Según la Encuesta a Clientes de Banca Privada de JP Morgan de primavera de 2019, el sentimiento inversor no ha sufrido grandes cambios con respecto al pasado invierno. La incertidumbre a nivel global continúa; no obstante, ante el aumento de las expectativas de volatilidad para el año 2019, muchos inversores están comenzando a adoptar un enfoque de inversión más defensivo.
Uno de cada cuatro inversores con grandes patrimonios de toda Europa (el 39%) siguen creyendo que la renta variable será el tipo de activo que obtendrá las mayores rentabilidades en los próximos 12 meses. En cambio, más de la mitad de los inversores españoles (el 54%) se muestran optimistas con respecto a esta clase de activo.
Un tercio de los clientes con grandes patrimonios de toda Europa (el 33%) están invirtiendo en activos de mayor calidad para posicionar sus carteras de forma más defensiva. Una cifra que, en el caso de los españoles, se eleva al 40%. Una cuarta parte de los clientes (el 24%) están saliendo de sectores muy cíclicos y continúan centrándose en oportunidades de inversión a largo plazo en sectores como el sanitario y el tecnológico. En este caso, los españoles se sitúan en la media europea con un 25%. Otro 20% de los participantes en la encuesta está invirtiendo en sectores defensivos como utilities, inmobiliario y telecomunicaciones.
“Al igual que muchos de los clientes españoles que participaron en la encuesta, seguimos teniendo una opinión positiva respecto a la renta variable para 2019; tal y como sugiere nuestra sobreponderación en las carteras gestionadas”, asegura Borja Astarloa, director general de JP Morgan Banca Privada en España. “Ahora que entramos en el final del ciclo, observamos una rotación desde sectores cíclicos hacia sectores con mayor exposición al crecimiento secular. Por un lado, no se está produciendo una ralentización en la revolución tecnológica; por otro, el sector sanitario ostenta 20 años de crecimiento constante de sus beneficios, y se estima que seguirá creciendo en cifras de un solo dígito hasta el año 2020”.
“En la actualidad, los mercados reflejan cada vez más las tensiones asociadas con fases avanzadas del ciclo económico», advierte. Este proceso se parece más a la acción de regular la intensidad de la luz de una habitación que sencillamente encender o apagar un interruptor. Dentro de cada clase de activo y, en el conjunto de los mismos, hemos aprovechado los reguladores de intensidad que tenemos a nuestra disposición para asegurarnos de que asumimos un nivel adecuado de riesgo. No obstante, aunque nuestra expectativa de ralentización del crecimiento merece un enfoque más cauteloso, creemos que aún es demasiado pronto para pasar a una postura abiertamente defensiva. Esta opinión, junto con otras, podría evolucionar con los acontecimientos durante el año 2019”, concluye Astarloa.