Esta semana hemos visto cómo los eventos políticos han pesado en el mercado: Estados Unidos y China tensaron más las relaciones comerciales con el anuncio de nuevos aranceles, Shinzo Abe superó las elecciones de su partido, Turquía recortó sus previsiones de crecimiento, Brasil encarrila una nueva cita electoral y, en Europa, las negociaciones en torno al Brexit se encallaron dando pocas esperanzas a que haya un acuerdo.
En este río revuelto, los gestores activos se focalizan en identificar oportunidades, pero también en proteger el capital de los inversores. Entre las estrategias más usadas por los gestores, Luke Newman, gestor de Janus Henderson Investors, defiende las de retorno absoluto. En su opinión, le permite cumplir dos principales objetivos: no perder capital y ofrecer un rendimiento con independencia del entorno de mercado.
“Es la estrategia con la que me encuentro más cómodo para gestionar un entorno como el actual, donde la economía se enfrenta a un horizonte diferente marcado por la normalización monetaria y por el efecto que han tenido en las valoraciones de los activos tras los programas de compras de los bancos centrales”, destaca Newman, gestor de fondos de retorno absoluto y hedge funds de la gestora.
Su visión está reflejada en elfondo United Kingdom Absolute Return Fund, una estrategia long/short, de alta liquidez y que mantiene una exposición del 40% en Estados Unidos y Europa, y un 10% en Reino Unido.
“Ahora mismo nos mantenemos cortos en el Reino Unidos, largos en Europa y neutrales en Estados Unidos. El motivo es que creemos que es el momento de ganar más rentabilidad en corto. En cuanto a la distribución geográfica, reconozco que hemos rotado la cartera; antes estábamos largos en Estados Unidos y neutrales en Europa, pero hemos cambiado las posiciones. Nos gustaba el crecimiento que está viviendo Estados Unidos y lo hemos aprovechado, sobre todo a raíz de la reforma fiscal que ha aumentado los beneficios de las empresas. En cambio vemos que el encarecimiento del dólar, la subida de tipos y las consecuencias de las políticas proteccionistas le resta atractivo a corto plazo. En Europa nos encontramos valoraciones más atractivas, crecimiento y una divisa no tan fuerte”, explica.
El fondo se mantiene corto en el Reino Unido porque Newman considera que, pese a todo el contexto político, hay valor. Según señala, “las acciones de compañías inglesas son una oportunidad porque se sostienen con el consumo nacional. Por ahora no vemos que todo el proceso del Brexit esté afectando al consumo interno, además tienen una valoración atractiva”.
Entre los sectores que más presencia tienen en el fondo destacan el industrial, el financiero, el consumo discrecional y la tecnología de la información. Aún así, el fondo se caracteriza por su diversificación y ningún sector supera una posición del 10%.
“Creemos que hay una gran oportunidad en aquellas áreas disruptivas, tanto en el sector industrial como en la economía. Toda esta tendencia disruptiva está teniendo un fuerte impacto en los márgenes de los modelos de negocios más tradicionales, así que la oportunidad está en aquellos que sepan aprovecharse de esta tendencia y actualizar sus modelos, o generar una propuesta de negocio disruptiva. Un claro ejemplo es todo lo relacionado con los servicios financieros; veremos mucha inversión en este campo porque los consumidores quieren una forma más barata de manejar sus finanzas”, añade.
Brexit: el río revuelto
“Política” es una de las palabras que más repite Newman a la hora de explicar su visión de mercado y las posiciones de su cartera. “Hasta final de año vamos a tener varios momentos políticos y electorales importantes, como las elecciones legislativas en Estados Unidos o las presidenciales en Brasil», apunta.
Una de las situaciones sobre las que hace más hincapié es sobre el Brexit. Esta semana vimos como las negociaciones entre Theresa May y los socios de la Unión Europea entraban en una fase crítica. “A corto plazo la situación nos lleva a un sentimiento negativo, pero creo que la situación cambiará en los próximos meses y el Brexit se cerrará con un acuerdo”, afirma. El argumento de Newman para mostrarse optimista radica en su confianza en que ambas partes lograrán una salida al punto más delicado de las negociaciones: la gestión de la frontera con Irlanda y su situación tras el Brexit.