Durante agosto los inversores han desempolvado sus informes sobre China, y los libros de texto que explican cómo el gigante asiático atraviesa la difícil transición de una economía basada en la inversión y la exportación a otra liderada por el sector servicios y el crecimiento de la demanda interna. Parece que las autoridades chinas tienen la intención de alejarse del tipo de cambio fijo hacia uno que refleje más lo que sucede en el mercado, en línea con las recomendaciones del FMI para que el yuan sea elegible en la cesta de divisas que componen los derechos especiales de giro. Esto provocó una oleada de ventas de los activos de riesgo ya que los inversores comenzaron a descontar una crisis china sobre la base de que la idea de levar a cabo la reforma de la economía sin atravesar dificultades es una ilusión.
Gráfico 1: Valoraciones de la renta variable china (CSI 300 index) desde enero de 2010 al 4 de septiembre de 2015
Para Colin Graham CIO y responsable de TAA y Research del equipo de multiactivos de BNP Paribas Investment Partners, la economía china está entrando en una etapa de normalidad en su crecimiento que la hará más eficaz con los recursos e implicará un mayor consumo interno y más “libre mercado» para los activos financieros.
Gráfico 2: Cambios en la composición del tráfico ferroviario de China que ilustran el cambio de una ‘vieja economía’ (donde el tráfico de mercancías suponía una parte sustancial del tráfico) a una «nueva economía» (donde el tráfico de pasajeros va en aumento).
“Esto nunca va a ser fácil porque una transformación de esta envergadura requiere reformas importantes en áreas como la política de lucha contra la corrupción, el control del gobierno local y la reducción del exceso de capacidad industrial. Los cambios que se están realizando serán positivos a largo plazo, pero por el camino veremos efectos negativos a corto plazo, como una tasa de crecimiento nominal inferior”, explica Graham.
Los mercados financieros
En agosto vimos una pequeña devaluación del renminbi, pero esto ha tenido muy poca repercusión para revertir la apreciación del renminbi frente a las divisas no ligadas a la evolución del dólar.
Gráfico 3: En términos relativos, el renminbi (línea verde) se ha mantenido mucho mejor frente al dólar estadounidense que cualquiera otra divisa de los mercados emergentes (línea azul) o de los mercados desarrollados (línea roja).
“A principios de 2015, el gobierno se comprometió a rescatar a empresas inmobiliarias conforme el peso de su deuda se tornaba insostenible. Desde entonces hemos asistido a varios recortes de los tipos de interés y se ha puesto freno a los préstamos de la banca en la sombra. Estos factores han contribuido a reducir la carga de los tipos de interés”, cuenta desde Londres el CIO de BNP Paribas IP.
Gráfico 4: Cambios en los tipos de interés para el período desde octubre de 2006 hasta julio de 2015
Entre el 1 de enero y el 4 de septiembre de 2015 el mercado de renta variable de acciones clase A de China subió un 30% para después retroceder en la misma cuantía, volviendo así a los niveles en los que comenzó el año. Las valoraciones dejaron de parecer caras frente a las bolsas de los mercados desarrollados. “Sin embargo, la presión sobre los beneficios de las compañías chinas sigue siendo intensa debido al aumento de los costes laborales y los menores ingresos obtenidos en el extranjero (debido a la fortaleza del renminbi). El único aspecto positivo es que los precios de las materias primas han caído, lo que debería traducirse en un abaratamiento para los fabricantes y los consumidores”, estima el experto.
Gráfico 5: Las bolsas de China son ahora más baratas que las de los mercados desarrollados.
¿Qué le espera a China?
Las autoridades chinas todavía tienen muchos instrumentos tradicionales de política monetaria para evitar un «aterrizaje duro». BNP Paribas IP espera que sus próximos movimientos se dirijan a recortar los tipos de interés, liberar más fondos para los bancos puedan prestar, permitir que el renminbi se debilite y, como último recurso, volver a las viejas fórmulas de estímulo fiscal directo.
Sin duda, China se enfrenta a más efectos dolorosos, dado que boom del exceso de capacidad de las inversiones está cerrado, lo que afecta al empleo y ejerce presión sobre el balance de los bancos y las finanzas de los gobiernos locales.
“Nuestro escenario central nos hace pensar firmemente en que China lo logrará a largo plazo, pero las preocupaciones a más corto plazo siguen existiendo. Sin embargo, creemos que la desaceleración no va a arrastrar a la economía mundial a una recesión o una espiral deflacionaria. En nuestra opinión, el conducto de contagio podría llegar a través de los vínculos financieros”, dice Graham.
El experto cree que estamos en el momento del ciclo en el que el dolor de la reforma y la desaceleración económica se dan por descontadas pero los beneficios de la caída de los precios de las materias primas y la mejora del gobierno corporativo aún no han dado sus frutos, por lo que estas ventajas están menos reconocidas en el precio de los activos.