Históricamente, el equipo internacional y el crecimiento global de Invesco ha adoptado una posición infraponderada en el sector de la energía, en la creencia de que en el transcurso de un ciclo económico, muy pocos productores de petróleo y gas pueden ganar consistentemente por encima de su costes de capital. Además, explica Richard Nield, senior portfolio manager de la firma, hay muchos equipos de gestión priorizando el crecimiento del volumen por encima de los retornos, una estrategia que con el tiempo hace caer los precios o los sitúa por debajo del punto de equilibrio de la curva de costes media. Pero después de la reciente carnicería en los mercados de petróleo, Invesco reconoce que está empezando a desempolvar algunos de sus archivos de empresas de energía en busca de oportunidades.
En esta búsqueda, la firma cree que es fundamental mantener un enfoque en la calidad para determinar qué empresas pueden sobrevivir -y prosperar- en este contexto. Nield argumenta que la mayoría de las empresas de energía no son capaces de acceder a los mercados para emitir deuda nueva, y eso significa que sus únicas opciones son las de acudir a más recortes de los dividendos, dilución de las acciones o la venta de activos de alta calidad. “Esperamos ver varias quiebras en 2016”, dice.
La visión en el petróleo
“Creemos que los precios del petróleo en el entorno de los 31 dólares el barril no son económicamente viables para la industria, y debería haber al menos un recorte de 1,5 millones de barriles por día para que la oferta y la demanda vuelvan al punto de equilibrio. De hecho, es probable que asistamos a una destrucción acelerada de volumen en la segunda mitad de 2016, ya que las empresas han estado reduciendo sus gastos de capital a niveles de mantenimiento: el número de equipos de América del Norte se ha reducido un 57% respecto al año anterior, y más del 63% desde los máximos de 2014. Sin embargo, los saudíes parecen dispuestos a sufrir grandes déficits con el fin de sacar a su competencia del mercado”, apunta el gestor.
En este sentido, Nield recuerda que mientras las empresas de menor calidad tienden a hacerlo mejor a corto plazo cuando las materias primas rebotan, las compañías de gran capitalización con mayor calidad siguen obteniendo mejores resultados a largo plazo a medida que aumenta la probabilidad de que el barril de petróleo se coloque en el nivel de 80 dólares. Además, cuenta, junto a la aceleración del crecimiento global, sería necesario un período de debilidad del dólar para que los precios de las materias primas den señales de una tendencia positiva a largo plazo. Y dado que los bonos del Tesoro estadounidense pagan una rentabilidad mayor que otros mercados desarrollados, tendríamos que ver cómo esa brecha empieza a cerrarse para que el dólar se deprecie.
Posiciones en energía
“Nuestra mayor posición en una compañía petrolífera es Suncor, que a 31 de diciembre suponía el 1,53% del fondo Invesco International Growth. Suncor es una empresa canadiense integrada con uno de los balances más fuertes del sector, que está aprovechando de la crisis para adquirir acciones de Canadian Oil Sands (el fondo no tiene posiciones aquí). Este acuerdo podría aumentar la participación de Suncor en el proyecto Syncrude, para extraer petróleo de arenas. Es el mayor proyecto de este tipo del mundo y tiene 40 años de reservas probadas y probables”, afirma el senior portfolio manager de Invesco.
Otra de las posiciones de energía es Royal Dutch Shell, inmersa en el proceso de compra de BG Group en un momentoen que pocas empresas tienen los balances como para plantearse siquiera un acuerdo de este tipo. La compañía suponía a 31 de diciembre de 2015, el 1,26% del fondo Invesco International Growth, mientras que BG Groupno está en la cartera del fondo.
“Creemos que las empresas como Shell o Suncor normalmente salen reforzadas de turbulencias de este tipo y deberían ser capaces de obtener mayores rendimientos en un futuro con un precio del petróleo menor”, concluye Nield.