Las acciones de mercados emergentes (EM) subieron un 16,57% y superaron al S&P 500 en un 10,7% en los primeros 11 meses de 2016, antes de detenerse para reevaluar las implicaciones de la presidencia de Donald Trump, resume Mirae Assets Global Investments en su documento de perspectivas para los mercados emergentes en 2017. La retórica en torno a la campaña de Trump fue indudablemente favorable al crecimiento, e inflacionista, ya que el presidente había prometido bajar los impuestos, aumentar el gasto en infraestructuras, atraer los puestos de trabajo al territorio nacional y desafiar el status quo del comercio global.
Con estos pilares inflacionarios en mente, la victoria de Trump, junto con la subida del tipo de cambio de diciembre del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) y el ligero aumento de las expectativas de que los tipos suban en 2017, coincidió con un alza en los rendimientos del Tesoro estadounidense y un fortalecimiento del dólar. Todo esto ha supuesto a su vez –explica la gestora- un carry trade menos atractivo y salidas de la renta fija de EM, lo que provocó mayor debilidad de las divisas EM y mayor presión sobre la inflación.
“Esto podría suponer una atractiva oportunidad de entrada en acciones EM que hayan experimentado una dispersión significativa de las rentabilidades durante el año en favor de los sectores cíclicos. La Fed comentó que su decisión de aumentar los tipos estuvo supuso un voto de confianza para la economía de Estados Unidos, y los EM tienden a mostrar mejores comportamientos en tiempos de fuerte crecimiento en Estados Unidos”, explica.
Además, el mercado espera que Estados Unidos inicie un ciclo de subida de tipos, pero las subidas de tipos por debajo de lo esperado podrían detener la fortaleza del dólar, lo que sería positivo para los mercados emergentes, ya que muchos de ellos tienen déficit estructural en cuenta corriente y son grandes deudores en dólares estadounidenses.
Los expertos de la gestora consideran que el mercado volverá a mirar los fundamentales de las empresas en 2017 y premiará especialmente a aquellas que sean capaces de generar resultados sólidos, a pesar de un crecimiento algo más débil.
Mirae Asset GI advierte a los inversores en EM de que deben estar atentos a estos puntos:
Por un lado, el auge de los movimientos populistas en Europa. Donde se debe hacer frente a varias citas electorales clave a principios de año, especialmente Francia y Países Bajos, que pondrán a prueba las resoluciones políticas de la Unión Europea tras la victoria del Brexit y de Donald Trump.
Además, está el impacto político de Estados Unidos. “En 2017 seguiremos analizando los resultados e impacto de la nueva administración estadounidense, que podría poner en riesgo el status quo del comercio internacional y también podría causar un incremento de la demanda en materias primas para el desarrollo de un ambicioso programa de infraestructuras”.
También la gestora pide atención al reequilibro del crecimiento chino, pues espera que una mayor aportación al crecimiento por parte de Estados Unidos traiga consigo un impulso global al ciclo económico. Este revulsivo tendría un efecto positivo para las exportaciones chinas, lo cual podría suponer al mismo tiempo un colchón para cubrir el efecto de una ralentización de sus inversiones en infraestructuras. “En todo caso, el país del Dragón deberá poner en marcha toda una serie de reformas estructurales para superar algunas divergencias”.
Y por último, a la incertidumbre política y bancos centrales. 2017 se verá marcado por la llegada de nuevos actores políticos recientemente elegidos y que pondrán en marcha sus respectivas agendas. Por otro lado, los movimientos de los bancos centrales volverán a ser clave. China podría sufrir un leve endurecimiento de su política monetaria, mientras que India seguirá beneficiándose de medidas acomodaticias adicionales.