Como consecuencia de las incertidumbres económicas y financieras a raíz de la pandemia, el 96% de los asesores financieros certificados por EFPA España observó cambios importantes en el comportamiento de sus clientes, según una encuesta llevada a cabo por la asociación a finales del mes de julio entre más de 1.200 profesionales certificados.
Casi la mitad de los asesores (47,1%) apreció claros síntomas de ansiedad de forma continuada en los clientes, lo que los llevó a tomas decisiones equivocadas, mientras que otro 49% detectó un cierto nerviosismo de los clientes durante los primeros meses, aunque sin efectos importantes en los resultados de sus carteras.
La práctica totalidad de los encuestados por EFPA España afirma su convencimiento de que los problemas financieros pueden afectar a la salud física y mental de las personas y, en particular, de los inversores. Más de seis de cada diez asesores financieros (61,2%) creen que fue suficiente tranquilizar a sus clientes para normalizar la situación. Sin embargo, más de un tercio (36%) reconoce haberse sentido desbordado en algún momento puntual por la reacción de sus clientes. En cualquier caso, solo un 3% manifiesta que sus clientes no necesitaron su ayuda en ningún momento.
Como consecuencia de la situación creada por la pandemia, el 43,2% de los asesores financieros encuestados por EFPA España señala que sus clientes toman ahora más decisiones siguiendo una emoción o sentimientos, mientras que tres de cada diez consideran que los clientes mantienen la misma actitud que antes de la pandemia y el 25% detecta una tendencia a no atender y seguir sus recomendaciones con la misma atención que antes.
Rafael Rubio, director de la Revista Asesores Financieros de EFPA España, explica que “el COVID-19 ha puesto de manifiesto la dificultad que entraña la toma de decisiones de inversión, en unos mercados financieros cada vez más complejos, y la influencia de los sesgos cognitivos, el efecto psicológico que produce una tendencia en el pensamiento y genera una desviación lógica, a la hora de tomar decisiones de ahorro e inversión. De hecho, algunas instituciones internacionales, como Oxford Risk, vienen advirtiendo desde hace unos meses un incremento de la inversión emocional, que puede provocar pérdidas en las carteras de los inversores a medio y largo plazo, por lo que los asesores financieros juegan un papel crucial a la hora de acompañar a sus clientes en esos momentos de máxima tensión”.