A una semana del 2 abril, bautizado por Donald Trump como el “Día de la Liberación”, sigue la lluvia de informes de gestoras y casas de inversión sobre los cambios en el tablero del comercio mundial, las represalias de los distintos países contra la imposición de aranceles generalizados, la caída de los mercados bursátiles y las probabilidades de recesión en Estados Unidos, a la vez que se multiplican los webinars para intentar explicar este nuevo fenómeno que recorre el mundo, con sus probables consecuencias.
Nada es tan enemiga de los mercados y los inversores como la incertidumbre. Y la incertidumbre crece día a día. En este contexto, los inversores se preguntan si deberían desarmar posiciones, aprovechar las bajas para comprar y a qué activos acudir como refugio o cobertura.
En Amundi creen que, al menos que se produzcan avances significativos en las negociaciones y se establezca un nuevo marco comercial, la volatilidad seguirá presente en los mercados durante las próximas semanas, por lo que han reducido la postura de la renta variable.
“Seguimos creyendo que es clave mantener las coberturas de renta variable y el oro. En cuanto a la renta variable estadounidense, creemos que el impacto será más pronunciado en las megacapitalizaciones, mientras que el sector de empresas de pequeña y mediana capitalización podría beneficiarse. En cuanto a la asignación de la renta variable, seguimos favoreciendo una postura diversificada que incluya mercados emergentes selectivos. En cuanto a la duración, nos mantenemos activos con una postura positiva en Europa y una postura casi neutral en Estados Unidos”, escribieron en un informe que vio la luz el día 3 de abril.
Para Román Gutiérrez, Portfolio Manager de Baltico Investments, compañía de gestión de activos con licencia en Estados Unidos y con clientes en toda Latinoamérica, Trump apostó todo su capital político y si la temática que sacude a los mercados en este momento se convierte en algo coyuntural, con acuerdos rápidos país por país, “es posible que en unos meses hayamos salido de este laberinto”. Pero si por el contrario, los acuerdos no surgen y los más fuertes eligen la confrontación, “será un perder – perder para la economía global”, señaló.
“Es muy difícil estimar los resultados a mediano y largo plazo de esta recomposición económica”, reflexionó. Gutiérrez explicó que desde la compañía ven con “mucho interés” al oro, los bonos del Tesoro de EE.UU., las acciones de healthcare, los utilities y el sector defensivo local “para diversificar portafolios y hacer hedging sobre las carteras de acciones”.
Sin embargo, aclaró que la caída del mercado accionario estadounidense ha sido tan “violenta” que “pronto la relación rendimiento – riesgo de las acciones comenzará a favorecer el regreso a los activos de riesgo”. Por otro lado, agregó que la tecnología , la buena gerencia y la alta productividad empresarial de los EE.UU. hará que las compañías se reacomoden rápidamente a estos nuevos escenarios.
A los inversores que apuntan a mantener un horizonte de mediano y largo plazo, desde Baltico sugieren “entender que la historia está llena de correcciones y mercados bajistas, de los cuales Wall Street siempre se ha recuperado”.
Desde UBS Global Wealth Management, Solita Marcelli, CIO Americas, publicó en su perfil de Linkedin una nota firmada por el CIO global, Mark Haefele, con respuestas a algunas de las principales preguntas que les formularon sus clientes.
A la pregunta, ¿debo vender renta variable ahora?, UBS Global WM respondió con un contundente “no”. El argumento fue que desde 1945, en las 12 ocasiones que el índice S&P cayó un 20%, el indicador arrojó retornos positivos el 67% de las veces al año siguiente. Para cubrir la cartera, UBS recomienda también bonos del Tesoro, oro y hedge funds.
Por su parte, la gestora MFS difundió su Market Insight sobre las tarifas, donde consignó que la renta fija se mantiene bien posicionada en el futuro próximo como una clase de activo atractiva para reducir riesgo. A su vez, la la gestora dijo que el argumento a favor de una larga duración se fortaleció considerablemente durante la última semana, lo que refleja el riesgo a la baja para el crecimiento y las crecientes expectativas de que los bancos centrales mundiales puedan acelerar el ritmo de flexibilización de las políticas ante un shock de crecimiento.
Dentro de la renta fija, MFS cree que las clases de activos con beta más bajo y mayor duración parecen estar mejor posicionados en medio de la turbulencia actual. Estas incluyen activos securitizados, bonos municipales y segmentos de renta fija con mayor calificación crediticia.
Para el inversor no estadounidense, la exposición a divisas debe considerarse cuidadosamente dada la perspectiva negativa para el dólar, agregó. Y en cuanto a la renta variable, la rotación global que se aleja de EE. UU. podría persistir hasta que lleguemos al punto en que Estados Unidos se identifique claramente como una oportunidad de compra. «Ese momento podría llegar. Es comprensible que actualmente favorezcamos un sesgo de calidad a la hora de analizar la selección de activos, así como la exposición a sectores con beta más bajo», concluyó.