confiamos en que la inmunidad de grupo y las vacunas nos permitan volver a una cierta normalización de la actividad en unos meses y, con ella, al inicio de la recuperación de los sectores que han sido más duramente golpeados por el virus”, señalan.
Además, insisten en que hay que tener en cuenta que, aunque sigamos conviviendo un tiempo con malas noticias, tanto los gobiernos como los bancos centrales continuarán centrados en apoyar la economía. “Por eso, pensamos que es buen momento para tener en cartera algunas posiciones que nos permitan beneficiarnos de dicha recuperación del ciclo”, añaden.
“Estamos poniendo en práctica esta idea de recovery trade a través de un fondo de estilo value global, un fondo con sesgo value en Estados Unidos con preferencia hacia medianas y pequeñas compañías y una estrategia que equipondera los 500 valores del S&P 500, de forma que las grandes empresas que mejor lo han hecho ven reducido significativamente su peso, mientras que los valores más pequeños y los que se han quedado más rezagados suben su porción en el índice. De esta forma, estamos teniendo exposición a compañías relacionadas con el entretenimiento, el turismo y el ocio, como Booking.com, Expedia, Marriot o Walt Disney”, destaca Campello.
Recuperación y desarrollo de los mercados emergentes
La segunda idea que forma parte de su cartera táctica apuesta por la recuperación y el desarrollo de los mercados emergentes, ya que consideran que es una de las zonas con mayor crecimiento del mundo, especialmente China, con un enorme porcentaje de la población y un repunte de la clase media y, además, consideran que lo han hecho mejor que otras zonas del mundo durante la pandemia.
“Aquí, además de la exposición que tenemos con otros fondos de la cartera, hemos optado por tener exposición directa, para aportar un alfa adicional respecto al índice mundial, a través de un fondo especialista en mercados emergentes, muy centrado en China”, explican.
Innovación y mundo digital
Con su tercera idea apuestan por todo lo relacionado con la innovación, el mundo digital y la tecnología del futuro. “Queremos apostar por la tecnología en un mundo que cada vez la necesita más, pero no queremos quedarnos en las empresas vinculadas al “stay at home” o en las grandes tecnológicas. Queremos tener exposición a la parte más industrial y de inversión de la tecnología, como, por ejemplo, al segmento de semiconductores. Hablamos de inteligencia artificial, del coche autónomo, de impresión en 3D o de la realidad virtual”, explica la gestora de Abante.
Según relata, en la parte de renta fija también han comenzado el año con bastantes cambios y con un posicionamiento más prudente del que tenían el año pasado. “Hemos reducido significativamente el riesgo vendiendo los fondos más agresivos y hemos introducido estrategias flexibles más conservadoras que nos permitan generar rentabilidades positivas, con un nivel de riesgo más moderado”, comenta Campello.
Así, han arrancado 2021 con un peso del 45% en renta fija (en su cartera moderada que representa el escenario central), con un tercio de la cartera en posiciones conservadoras asimilables a la liquidez, otro tercio en inversiones de renta fija a corto plazo diversificadas en gestores con mandatos de preservación del capital y, por último, con un tercio en estrategias algo más agresivas y flexibles con carteras globales de bonos, en las que, según defienden, el elemento gestor es clave.