El ascenso estelar de la criptomoneda bitcoin ha arrojado nueva luz sobre la red blockchain que la sustenta. En marzo, el valor de la criptomoneda bitcoin superó por primera vez los 60.000 dólares, continuando con una racha récord (y a veces controvertida) que la ha llevado a triplicar su valor desde finales del año pasado.
Entre los inversores más recientes en bitcoin se encuentra el empresario multimillonario Elon Musk, cuya empresa pionera en la fabricación de coches eléctricos, Tesla, compró 1.500 millones de dólares en bitcoin en febrero, afirmando que planifica aceptar la criptomoneda como pago para sus coches en el futuro. Con el valor total del mercado de bitcoin superando el billón de dólares, y en medio de la creciente adopción de la criptomoneda por parte de los inversores y de un número cada vez mayor de instituciones financieras convencionales, la atención se centra ahora en la tecnología blockchain que la sustenta.
En esencia, blockchain es un tipo especial de libro de contabilidad digital distribuido en el que las transacciones se registran cronológicamente y puede proporcionar un registro inmutable y con registro de fecha y hora de las transacciones. Aunque la tecnología es quizás más conocida por su papel de apoyo en el mercado de bitcoin, el blockchain se utiliza cada vez más en áreas tan diversas como la sanidad, las cadenas de suministro de los minoristas, la minería y la industria de la alimentación y las bebidas. Cualquier cosa que requiera un libro de contabilidad subyacente puede, en teoría, ser apoyada o asistida por la tecnología blockchain.
Erik Swords, gestor de cartera de Mellon, ha seguido el desarrollo tanto de bitcoin como de blockchain desde su creación y está especialmente entusiasmado con el potencial de inversión de blockchain y la gama de aplicaciones e industrias que podría apoyar en el futuro. «El blockchain tiene el potencial de trastocar los sistemas tradicionales de intercambio, liquidación y servicio de activos al ofrecer formas únicas de reducir costes, eliminar ineficiencias y disminuir las actividades fraudulentas que a menudo provoca la intermediación», afirma.
La era digital
Aunque los movimientos hacia una sociedad más digitalizada (que acepta criptomonedas como el bitcoin) estaban en marcha mucho antes de que apareciera el COVID-19, Swords cree que la pandemia ha ayudado a acelerar el desarrollo y la aplicación de muchas soluciones útiles de blockchain. “Aunque la transformación digital estaba muy avanzada antes del COVID-19, la pandemia obligó a casi todo el mundo que antes trabajaba en una oficina a volver a casa y adoptar nuevas formas de trabajo remotas y electrónicas. Los confinamientos nos hicieron ver rápidamente cómo nuestra sociedad puede funcionar de forma digital. La mayor parte de la base tecnológica y de la infraestructura para la vida y el trabajo digitales ya estaba ahí y, cuando llegó la pandemia, empezamos a darnos cuenta de lo eficaces que pueden ser algunos canales como el comercio electrónico”, añade.
En este contexto, la tecnología blockchain está encontrando algunos usos y aplicaciones nuevos y sorprendentes, aunque su contribución al sector financiero sigue siendo quizás lo más evidente. En las finanzas, las primeras preocupaciones sobre el abuso de las criptomonedas y la tecnología blockchain han dado paso al reconocimiento de que puede proporcionar canales de transacción altamente seguros.
En palabras de Swords: “Hoy en día el sistema financiero mundial depende en gran medida de terceros para facilitar el intercambio, la liquidación y el servicio de los activos. El blockchain puede alterar este sistema establecido al ofrecer una forma particular de evitar las ineficiencias y las posibles oportunidades de fraude que plantea la intermediación. El sistema hace esto requiriendo que los usuarios individuales alcancen un consenso mayoritario en la confirmación de la propiedad de los activos antes de que una transacción entre pares pueda formar parte del libro mayor aceptado por la comunidad. Es muy seguro. A pesar de todo el ruido en torno a bitcoin, el sistema de transacciones nunca ha sido hackeado, por ejemplo”.
Vivir según los números
Más allá de los servicios financieros, Swords ve un enorme potencial para la aplicación de blockchain en áreas como la sanidad, las cadenas de suministro de minoristas y el sector de la alimentación y bebidas. “El número de casos de uso que estamos viendo está aumentando exponencialmente en todos los sectores empresariales a medida que los usuarios potenciales aprenden más sobre las posibles ventajas del blockchain. En concreto, las cadenas de suministro han sido notoriamente ineficientes y podrían beneficiarse verdaderamente del blockchain, un sistema que ofrece transparencia y visibilidad de extremo a extremo para las diferentes partes implicadas en el suministro de bienes”.
Swords utiliza el ejemplo del suministro de frutas y verduras a las grandes cadenas de supermercados para ilustrar la utilidad del blockchain. Explica que al documentar cada paso de la cadena en un único sistema, el sistema puede permitir tanto a los proveedores como a los distribuidores ser más ágiles y responder a los cambios en la oferta y la demanda.
“En el suministro de alimentos pasan muchas cosas por el camino. Contar con un sistema que documente todas y cada una de las etapas de ese trayecto en el sistema de gestión de la cadena de suministro es extraordinario, porque los datos que se obtienen son entonces mucho más relevantes. Un ejemplo podría ser cuando hay escasez de ciertas verduras en los lineales de un gran supermercado. Esto se puede comunicar inmediatamente a los proveedores, que sabrán entonces que hay que poner más verduras en los camiones para que puedan ir a los centros de distribución que las necesitan y, en última instancia, a los clientes”, afirma el gestor.
Por último, Swords añade que los datos comunicados a través de la tecnología blockchain también pueden dar a los supermercados una idea más clara de cuándo ajustar el precio de sus verduras y ayudarles a ser más ágiles a la hora de ajustarse a los cambios sutiles en la oferta y la demanda. El profundo nivel de datos que el blockchain puede proporcionar sobre las cadenas de suministro también puede resultar útil para una nueva generación de clientes más exigentes que quieren mayor información sobre el origen tanto de los alimentos y bebidas que consumen como de otros productos que compran.
Y Swords añade: «Los más jóvenes quizás sean más conscientes de la ética y el medioambiente hoy en día, y siempre buscan más información sobre los productos que compran y su procedencia. Tomando como ejemplo un litro de leche, Blockchain puede permitir a los clientes escanear una etiqueta para saber cuánto tiempo ha estado esa leche en tránsito, cuánto tiempo ha estado en su estante e incluso de qué granja proviene.»
Sea cual sea la innovación que genere el blockchain, Swords está seguro de una cosa: su mercado y sus aplicaciones seguirán creciendo. Con el tiempo, cree que el sistema puede resultar tan influyente y valioso como el propio internet, aunque cree que los responsables políticos, las empresas privadas, los inversores y los particulares tardarán algún tiempo en comprender y explotar plenamente su verdadero valor.
“En realidad, el cielo es el límite. En estos momentos, los gobiernos están tratando de averiguar el verdadero potencial del blockchain y de otras criptomonedas, así como de calibrar qué amenazas potenciales podrían presentar para las monedas y los activos existentes. El tamaño y la magnitud de estos mercados es potencialmente enorme y la aceleración de la transformación digital, la convergencia de la tecnología y el cambio generacional son claves para su futuro crecimiento y éxito”, concluye.